CAPITULO 17

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- ¿No olvidas nada? Asegúrate de no hacerlo. - le dijo su mamá.

Donghyuck se cruzó de brazos y la miró indignado.

- ¿No podré venir si se me olvidó algo? ¿En cuanto salga por esa puerta ya no podré regresar?

Su mamá sonrió divertida.

- Lo siento cariño - acarició su cabello - Me siento feliz, mucho, solo quiero que seas feliz y esto va a hacerlo.

Donghyuck la abrazo.

- Señora Lee, va a hacerme llorar - su mamá rió - No pienses que me voy a olvidar de ti, vendré seguido.

Su mamá se apartó sonriendo.

- No puedo creer lo grande que estás, mi bebé está dejando el nido.

Donghyuck río.

- Si bueno, dejemos el tema o ya no querré irme.

Su mamá entrecerró los ojos.

- Mentiroso, te irás cómo sea, pero agradezco tu mentira. - Donghyuck le sopló un beso y el timbre sonó - Iré a abrir, lo más seguro es que sea Mark.

Donghyuck asintió, cuando su mamá salió, terminó de juntar algunas cosas en una caja.

Después de unos días al fin se estaba mudando a casa de Mark.

Mark se lo había pedido la primera vez que fue y en ese entonces no le tomó importancia, pero ahora, cada minuto contaba y era sumamente valioso.

Mark tocó dos veces la puerta antes de entrar.

- ¿Listo?

Donghyuck sonrió grandemente, caminó hacia Mark, tiró su bastón y rodeó su cuello con sus brazos.

- ¿Tu lo estás?

Mark rodeó su cintura y le dió un suave beso en los labios, esa era una buena manera de saludar.

- Claro que sí, es el momento que más he esperado desde que era adolescente.

Donghyuck sintió su pecho hincharse de afecto, amaba que Mark lo hiciera sentir tan cálido y feliz.

- Es el comienzo, de nuestro para siempre.

Mark asintió.

- Lo es Hyuck, un hermoso comienzo - Mark besó su nariz - Sabes que podría quedarme todo el día así mi hermoso sol, pero el taxi espera.

Donghyuck río y se apartó, Mark recogió su bastón para después entregárselo.

- Bajaré las cosas, tu quédate sentado aquí.

Mark le guiñó un ojo y se sintió tan estúpidamente feliz que se avergonzó un poco de sí mismo.

Mientras Mark hacia los cuatro viajes para bajar sus maletas y cajas, mandó un mensaje a Jeno respondiendole el que le había mandado.

Jeno estaba genuinamente feliz por él, por mudarse con Mark y a la vez también estaba preocupado por no haber encontrado una solución.

Cuando Mark terminó, le dió una última mirada a su habitación y salió.

Se despidió de su mamá que seguía sonriendo y de la mano de Mark, ambos salieron de aquella casa qué había sido su hogar.

- Pensé que ibas a estar un poco triste.

Comentó Mark tomando su mano en el taxi.

- No tengo por qué, seguiré viendo a mamá y seré muy feliz al estar contigo.

Okiru - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora