CAPITULO 14

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Donghyuck se sentó en el pequeño sofá de la sala de Mark y apoyó su bastón a un lado.

Sus piernas dolían horriblemente y trató de aminorar el dolor dandoles un pequeño masaje.

Habían pasado meses desde que despertó y su cuerpo se negaba a recuperarse por completo, incluso el Doctor dijo que si no mejoraba tal vez tendrían que hacer pruebas para saber si algún día podría dejar de usar el bastón.

La simple idea le causó terror, bueno, no era tan malo comparado con lo que mucha gente vive pero... No le agradaba mucho la idea de tener que usar un bastón por siempre.

Mark llegó a su lado y lo observó unos segundos.

- Creo que te sobre pasaste un poco esta vez Hyuck.

Donghyuck suspiró y asintió de acuerdo.

- Yo estaba tan feliz y tú tambien que....

Mark negó suavemente.

- Mi felicidad es que estés bien.

Se levantó del sofá dejandolo con las palabras en la boca, suspiró cansado.

Había sido una tarde estupenda donde se sentía feliz, más que nunca.

Después de aquel beso sintió que su corazón dió un paso más cerca de Mark, todo iba bien hasta que sus piernas comenzaron a doler, ya habían comenzado pero se hizo insoportable.

Mark regresó con un pequeño frasco en la mano, se agachó frente a él, subió un poco su pantalón y comenzó a masajear sus piernas con la pomada.

- No deberías excederte Hyuck - dijo en tono de reproche.

Donghyuck lo miró, Mark era muy cuidadoso con el masaje al mismo tiempo que trataba de que no sintiera dolor.

Mark estaba en silencio totalmente concentrado en lo que hacia, Donghyuck miró su rostro detenidamente.

La mirada de Mark para él siempre era cálida y llena de amor pero ahora parecía dura e incluso tenía el ceño fruncido y los labios apretados.

- Estás enojado conmigo - Mark lo miró.

- No - suspiró - estoy enojado conmigo, por no cuidarte.

Donghyuck sonrió, extendió su mano y acarició su cabello, tal como Mark solía hacerlo.

- Soy muy necio también - Mark le sonrió.

- Me alegro que al menos estés conciente de eso.

Donghyuck río.

Mark terminó de masajear sus piernas poco después, se levantó y después de lavar sus manos regresó a su lado.

- Te sentirás mejor, solo necesitas descansar.

Donghyuck asintió.

- Gracias.

Mark le sonrió y por un momento algo dentro de él se estrujó, no recordaba haberse sentido así, y no le gustaba.

- Mark... Que... ¿Qué va a pasar si siempre tengo que usar el bastón?

Mark lo miró confundido.

- ¿A qué te refieres?

Donghyuck agachó la mirada.

- ¿Vas a estar conmigo... Aunque no pueda caminar bien? ¿Aunque las personas nos miren extraño?

Mark se quedó en silencio unos segundos, con dos dedos alzó el rostro de Donghyuck por la barbilla, sus ojos fijamente en los suyos.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Mark para después inclinarse y dejar un pequeño beso en sus labios que lo dejó totalmente sorprendido.

Okiru - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora