#36

1K 70 10
                                    

Tarde, pero aquí está! Los quiero

Habían pasado todas las fiestas de navidad, mi aniversario con Michele y pronto vendría año nuevo. Mas específicamente, en dos días. Había organizado una pequeña cena en casa de Michele con todos nuestros amigos más cercanos, y claramente con Michele. Tenía que ir haciendo los preparativos para dicha cena, aunque fuera muy pequeña. Incluso habíamos invitado a Emily, ya que Zac quería que fuera, y aunque todos sabíamos que Michele y ella tenían algo en el pasado, a nadie le resultaba incómodo el asunto. El lema de Zac siempre fue: si quieres a alguien para tu futuro, para que carajos le revisas el pasado. Y todos estuvimos de acuerdo con eso. Nunca me había dado la oportunidad de conocer a Emily de esa forma, y aunque sigue hablando de cosas que a mi parecer no eran interesantes, era una gran persona.

-¿Ya estás lista amor? - preguntó Michele mientras se vestía con una chamarra de invierno. Íbamos a ir al supermercado para recolectar todo lo de la cena.

-Lista. - dije mientras me ponía una sudadera y una chamarra encima de esta. Nunca me arreglaba para salir a un lugar que no fuera el trabajo o un evento. Siempre usaba pants, jeans y una sudadera.

Salimos y la nieve cayó en nuestras caras, nuestra respiración podía notarse por el frío que hacía. Era realmente hermoso, la nieve, el paisaje, todo.

El tema de Bianca había dejado de atormentarme desde que afirmé que no había sido ella la que había entrado a mi departamento. Michele no me hablaba de ella tampoco, por lo que supuse que no había tenido contacto con ella. Pero a pesar de no pensar tanto en el tema, seguía un poco preocupada por lo que fuera llegar a ser capaz.

Nos bajamos en cuanto estacionamos el coche y tomamos un carrito para entrar al super. Había muchísima gente, lo cual era normal ya que era fin de año.

Después de tomar todo lo que necesitábamos, incluso un par de botellas de champaña y vino, incluyendo una de ron y una de whiskey, no formamos en una fila a esperar a que nos cobraran.

Mientras esperábamos, divisé a unas personas que a pesar de que estaban con compras diferentes, estaban hablando. Mi cara instantáneamente se puso pálida y tragué con fuerza y miedo. Era Bianca y el hombre que entró a mi departamento. Lo sabía carajo, sabía que esa perra tenía algo que ver. Parecía que estaban discutiendo en voz baja.

-¿Qué pasa? - preguntó Michele preocupado, tomando mi cara con ambas manos. Al ver que no respondía, miró hacia donde yo miraba y su mandíbula se tensó. - Mierda. - dijo en voz baja. Bianca hizo contacto visual con nosotros y automáticamente su boca se cerró y sus ojos mostraron sorpresa, pero fue tan efímero que no estaba tan segura. Nos sonrió y nos saludó con una mano, a lo que Michele contestó con el mismo acto, pero un poco tenso.

-Michele, ¿recuerdas que alguien entró a mi departamento? - pregunté a lo que él asintió. - En la cama, había un recibo de una tienda que no conocía, así que lo guardé. - sentía que me estaba hiperventilando. - Hace un par de días, le dije a Zac si podía saber exactamente quién había entrado a mi departamento, y me enseñó a un hombre de unos 50 años, así que no le di importancia. - estaba hablando demasiado rápido, Michele me miraba dudoso, queriendo saber a qué iba todo esto. - Es el mismo hombre que estaba hablando con tu mamá, Michele. - finalicé, con mis manos temblorosas. Él seguía confundido por mi declaración.

-¿Por qué no me lo dijiste antes? - parecía un poco enojado.

-No quería preocuparte. - dije bajando mi mirada a mis manos, con voz baja. Soltó un suspiro fuerte.

-Cameron, no puedes ocultarme cosas así. - me regañó. - Es importante lo que pase en tu vida, y quiero saberlo. - tomó de nuevo mis mejillas, obligándome a mirarlo. Besó mi frente y me abrazó para tranquilizarme. - Hablaré de esto con ella. - dijo con decepción en su voz.

Volvimos a mirar a Bianca, y el hombre ya se había ido del lugar, como si se hubiera desvanecido. Mientras tanto, Bianca tenía una sonrisa que no logré descifrar. 

Al pagar, Michele tomó mi mano fuertemente con un intento de protegerme y siempre mantenerme a su lado mientras salíamos de la tienda. Estar cerca de él me calmaba y hacía que me sintiera segura, y sólo él podía hacerlo.

Durante el trayecto, mi mente no dejó de pensar en Bianca. No entendía porqué el hombre había entrado a mi departamento. Había algo que no cuadraba. ¿Que era lo que estaba buscando exactamente? 

I See Red - Michele MorroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora