#34 (+18)

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"I Feel Like I'm Drowning" - Two Feet

Pasadas las 12, los únicos que quedábamos en la fiesta éramos Michele, Diamond, Jacob, Zac y Emily, entre otros. Los últimos dos estaban en un sillón, Emily sentada encima de Zac, besandose con tal ferocidad que era indescriptible. Diamond y yo estábamos un poco pasadas de copa, pero estábamos conscientes. Nos subimos a la barra, que ahora estaba vacía, y bailamos al són de la música. En ese momento estaba sonando "Fantasías" de Ozuna y movíamos las caderas sensualmente.

Michele y Jacob estaban sentados en frente de nosotras, como si de un show se tratara, riendo por nuestros movimientos torpes debido al alcohol. Estuve a punto de caerme de la barra por un movimiento extraño que hice, así que Michele se levantó de su asiento y me ayudó a bajar de la mesa.

-Hey, Cam. Es hora de irnos. - dijo riendo por lo mucho que me tambaleaba.

-Está bien, adios amigos. - arrastré las palabras abrazando a Diamond, quien estaba igual o pero que yo. - Muchas felicidades por su compromiso. - dije sonriendo.Estaba tan feliz de que se fueran a casar, que incluso mis mejillas se tornaron de un tono rojizo por lo fuerte que estaba sonriendo.

-Te amo mucho nena. - dijo Diamond devolviendome el abrazo.

Michele y yo nos despedimos de todos y salimos de la casa, él me sostenía por miedo a que me cayera de boca al piso, mientras reía por mis pasos torpes.

-Vamos en mi coche, mañana pasamos por el tuyo. - dijo Michele caminando hacia su coche. No podía manejar en semejante estado.

Mientras caminabamos a su coche, los tacones que llevaba puestos comenzaron a parecerme demasiado incómodos, así que lo detuve mientras intentaba quitarme los zapatos con movimientos demasiado inútiles ya que no podía desabrocharlos. Michele rió y me tomó de la cintura para cargarme como si fuera una bebé. Reí al imaginarme la escena.

-Te amo. - dije rodeando mis brazos en su cuello mientras que él caminaba conmigo en sus brazos. Sonrió tiernamente y me acercó para juntar sus labios con los míos en un tierno beso.

-Te amo muchísimo más. - dijo llegando a su coche. Me bajó suavemente, para que yo no perdiera el equilibrio y sacó las llaves de su coche, picando el botón del seguro para abrirlo.

Todo el trayecto, estuve bailando la música que estaba en el radio. No estaba lo suficiente borracha para perder el conocimiento, pero sí para bailar torpemente en el coche. El efecto del alcohol se me estaba bajando rápidamente, por lo que ya no estaba como antes.

Llegamos a la casa de Michele y este me ayudó a bajar porque, a pesar de que los efectos del alcohol ya no eran tan evidente, seguía teniendo esta sustancia en mi sangre.

Subimos al cuarto para poder irnos a dormir, o eso fue lo que pensé. Ya que cuando me estaba quitando el vestido para ponerme la pijama, Michele me detuvo.

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-¿Crees que te vas a zafar tan fácil de tu castigo baby girl? - dijo quitando mi pijama de mis manos. En ese preciso momento, todo el alcohol que estaba en mis venas se desvaneció por completo. - Desvístete. - ordenó mirándome fijamente. Obedecí lentamente sin dejar de mirarlo a los ojos. Tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Se dio la vuelta y caminó a la mesa de noche que estaba de su lado. Abrió el cajón y sacó unas esposas que en mi vida había visto. Un suspiro salió de mis labios mientras que él se acercaba lentamente a mí con paso lento.

-Date la vuelta. - volvió a ordenar. Me di la vuelta con una mirada confundida mientras que él tomaba mis brazos y esposaba mis muñecas suavemente.

Me giró para que lo mirara y se acercó provocativamente a mi cara, mientras que sus ojos recorrían mi cuerpo desnudo con hambre y deseo. Me besó ferozmente mientras que yo intentaba zafarme de las esposas para poder acercarlo más a mi. Que impotencia sentía en esos momentos.

Sus manos se posaron en mis brazos, haciéndome caminar hacia la cama. Me giró agresivamente y me dio un leve empujón, mi torso estando pegado a la cama mientras que él tomaba las esposas y azotaba mi culo sin afán de lastimarme. Solté un gemido por ese acto y él soltó un gruñido. Escuché como se desabrochaba el cinturón mientras que yo estaba acostada en la cama boca abajo, sin poder girarme para verlo. Era verdaderamente una tortura. Se escuchó como se quitaba la ropa y escupía en su mano. Su mano se posó en mi culo, apretandolo y me penetró lentamente. Sentía cada milímetro adentro de mí. Los dos jadeamos mientras que entraba en mí, pero salió de mí rápidamente, torturándome. Solté un quejido por la necesidad que sentía de tenerlo adentro de mí. Él por su parte, soltó una risa al ver mi desesperación. Tomó las esposas y las jaló volvía a entrar en mí, ahora fuerte y rápido.

Entraba y salía de mí tan rápido como si fuera posible, mientras que yo intentaba zafarme para poder llegar al orgasmo, pero debido a mi posición y al hecho de que tenía esposas en mis manos, me fue imposible hacerlo. Solté un grito mientras llegaba al orgasmo y todo mi cuerpo temblaba, pero Michele no paró de penetrarme duro. Siguió mientras que mis piernas no dejaban de temblar por el placer que sentía. La velocidad disminuyó drásticamente, pero los gemidos no paraban de salir de nuestras bocas.

-Más rápido. - dije jadeando. Él soltó una risa suave y en lugar de que hiciera lo que le había pedido, me penetró lento y suave.

-¿Cómo se pide? - dijo con su respiración alterada.

-Por favor. - supliqué con un quejido.

-Así me gusta. - dijo y supuse que tenía una sonrisa en su boca por su voz. Dicho esto, entró agresivamente en mi de nuevo.

Los dos llegamos al orgasmo, mientras que él se venía dentro de mí.

Quitó las esposas de mis manos y me giró para abrazarme mientras que los dos seguíamos teniendo la respiración agitada.

-De verdad eres lo mejor que me ha pasado en la vida. - me dijo aún abrazándome. Lo miré fijamente con una sonrisa en mis labios. Lo besé mientras tomaba su mejilla. Quería pasar toda mi vida con este hombre y jamás me iba a cansar. 

I See Red - Michele MorroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora