Demonio; Kth |1| ✓

|quince|kth

¿Pero por qué hasta ahora? ¿Por qué no fue hace años? ¿Por qué justamente en este momento?

—Solo tranquilizate—¿Por qué me pide eso? Ni si quiera estoy en mis cinco sentidos. Me siento fatal, me siento confundida, hundida en laberintos sin salida—. Mientras estés conmigo no te pasará nada, soy tu guardián. Y él no puede llevarte si tienes a alguien que te proteja.

Eso no me importa. Eso no importa ahora. Solo quiero cerrar los ojos y descansar.

Ahora comprendo, por aquella razón sentí esa conexión con él. Sentí su angustia de no poder tener lo que le hace feliz. Sentí aquel miedo de quedarme sola. Maldita sea, sentí compasión por él sin siquiera saber quién era, o que hacía. Lo que buscaba.

Estoy desesperada. Quiero salir de aquí. Quiero solamente ser feliz.

—Pero, ¿por qué no me di cuenta antes?—no, no quise decir eso, quiero decir—. ¿Cómo es que no recuerdo nada?

¿Cómo es que hay vida después de la muerte? ¿De dónde provengo realmente? Son situaciones muy complicadas que quiero saber pero me da miedo enterarme. Maldita sea.

Quiero respuestas y las voy a tener. Aunque me duela el alma y me machaque la cabeza por tanto pensar y hacer teorías. Necesito saber que es lo que pasa.

—Cuando los angeles te capturaron, borraron tu memoria—sisea, serio, tomándose tiempo para rectificar sus palabras—. La flecha era especial, tenía un encantamiento.

¿Pero por qué razón me capturaron? ¿Hacia algo malo? ¿Por qué querían borrarme la memoria? ¿Por qué mierda tenía alas negras?

Ahora comprendo porque no pude verle el rostro a la bestia. La bestia era yo.

—¿Por qué salí al bosque?—pregunto, tratando de indiscutir más. Ignorando lo anterior, ¿quién quería verme en aquella posición? Nadie se tocaba el corazón incluso en vidas anteriores.

—Lucifer necesitaba almas, y desgraciadamente te robaste la de un guardián poderoso, el más importante—¿un guardián poderoso? Caramba, ¿era valiente o algo así en mi otra vida?—. JungKook, mataste a uno de los más fuertes angeles de tu vida pasada. Lucifer necesitaba almas para rejuvenecer—explica—, necesitaba de tu ayuda—confiesa bajito, tratando de que nadie escuché lo que me confiesa, arrugo el rostro y le observo detalladamente, ahora me siento culpable. Lo que uno llega a hacer por amor es tremendamente estúpido—. Pero no te sientas culpable, a JungKook se le borro la memoria. Bueno, en realidad se la han borrado.

—Debería de sentirme culpable—¿Cómo era posible que yo pudiese hacer eso sin sentir pena o lástima por aquel ser poderoso? Bien, Hye, respira, dejando detrás esto hago más preguntas—. ¿Por qué no puede buscarse a nadie más? ¿Por qué justamente yo? ¿Esta es otra vida, no? Que se busque a otra Diosa o mujer, yo que sé.

Trato de no perder los estribos al hablar, me quiero romper en llanto. Pero debo de ser fuerte.

Maldito lucifer.

—¿Recuerdas que te dijimos que tú alma era pura y blanda?—afirmo con mi cabeza dándole respuesta positiva, si lo recuerdo, por eso me ha elegido—. Pues en tu vida pasada te entregaste completamente a Lucifer para que esté no muriera.

—¿Qué? ¿Qué fue lo que hice?— ¿qué carajos hice yo? Vaya, sigo siendo estúpida en vidas pasadas. ¿No cambiará el hecho de ser estúpida, verdad? Vaya vida.

—Dejaste que absorbiera tu alma. —prosigue. Deja que respire antes de que vuelva a escupir algo más. ¿Esta teniendo misericordia de mí ser? Santo cielo, quiero morirme.