|catorce|kth

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Ahora están discutiendo frente a mí. Comprendo que JungKook lo haya vuelto a empeorar, cabe recabar que todo lo que sé ahora de memoria, no debió de decírmelo.

Bueno si, pero no...

—¡Otra vez lo has hecho, querido angelito!— Nam Joon regaña al que está sentado a mi derecha. Y puedo jurar que se ve tan lindo y tier...

—¡Solo lo he hecho una vez en la vida y fue sin condón!— esperen, ¿qué? Mi ceño se frunce y Nam Joon golpea su rostro con la palma de su mano—. Lo hice sin querer, la angelita era muy provocativa. Muy linda, muy cariñosa, simpática, sexy y...

—¡JungKook!—llama la atención Nam de nuevo y los dos brincamos en nuestro lugar por su voz. El llamado que hace parece ser para los dos.

—¿Qué? Era muy sexy—se excusa—, también me gana lo carnal, amigo.

No te rías, Hye, no te rías.

—No debiste hacerlo tú solo—Nam lo señala, JungKook se hace más pequeño. ¿Era algo malo? Solo me mostró lo que pasaba—. Pudo haber consecuencias, lo sabes. Debes de esperar mis indicaciones.

Espero que esta vez JungKook tomé concienc...

—Pidi hibir cinsiciinciis.

Olvídenlo. No ha entendido.

—Hye—ay no, ahora me toca a mí, me giro a verle, parece que solo está enfadado con JungKook. Él ha desaparecido, se me olvida en ocasiones que es un ser con poderes—. Como ya sabes que es lo que pasa alrededor de nosotros, también sabrás que tu vida ya no será la de antes.

—Sí— respondo.

—Y ya no volverá a ser la de antes.

Esperen, ¿qué? ¿Esto era pasajero, no? Solo acabaríamos con esa cosa que me persigue y volveríamos a casa. Cada quien a su posición. Cada quien a sus problemas cotidianos.

Por favor vida, dime qué estaremos bien después de esto.

—¿Cómo?—pregunto, lo tengo frente a mí con el ceño fruncido. Esta agotado, parece que no durmió bien anoche. Ha salido muy temprano y ha vuelto muy tarde—. ¿De que hablas?

Se sienta a mi derecha en el sofá, toma de mis manos, las acaricia. Esta frío. ¿Desde cuándo tenemos está confianza? Somos buenos amigos, lejanos por un tiempo pero juntos por una eternidad.

Sentía en ocasiones que mi vida no tenía rumbo, que seguiría mi vida cotidiana no teniendo nada nuevo que proceder a hacer. Mi vida era una rueda de la fortuna, subía y bajaba en el mismo lugar. Por los mismos rincones, por los mismos abismos. Y de repente, me he sentido fatal. Me he sentido absorta a mi alrededor, cansada y agotada de todo esté embrollo.

Mi vida necesitaba un respiro. Mi cuerpo lo necesitaba. Pero no un respiro de estos. No un respiro que vaya a llevarme al caos. Me sigo planteando la misma pregunta, ¿por qué a mí? ¿Hice algo malo en mi vida pasada?

—No volverás a tu vida pasada, tu vida de antes ya no existe. Ahora está será tu vida—escupe—, necesito que aprendas varias cosas mientras llega el día, tomarás...

—Espera, espera—le detengo, quito mis manos de las suyas, donde las tenía acunadas. Estoy confundida con lo que está diciendo, no halló una razón para no discutir que es lo que busca con todo esto—. ¿El día de qué?

¿El maldito día de qué?  ¿Y por qué tengo que esperar? ¿Prepararme? ¿Qué? ¿Qué? Zeus, si es que existes, explícame que ha pasado. Joder.

—Ahora me toca explicarte—se aleja un poco de mí—. Lucifer. Rey supremo del infierno, llamas aquí, llamas allá. Fuego y cenizas por aquí, gritos y almas por allá.

—Al punto, Nam Joon. Al jodido punto—grito, exigiendo que sus palabras sean más claras y precisas. No soy idiota, comprendo todo lo que me dice. Quiero la verdad.

—Te quiere como su nueva mujer. Como su mujer nuevamente.

Bien, debo respirar.

Respirar. Respirar. Respirar. ¡Respirar!

Caramba, ¿nuevamente? ¿Mujer nuevamente? ¡Hijo de perra! ¿qué?

No, Hye, no respires.

No hay tiempo para eso.

Me pongo sobre mis pies y me acerco a él para halarle de sus prendas. Estoy exaltada, y quiero matar a alguien, y no me importa si es un mago, brujo o hechicero.

¿Será posible matar a Lucifer?

—¡Dime qué es una puta broma!—le muevo de los hombros. Necesita ser una buena broma. Necesita serlo—. ¡Dime que esto es una pesadilla, que mi amigo Yoon Gi está vivo y que solo puedo despertar si me pellizcas!

—No lo es Hye— tan decepcionante suena su voz. Su oración se la lleva el aire, así como mis esperanzas. Mis ojos comienzan a darme comezón, le suelto cuando escucho aquello. Me alejo de él, y parece que la bilis se me sube a la garganta. Aprieto mis puños, voy a llorar—. La bestia que viste ser atada y asesinada, eras tú. Fuiste tú en tu otra vida. Y es por ello que Lucifer te quiere de vuelta en esta vida, y desgraciadamente en las que vienen.

Por eso aquella marca que tengo en el corazón, mi madre ha dicho que fue herencia de nacimiento.

Maldita sea. Soy la mujer de lucifer. Y él solo trata de que sea suya de nuevo.

Me derrumbo en lágrimas. En el suelo, lloro y golpeo un poco lo que encuentro a mi alrededor con mis manos hechas puños. Nam Joon me abraza y yo lloro en su pecho, tengo impotencia y dolor. ¿Por qué no pude notarlo? Cuando lo vi en aquel cuarto sentí una atracción que jamás había sentido.

Un click. Un maldito y jodido click.

La razón por la cual no me he vuelto a enamorar es obvia. Mierda, mierda y más mierda.

Soy su propiedad. Soy suya.

Él solo te quiere a ti. En una y mil vidas, él te quiere a ti.

Demonio; Kth |1| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora