Capítulo 16

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Viperion, aún en silencio, parecía decidido a dejarse llevar por las acciones de la azabache. La verdad era que ella misma no tenía otra opción más que fiarse de su capacidad de análisis y su determinación, pues la situación no daba cabida a las dudas ni las inseguridades. Siendo así, con el objetivo de rescatar a Chat Noir lo antes posible, ambos comenzaron a avanzar hacia la mansión Tsurugi. Una vez allí, notaron que los capullos cambiaron su forma, acomodando sus pétalos hasta formar una pequeña entrada en cada uno.

—¿Están buscando a alguien?— preguntó Désamour, haciendo aparición por primera vez frente a los héroes —Ciertamente, hay una persona atrapada en uno de estos capullos, pero me niego a decirles cuál es el correcto. Sin embargo, puedo dejarlos pasar si deciden dividirse: En uno de los capullos alguien se enfrentará a mí, y el otro encontrará a quien están buscando.

Ambos héroes compartieron una mirada, seguros de que Chat Noir se encontraba prisionero en alguno de ellos. Aceptando la condición de Dèsamour, cada héroe se adentró en el capullo que tenía justo en frente, de modo que, en el capullo de color blanco Ladybug se encontró a Adrien y Viperion a Désamour en el de color rojo. 

La heroína, sorprendida de encontrarse con un Adrien tembloroso y asustado, que actuaba como un niño pequeño apoyando su cabeza en sus piernas y escondiéndola bajo sus brazos, se acercó a él lentamente, mientras se preguntaba dónde podía estar Chat Noir.

—¿A-Adrien?— susurró Ladybug, agachándose para estar a su altura.

Le era imposible no impresionarse por lo alterado que parecía, así que posó sus manos ligeramente en su cabeza para acariciarlo e intentar calmarlo. Cuando su cuerpo dejó de temblar, bajó sus manos hasta sus mejillas e impulsó su rostro hacia arriba, obligándolo a mirarla. Sin embargo, en cuanto las miradas de ambos se encontraron, sintieron una fuerte punzada en la cabeza y un montón de imágenes pasaron por sus mentes, especialmente por la de Adrien.

—¿Ladybug?— preguntó, inseguro de sí mismo.

—¿Cómo sabes mi nombre...?—cuestionó la azabache.

Por la mente del joven pasaban varias imágenes que lo contenían a él, dentro de un traje negro, salvando el día junto a una heroína cuyo nombre parecía haber repetido miles de veces. Cuando le comentó a Ladybug lo que acababa de ver, diciéndole que se conocían y habían hecho muchas cosas juntos, ella le respondió que debía estar confundido, ignorando las imágenes que se pasaron por su propia cabeza, pues estaba segura de que era la primera vez que se ponía ese traje e intentaba salvar la ciudad.

Luego de permanecer unos minutos en silencio, sin saber qué decir, ambos decidieron desistir de las ideas que les hacían tener sus recuerdos. Sin embargo, un pensamiento anterior volvió y comenzó a consumir la mente de la azabache; había entrado ahí buscando a Chat Noir, pero se encontró con Adrien, ¿por qué...? No tuvo tiempo para dudar mucho, cuando se fijó en el particular anillo medio roto del rubio, tan similar al que poseía el héroe felino, con una grieta idéntica, las cosas quedaron claras. Repentinamente el ambiente cambió para ella, estaba sorpresivamente tan cerca de él, lo encontró tan vulnerable y, además, acababa de descubrir su identidad.

—Necesito que te transformes— dijo Ladybug intentando sonar lo más calmada posible, sin permitir que la ternura y vergüenza que sentía saliera a flote —París está en peligro y necesita del héroe que la ha defendido todo este tiempo.

—¿Cómo sabes que...?— preguntó Adrien, escondiendo su mano rápidamente.

—Eso no importa ahora— respondió ella, ofreciéndole su mano para que pudiese levantarse —Quizá más tarde podamos aclarar algunas cosas.

Adrien aceptó su mano y la petición de transformarse, pero su mente no colaboraba en concentrarse. Esa figura femenina que se encontraba frente a él parecía tan vívida en sus recuerdos, pero la sentía tan distinta en el presente, al tenerla a sólo centímetros y sentir el calor de su mano. Su personalidad tampoco coincidía con las imágenes que pasaban por su cabeza.

Cuando los héroes lograron salir del capullo, lo primero que vieron fue a Viperion completamente derrotado. Ladybug sintió una enorme necesidad de acercársele y saber cómo se encontraba realmente, pero Désamour tenía otros planes. Con la ayuda de Chat Noir, quien tenía una idea clara de cuál podía ser el objeto akumatizado, finalmente se encargaron de ella. 

—Procuraré no olvidar otra vez que, aunque las rosas tengan espinas, siguen siendo flores— se dijo Chat Noir a sí mismo, mientras Kagami miraba su alrededor con desconcierto total.

—¿Adrien está bien?— preguntó ella, intentando recordar qué acababa de suceder.

El felino la miró y asintió, incapaz de dejar de sentir culpa por lo ocurrido. Mientras él se centraba en Kagami, la azabache estaba preocupada por el estado de Viperion. Intentando curar todo el desastre causado en su compañero y en la ciudad, se apresuró en intentar usar su Miraculous Ladybug por primera vez, pero no funcionó y ningún akuma fue atrapado. "Aún hay un villano suelto", pensó Ladybug, viendo la pequeña mariposa alejarse lentamente.

Definitivamente debía seguirla, pero abandonar a Luka no era algo que pudiese hacer tan fácilmente. Sin embargo, dio una mirada a su alrededor y se dio cuenta de que un problema tan grande como el de contemplar su ciudad completa destruida tampoco debía esperar. Tras compartir una mirada con Chat Noir, decidieron avanzar tras el akuma que lentamente perdía su color negro por sí solo.

—Esto no me gusta.

El cuerpo de Chat Noir comenzó a temblar a medida que la dirección a la que se dirigían se hacía más y más evidente. Aunque intentó convencerse de que era un error, el momento en el que se encontraron de pie frente a la mansión Agreste llegó más rápido de lo que le hubiese gustado. Mientras el héroe se llenaba de cuestionamientos, avanzaron sin pausas hasta que lograron encontrarse en un lugar al que no esperaban llegar tan fácil: la guarida de Hawk Moth.

El rubio buscó encontrarse con la mirada de Ladybug para confirmar que ella estaba compartiendo alguna de sus emociones, sin embargo, la mirada de la azabache ya estaba absorta en otra cosa. Frente a ellos, con una expresión de grata sorpresa, se encontraba el villano más grande todo París.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2021 ⏰

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