En el suave mar se podía ver algo en la distancia. Ninguno de los presentes podía ver que era esa cosa, pero poco a poco se acercaba. Esa cosa se movía por las tranquilas olas y pronto acabó en la orilla. Un pequeño grupo, incluyéndome, nos acercamos para ver que esa cosa que veíamos tenía una forma de patata. Una muy grande, sin embargo, tenía un tono verde nada natural y parecía tener gafas. Fuese lo que fuese, era basura que había que tirar.
Me acerqué algo molesto por tener que tirar la basura de otros y en el momento que lo toqué vi como reaccionaba. Parecía que buscaba poder estar tranquilo y con algo de miedo lo acerqué a la arena. Me alejé y podía ver cómo una parte de su forma se abría y salían unos pequeños brazos extraños con una herramienta metálica y ovalada. Tenía un gran botón rojo en el centro que no dudó en presionar.
Un gran fulgor nos alumbró y cegó por unos segundos. Intenté cubrirme mientras durase y a los pocos segundos intenté abrir los ojos. Poco a poco me iba acostumbrando a la nueva luz y pude observar una hoja brillante y resplandeciente de un tono rojizo. Era sorprendente, pero en la forma de mirar y como nos apuntaba con ella indicaba sus intenciones.
