015.

977 125 61
                                    

━━━━━━━━━━━ ✦₊˚

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━━━━━━ ✦₊˚.

Batalla tras batalla, Riane Unmel se aseguró de que sus hombres vivían para ver otro día. Le costaba aceptar que las bajas eran inevitables, pero eso no hacía que lidiar con las pérdidas fuera más fácil. Intentaba no encariñarse con ninguno de los novatos, pero también eso le resultaba complicado. Al fin y al cabo, convivían juntos durante horas: ella misma coordinaba entrenamientos y misiones, y, además, escribía los informes sobre todo lo anterior. Aun así, recordaba a Echo, y recordaba cómo su pérdida la había hecho sentir como si los Separatistas le hubieran arrancado el corazón del pecho, hundiendo los dedos metálicos de sus droides a través de la armadura. No podía permitirse volver a sentirse igual. Al menos no cuando la 501 seguía luchando en el frente día tras día y los clones morían uno tras otro, mientras Riane lo veía todo con impotencia.

No podía permitirse cogerle cariño a nadie más, pero el capitán y ella seguían pasando tiempo juntos.

Ambos seguían utilizando la excusa del algoritmo para verse, pero también seguían comiendo y cenando juntos (ahora hablando de cosas que ya no eran estrategia) y entre los dos comenzaba a nacer una amistad bañada por la diligencia de él y el sarcasmo de ella.

Aun así, si le preguntases a Riane Unmel, ella te diría que Rex no era más que su capitán y que ella no era más que su subordinada.

Riane no podía permitirse cogerle cariño a Rex, así que decirse que no le tenía aprecio alguno era la manera más sencilla de autoconvencerse de que todo iba bien.

—Riane —le dijo Tup a través del transmisor—. Rex te necesita en la sala de guerra dentro de cinco minutos.

La chica suspiró, mirando a Hardcase y a Jesse con una sonrisa de disculpa.

—Recibido —le respondió al soldado mientras se levantaba—. Os veré luego, vode.

Los muchachos asintieron hacia su amiga y Unmel salió de la sala común del cuartel de El Resuelto mientras se ponía el casco, caminando por los pasillos con prisa para cruzar el Buque Insignia a tiempo. Puede que la relación entre Rex y ella se hubiera vuelto más cordial, pero el capitán seguía pidiéndole puntualidad de igual manera.

Entró en la sala de guerra justo cuando Ahsoka salía de ella, con el general Skywalker detrás. El hombre le sonrió a la mujer, y ella se cuadró en saludo militar mientras los Jedi pasaban por su lado.

—General, comandante —saludó.

Tras eso, traspasó la puerta, quitándose el casco con un suspiro y mirando alrededor de la habitación con pereza.

—Ya he preparado las maniobras... —comenzó.

—No te he llamado por las maniobras.

Riane se volvió hacia Rex de pronto, ya no acostumbrada a escuchar ese tono saliendo de su boca cuando estaban a solas. Hacía tiempo que no le hablaba tan duramente, y que lo hubiera hecho ahora podía significar dos cosas: o bien algo había sucedido, o bien algo estaba a punto de suceder.

HUNGER ━ Capitán RexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora