Silwen recogía sus pocas pertenencias para emprender el viaje hasta la gruta de Nimrodel. Empacaba sus cosas en la pequeña alforja de cuero que siempre portaba colgada de su hombro. Arwen seguía con su vista los rápidos movimientos de ella, parecía haber estado lista para partir desde hace mucho tiempo.
— Temo por ti, Silwen. —dijo la dama mientras le acercaba un par de zapatos algo desgastados.— El viaje que os aguarda es incierto y... — Arwen analizó detenidamente la habitación que la rodeaba, era los aposentos de su reciente amiga en la Casa de Huéspedes— No parece que os hayáis instalado aquí. —murmuró confundida por su escasez de pertenencias y por el mobiliario intacto de su alrededor.
— No he tenido tiempo, mi señora. —respondió en un tono excesivamente neutro que hizo fruncir el ceño a su acompañante.
— Primero...—recalcó dejándose caer elegantemente sobre la cama. Arwen abrió sus ojos sorprendida, tanteando con sus manos el molesto colchón— Esto es muy incómodo ¿cómo logras dormir aquí? —cuestionó horrorizada ante la divertida mirada de Silwen sobre ella.
— No lo hago. —alzó sus hombros con desgana. Arwen la observó atónita por sus palabras— No lo necesito, mi señora.
La dama fue ha protestar completamente contrariada por la idea de que su amiga no descansara las horas necesarias, cuando cayó en cuenta que se había desviado de su intención inicial.
— Primero... —repitió en un suspiro cansado— No es necesario tanto formalismo conmigo. —Silwen alzó una ceja mientras terminaba por ajustarse el jubón de cuero— Segundo, ¿¡cómo no habéis podido tener tiempo de instalaros?! Lleváis casi una semana con nosotros. —la vanyar negó con su cabeza intentando ocultar su sonrisa— Tercero —se alzó de la incomodidad del colchón, para posicionarse frente a la obstinada elfa que intentaba no reírse por la reprimenda que estaba recibiendo— Sé de las capacidades de nuestra raza a la hora de mantenernos alerta y despiertos, pero es necesario descansar —sostuvo de los hombros a la elfa, ataviada ya por completo con su ajustada armadura— ¡dormir, Silwen! —esta no pudo contener más las carcajadas ahogadas en su garganta y estalló en una sonora risa que dejó perpleja a la dama.
— ¡Jamás recibí tal reprimenda! —retiró las lágrimas de sus ojos sin dejar de sonreír. Arwen quiso enfadarse, pues no parecía haberla tomado enserio, pero ver la sinceridad de su risa la calmó, provocando que ella también respondiera con una más suave.
— ¿Ni una vez? No os creo, sois excesivamente tenaz. —dijo con burla, ayudándola nuevamente a acomodar las cosas en su bolsa.
Silwen se mantuvo pensativa apretando fuertemente sus labios.
— No así al menos... —su tono, plagado de pesar y melancolía, dejó entrever a Arwen que las reprimendas a las que estaba acostumbrada Silwen, distaban mucho de la que acababa de recibir. Se culpó por haber provocado recuerdos dolorosos en ella y acarició tiernamente su hombro en un gesto reconfortante.
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✓ DAMA DE PLATA ⎯⎯ ʟᴇɢᴏʟᴀꜱ
Fanfiction𝗹𝗲𝗴𝗼𝗹𝗮𝘀 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 [terminada en 2023] Silwen era la última de su linaje sobre la Tierra Media. Desconocedora de su pasado y tras la caída de Sauron, emprende un viaje hacia Ithilien en busca de aquella paz que tanto ansiaba. Pero c...