Capítulo 16

50 10 6
                                    

Asier Park

Alargo mi otra mano para que Sheila pueda sujetarse.

Ella consigue entrelazar su mano con la mía, y hago fuerza para poder subirla a la superficie de la azotea.

Siento que no me queda energía. Sigo haciendo presión para tener más fuerza.

Consigo levantarla un poco, pero sigue sin ser suficiente.

De repente noto unos brazos que me rodean la cintura y hacen fuerza arrastrándome hacia atrás.

Al principio pienso que es Brian, intentando hacer que me caiga también, pero luego me doy cuenta de que sólo quiere ayudarme.

Entre la fuerza de ambos, conseguimos que Sheila se siente en el suelo de la azotea sana y salva.

Los tres respiramos como desesperados, descansando.

Miro a Sheila. Podría haberla perdido. He tenido miedo. Sigo observándola para asegurarme de que de verdad está a salvo. Puede que no sea el momento adecuado para decir esto, pero es realmente hermosa.

Ella me devuelve la mirada durante unos segundos, inhalando y exhalando aire intensamente.

— ¿Por qué siempre...— toma aire— me miras así?
— ¿Así cómo?
— Profundamente.

¿Profundamente? Yo miro así siempre que algo me gusta.

— Será tu imaginación.
— No lo creo.
— Cómo tú digas, princesita.

Ella sólo me mira con el ceño fruncido, mientras sigue recuperándose.

Me percato de que se nos está olvidando algo, o mejor dicho alguien. ¿Dónde está Brian?

Busco por todas partes con mis ojos sin obtener respuesta.
Ha escapado.

Podrá ser un avaricioso con el dinero, pero sabe valorar la vida de una persona.

Noto que mi móvil vibra en el bolsillo de mi pantalón.

Lo saco pero me sorprendo al darme cuenta de que no es mi móvil el que vibra, sino el de Sheila. No me acordaba de que no se lo llegué a devolver.

Hurgo en el mismo bolsillo encontrado el móvil de Sheila.

"Mark♡︎" está llamando. ¿Por qué lo tiene agregado de una forma tan cariñosa? Observo la pantalla analizando el estúpido corazón, y decido coger la llamada.

— ¿Quién es?

Pasan unos segundos.

— ¿Me he equivocado de número? ¿Dónde está Sheila?
— Ella está conmigo.
— ¿Y por qué respondes su teléfono?

Me doy cuenta de que Sheila me está mirando de una forma muy extraña, como queriendo decir <¿qué narices estás haciendo?>.

Ella me arranca el móvil de la mano.

— ¿Hola?

— Es que...

— ¡No! Claro que no.

— Es una larga historia.

— Ya, ya sé...

— ¿Qué noticia?

Sheila escucha algo a través del teléfono y se queda paralizada.

¿Qué le habrá dicho?

Cuelga la llamada y me mira.

— Tengo que irme.
— ¿Con Mark?
— Sí.
— ¿Ha pasado algo?

Parece pensarse la respuesta.

Beat you, but love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora