El esbirro más leal se vuelve rebelde. Mira a su "amo" con una sonrisa deseando, por dentro, que perdieses. Era un juego, te lo tomaste como tal. No se dio cuenta que su amo no es su amigo, pero tomaba independencia. Él empezaba a decidir su camino. Presentó su propuesta y mintió. Su futuro no estaba ligado a él, pronto lo mostraría. Nadie le volvería a pisar.
Un juego de engaños que el demonio empezó sirvió para caer en la aparente inocencia de un niño. "Los niños también mienten después de todo". El esbirro ha sido liberado, pronto todo ha acabado. Por fin encuentras descanso. Sonríes ante otro futuro que restablezca tu gloria pasada
