Capítulo 14

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Stephen

Mis ojos estaban rojos, ardían porque los había raspado al secarlos. El viento debido a la excesiva velocidad a la que iba, solo empeoraba su estado.

Llegué a mi casa. Me bajé apresuradamente y abrir la puerta. Subí hasta mi habitación.

Una vez allí abrí el armario y saqué un cuchillo del pantalón. Cortando el tapiz que alfombra el muro del armario. Un montón de paquetes con dinero y drogas cayeron y se dispersaron en el suelo. Toqué los sobres iguales para sentir la textura, y el contenido que llevaban adentro.

Agarré una mochila negra que estaba allí adentro y guarde algunos sobres. Este dinero entre otros, lo tenía guardado solamente para utilizarlo, en el momento que pudiera dejar a Bivo, abandonando toda esta mierda.

Pero eso ya no importaba, el tema crucial ahora, era encargarme del estado de Mira.

Podría volver a recuperar este dinero por mi cuenta. Ya no soy un niño. Ahora tengo experiencia, contactos, y todo me será mucho más fácil.

Salí de la casa, y volví a cerrar la puerta con llave.

Caminé hasta la moto, pero una vez que estuve enfrente me detuve.

Y ahora que más o menos mi cabeza estaba fría, nuevos pensamientos empezaron a surgir de ella.

El recuerdo de Mira casi soltándose, cuando me tenía agarrado.
Un solo casco.
La peligrosa velocidad a la íbamos.

Apreté mis dientes "Tks" Necesito un auto.

Volví a subirme a la moto, pero esta vez con un nuevo destino.

(...)

Había llegado al lugar en mente, y el auto que quería estaba estacionado en la vereda.

"Perfecto"

El auto estaba cerrado, trabado. Así que...

Tenía un pedazo largo de alambre atado a uno de los manubrios de la moto. Lo saqué y enderece.

Le doble la punta y lo metí por ese fino y estrecho lugar entre la goma que proteje el vidrio de la ventanilla. Estaba tratando de abrir el cerrojo.

Pero la voz del dueño del auto, provocó que me detuviera para verlo.

— ¡Stephen! ¡Recién está amaneciendo! ¿¡Qué carajos estás haciendo!? — Exclamó y se quejó levantando las manos con un gesto de hombros. Indignado.

Dejé de verlo y proseguí con mi antigua acción — Mira esta en el hospital y necesito un auto, para cuando le den el alta, poder traerla — Le conté, mientras seguía enfocado en lo mío.

— Ya quítate — Me empujó — Y deja de hacer eso — Sacó el alambre. — Eso no es razón para querer robar mi auto.

— No era robar si te lo iba a devolver Ethan.

Entrecerró los ojos, estaba algo enojado — ¡Es la misma mierda! — Elevó la voz — Aún no comprendo porque mi auto. Tú no conduces autos — Me señaló. — Y si te lo prestara ¿¡Cómo carajos me manejo después!?

— Pues iba a dejarte mi moto.

Se cruzó de brazos, y arrugó los ojos con los dedos de la mano — Haber si entiendo. Quieres llevarte mi auto que no sabes conducir y piensas dejarme tú moto que no sé manejar.

— Ajá... Así es — Asentí.

Con el mismo gesto de manos arrugando los ojos, dijo — Es por eso que no se deja la escuela. — Volvió a mirarme — No vas a llevarte mi auto.

Y te conocí [Stephen James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora