Okiru - Markhyuck

CAPITULO 15

Donghyuck trataba de controlar su respiración agitada y apretaba los labios fuertemente evitando que aquellos vergonzosos sonidos salieran de su boca mientras Mark besaba con desesperación y esmero su cuello.

Acarició su espalda desnuda sintiendo su mano arder por el toque que el choque de piel con piel le proporcionaba.

Mark regresó a sus labios y lo besó de una manera exigente robándole el aliento.

Hace un tiempo ya Mark se había deshecho de su playera y ahora parecía quererse deshacer de su pantalón también.

Sintió las manos de Mark recorrer su pecho y su abdomen desnudos hasta llegar al botón de su pantalón, jugueteó un poco con él hasta que decidió que era momento de continuar.

Estaba nervioso y mucho, Mark lo miraba con ojos llenos de deseo.

Mark le sonrió y justo cuando iba a quitar su pantalón, se sobresaltó.

Abrió los ojos en medio de la oscuridad, se sentó en la cama para tratar de regular su respiración.

Dios mío.

¿Qué demonios...?

Se sentía avergonzado de haber tenido un sueño así con Mark que dormía en la habitación a unos metros de él.

Donghyuck suspiró, todo era su culpa por decir ese tipo de cosas antes de dormir.

Después de que Mark le contara lo sucedido ambos se quedaron abrazados un buen tiempo, después vieron una película y Mark recargó su cabeza en sus muslos mientras él jugaba con su cabello.

Se sentía tan feliz y a gusto que se olvidó de la hora, llamó a su madre quien estaba más que feliz y ambos se fueron a dormir.

Cada quien en una habitación, por más que le insistió a Mark quedarse con él no quiso hacerlo.

Al principio le molestó, pero ahora agradecía que fuera así, no podría verlo a la cara después de tener ese tipo de sueño.

Aunque todo se sintió tan real que por un momento dudó que no hubiera pasado.

Se acomodó mejor en la cama y abrazó sus rodillas, necesitaba que su cabeza se enfriara para dormir de nuevo.

Fue entonces cuando lo notó, ahí, en una esquina del cuarto en medio de la penumbra, sobre salía una figura que conocía bien.

- No sabía que te dedicaras a espiar. - Dijo Donghyuck sin moverse. - Pensé que tenías mejores cosas que hacer.

Ten salió de la esquina y lo miró.

- Así que eras humano.

Ten lo miró fascinado.

- ¿Qué haces aquí?

Ten sonrió.

- Se corria el rumor en nuestro mundo que un humano había recuperado sus recuerdos de demonio, no sabía que eras tú y ahora lo confirmé.

Donghyuck apretó lo ojos sintiéndose estúpido.

- Bien sí, pero el hecho de que los recuerde no quiere decir que quiera tener nada que ver con ustedes.

Ten rió.

- Tenía curiosidad, pequeño humano, parece que te ha ido bien, estás con el mismo humano por el que diste tu existencia.

- Lo sé, aunque en ese entonces no sabía que así pasaría.

Ten lo examinó unos segundos, con ese aire de superioridad y arrogancia que tenían los demonios.