Okiru - Markhyuck

CAPITULO 12

- Pero, según tú, sí somos una pareja destinada ¿porqué tenemos tantas dificultades?

Jeno se alzó de hombros.

- Tienes razón, tal vez no lo son, y simplemente se aman mucho que luchan para estar juntos, como Jaemin y yo.

Donghyuck meditó.

- ¿Conoces alguna pareja destinada?

Jeno asintió y miró su reloj.

- Podrás conocerla en... Cinco minutos. - en ese momento un chico entró al restaurante - O segundos.

Donghyuck sonrió a Jeno y fijó su mirada en el chico alto y guapo que había entrado, de alguna manera sentía que tambien lo había visto antes.

En cuanto dió dos pasos para dirigirse al mostrador, el chico que Jaemin había llamado Chenle llegó a él y lo abrazó fuertemente.

Ambos se sonrieron cuando se apartaron y miraron por unos segundos para después compartir un pequeño beso.

De alguna manera lo entendió, se veian diferentes a muchas parejas, incluso a Jeno y Jaemin.

El amor destinado es el más hermoso.

Por eso solo los afortunados que son recompensados por los cielos tienen la fortuna de tenerlo.

- ¿Ves? Ellos dos lo son, un amor instantaneo, puro, incondicional e intenso.

Donghyuck sonrió.

- Es hermoso, para ser sinceros ahora tengo un poco de envidia.

Jeno rió, se despidió con la mano del chico y volvió su atención a él.

- ¿La tienes? - meditó - Creo que sí lo son, te sentías así por Mark cuando eras Haechan.

Donghyuck apretó los labios.

Estaba seguro de que Mark se sentía así por él.

- ¿Quien era ese chico?

- Mi hermano, Jisung.

Donghyuck asintió.

- Es guapo, como tú.

Jeno rió.

- Gracias, es de familia - se alzó de hombros - Ahora, supongo que es momento de que te cuenta toda la historia.

Donghyuck asintió.

Pasó un par de horas conversando con Jeno, le contó absolutamente todo desde ese primer encuentro en el puente, hasta la emocional despedida que tuvieron.

Sí, eran muy buenos amigos.

Le gustaría recuperar eso también.

Casi por la noche regresó a su casa, revisó su teléfono pero nadie lo había buscado.

Miró en su mesa de noche aquella libreta donde había escrito sus más profundos sentimientos, estaba seguro de no querer leer más, al menos no por ahora.

Sentía que el diario había influido en él y una cosa era enamorarse de esos momentos y otra muy diferente era enamorarse de la persona con quien los compartió.

Se acostó en su cama y miró el techo mientras recordaba todo lo que había pasado en esa misma mañana.

Despertó envuelto en los brazos de Mark, sus labios ligeramente abiertos mientras murmuraba cosas que no entendía, entonces, tuvo un recuerdo de haber visto lo mismo antes.

Mientras era un gato para Mark, cuando él dormía se transformaba para mirarlo dormir, fascinado como si fuera lo más bello del mundo.

Parece que le gustaba hacer eso cada día sin importar qué.