9º Aclarando malentendidos

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9º Aclarando malentendidos

El caballo del caballero paró ante las grandes escaleras, de inmediato un sirviente fue a su encuentro y tomó las riendas al tiempo que hacía una reverencia.

-Buenos días señor Stantomp- Saludó al mayordomo.

-Buenos días, señor Bingley, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuvimos el honor de su visita.

-Si, es cierto- Dijo con una sonrisa- ¿Dónde está el señor Darcy?

-Está haciendo una visita a uno de sus arrendados, no sé cuánto tardará en llegar- Le informó- Sin embargo, la señorita Darcy y la señora Darcy se encuentran en la sala de música junto a los pequeños, ¿quiere saludarlos?

-Por supuesto, será un placer.

-Yo lo acompañaré dentro, señor Stantomp, usted lleve el caballo al establo- Indicó la señora Reynolds, acudiendo donde estaba el invitado- Buenos días, señor Bingley.

-Buenos días, señora Reynolds, ¿cómo están todos?

-Están todos bien, la señora aún sigue recuperándose, pero lo cierto es que mejora a pasos agigantados- Le contó la mujer- Los demás están perfectamente.

-Espere, espera, ¿qué le ha ocurrido a la señora Darcy?- La anciana mujer le contó todo lo sucedido, escandalizando al hombre- ¿Y dice que aún no está repuesta del todo? ¿Y la niña? ¿Está bien?

-La señorita Eilin está bien, señor, y la señora aún no tiene permitido salir de la casa, y debe tener cuidado con los sobresaltos pero ha mejorado mucho.

-Pobre mujer, espero que termine de recuperarse pronto- Dijo de corazón.

-El señor está poniendo mucho esmero en ello- Por fin llegaron a la entrada de la estancia- Con permiso, lo anunciaré- La mujer abrió la arcada de inmediato- Señora, señorita, ha llegado el señor Bingley.

-Hágalo pasar- Pidió la voz de Georgiana.

La anciana mujer obedeció y de inmediato le indicó que pasara. Tras traspasar el umbral se encontró con unos ojos cautelosos, observándolo con algo de nerviosismo. Junto a ella había dos niños pequeños, muy parecidos a ella salvo por el cabello rubio, que reían ajenos a él.

-¡Tío!- Exclamó Claire corriendo hasta él- ¡Cuánto me alegro de verte!- Dijo saltando a sus brazos.

-¡Yo también me alegro mucho de verte a ti!- Le sonrió mientras le devolvía el abrazo- ¿Cómo estás?

-Muy bien tío, escuchando un cuento que mamá nos está contando a los gemelos y a mí.

-¿No me digas?- Ante aquel comentario pudo comprobar como la señora Darcy se ponía más nerviosa, y eso le hizo gracia, aquella mujer temía como pudiera tomarse él que fuera la nueva señora de la casa- ¿Y es un cuento entretenido?

-¡Desde luego! ¡Mamá sabe contarlos de manera increíble!

-¿No me digas?- Sonrió y dirigió su mirada a la mujer- Me encantaría comprobarlo, ¿le molesta si me quedo escuchando un poco?

-No, por supuesto que no- Se ruborizó- Siéntese.

Claire bajó y volvió a su lugar para seguir escuchando, Bingley se acercó a Georgiana, y tras saludares afectuosamente, se sentó junto a ella y escuchó a aquella mujer tan interesante continuar con la lectura. Se sorprendió al ver el énfasis que ponía en las entonaciones y como los niños la escuchaban encandilados.

Georgiana le comentó en voz baja para no interrumpir el comportamiento que había mostrado Claire durante el primer mes desde la boda de su hermano, y como eso había llevado al estado de su cuñada. Charles se sintió muy sorprendido.

Matrimonio con hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora