En los días que siguieron a mi dulce venganza me dediqué a seguir investigando sobre los incendios.
¿Qué sabía hasta ahora? Nada.
Jessica no recordaba lo que había ocurrido, pero estaba segura de que no había visto a nadie más. Había dos chicos hospitalizados por un incendio en el laboratorio de química, que tampoco podían hablar... Quien fuera que los estuviera ocasionando se encargaba de que ninguno de ellos pudiese contar lo sucedido.
– ¿En qué piensas? – me preguntó Artemisa, sentándose a mi lado, en la mesa de casa, con una taza de café entre las manos.
– En los incendios... Sigo sin tener nada... Creí que sería mucho más fácil– dije rascándome la frente – son sucesos aislados... ¿Qué tienen en común además de que sucedieron en este pueblo?
– Pues... no lo sé– dijo ella con una mueca– ¿Los heridos no tienen nada en común?
Me detuve a pensarlo. Los heridos...
– ¡Espera! – tomé mi block de notas y un lápiz, lista para anotar todo lo que se me ocurría – eso es... Siempre hay heridos... Nunca hubo un incendio en un lugar vacío...Siempre hay alguien.
– ¿Crees que quien los ocasiona intenta matarlos? – pensó ella mordiéndose el labio.
– Puedes ser...Veamos– me tomé la barbilla– hasta ahora los heridos son... Los dos chicos del club de atletismo, Jessica...–
– ¿Y del resto de los incendios? – me preguntó ella.
– Aún no sé nada– mascullé.
– Pues podríamos averiguar cuáles son los demás lugares que se incendiaron y quienes fueron las víctimas.
– Marley dijo algo sobre un pub... Vortex– recordé de pronto– debería ver que hay ahí...
– Creo que con esto podemos buscar lugares– me sonrió Artemisa tomando el móvil de su bolsillo.
Tecleó rápidamente el nombre del local y esperó los resultados.
– Aquí hay muchas opciones...– dijo con una mueca, y yo lo tomé de entre sus manos.
Había una lista de páginas a las que entrar. Algunas incluso hablaban directamente de la noticia.
Entré a una de ellas. Había una imagen del pub en el momento en que se incendiaba. Las llamas parecían envolverlo por completo.
– Según lo que dice aquí, el incendio se inició súbitamente después de una pelea entre varios jóvenes menores de edad que habían logrado ingresar. Suponen que alguno de ellos debió tener un encendedor...– la miré– eso es estúpido... ¿Estaban discutiendo y de la nada encienden algo sin más?
– Los humanos son bastante raros– dijo ella encogiéndose de hombros.
– Pero todos piensan que los incendios son inexplicables... Creo que la noticia solo intenta justificar que de repente se produjo el fuego y se basan en suposiciones porque no tienen idea de qué sucedió.
– ¿Dice quienes son los heridos?
– Sí, aunque no están heridos, están muertos– suspiré – de todas formas, necesito saber más sobre todos ellos.
Me anoté en la libreta los nombres de los tres heridos: Melissa, Jhona y Will. Alguien tenía que poder decirme algo sobre ellos y sabía a quién podía preguntarle.
Al día siguiente me tocaba química otra vez. Era la única materia que al parecer compartía con Teo y necesitaba aprovecharla para poder hablar, a pesar de que ansiaba patearle el trasero con otro experimento.
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El Descenso de Atenea
FantasyCuando en un pueblo llamado Moonbay, comienza a haber incendios y muertes inexplicables incluso para los mismos dioses, Zeus decide que es momento de enviar a la diosa más sabia e inteligente a investigar que sucede. Atenea desciende al mundo humano...