Demonio; Kth |1| ✓

|dieciocho|kth

Tantas preguntas, tan pocas respuestas.

Tener un pequeño es...es tan emocional.

¿Cómo es que llegué a tener un bebé? ¿Por qué no tengo recuerdo de esa tan grande aventura? ¿Por qué me da tanto miedo?

—Mamá. —aquel pequeño me habla. El lugar donde ahora estamos, no es cuál lugar espantoso, no es una cueva con lava, o cosas por el estilo que vemos en las películas de terror donde muestra lucifer.

Según, hace mucho tiempo había leído en unas sagradas escrituras que, Lucifer, tomaba el lugar más importante de los angeles de Dios. Después del gran supremo, su hermosura candente era Lucifer. Pero gracias a su vanidad y rebeldía, este fue expulsado del paraíso. Quiso revelarse, quiso formar sus propias reglas cuando ya había unas por las cuál seguir.

Quiero decir, yo leí aquellas cosas. Hay diferentes creencias ahora. Y no juzgo ninguna. Mi teoría es está.

Una cabaña frente a un lago cristalino. Llevo una bata blanca y tengo las alas escondidas. Los árboles rodean el camino al agua. El pequeño está conmigo, hace preguntas las cuales no puedo responder. Taehyung me ha dicho que conforme al tiempo iré recordando todo. Eso espero.

Me duele ver cómo mi pequeño se queda anonadado con mis respuestas. Es un pequeño niño, con dientes de leche que lo hacen ver tan tierno. Sus dedos son gorditos al igual que sus piernas. Lleva dos lunares, uno al final de su nariz, y otro en la esquina de su ojo izquierdo. Lleva mis ojos, pero tiene la sonrisa de su padre.

—Necesitas recuperar tus recuerdos, dime—el pequeño está en mis piernas y desde ahí me habla. Lo sostengo de su espalda por miedo a que pierda el equilibrio—, ¿sabes que día nací?

Hmmm, no. Arrugo mis cejas, trato de recordar. Me duele la cabeza tan pronto, que dejó de intentarlo.

—Hmmm.

—No lo recuerdas, ¿verdad?—el pequeño suelta apenas, con voz tierna. Tiene tanta preocupación por mí. Es tan pequeño que quiero protegerlo siempre.

—Por ahora no, cielo—le doy un beso tierno recordando así, que es parte de mí. Lo bajo de mis piernas mientras esté me observa—. Vayamos a la orilla del lago, tal vez podamos ver peces andar.

Su rostro se queda quieto. ¿Dije algo malo?

—Papá nos ha traído aquí porque es un mundo congelado. El lago no fluye y no existen los peces aquí. Solo estamos descansando mientras él busca un buen lugar donde quedarnos, el traerte de vuelta aquí con nosotros ha sido un problema.

¿Un problema? ¿Congelado?

—¿De qué hablas?—pregunto. Pero antes de que me dé respuesta, Taehyung aparece de la nada.

—Es hora de volver—Taehyung suelta, su rostro viene arrugado, conspirado en un humor de mierda. Esta enfadado y no encuentro la razón. Alza una de sus manos y cuando truena los dedos, mi bebé desaparece de mis brazos. ¿Qué?—. Tenemos que volver a la tierra, tendrás que deshacerte de todo tu pasado. No dejaras huella en la tierra. ¿Me has entendido?

No, no te he entendido. Estos días han sido confusos, de repente tengo un padre, luego un amor ardiente, y después un bebé. ¿Ahora debo de deshacerme de todo lo que he dejado en la tierra?

—¿Por qué yo?—me acerco a él y me pongo a su altura. ¿Por qué a mí? ¿Por qué me está pasando esto a mí?—. ¿Por qué no conseguiste a otra estúpida que cuide de ti?

Bien, no sabía que me estaba pasando. Era amor lo que sentía, era empatía lo que me nacía. Era todo eso, pero aún así me sentía vacía. ¿Por qué no podía recordar aquel sentimiento que me hacía sentir como en casa? ¿Porque ahora era tan infeliz?