La seguridad de Vaiana

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Maui adquirió su forma de halcón, voló hasta la aldea de Motunui y tomó un barco para navegar hacia la isla dónde se encontraban Vaiana y el mono esperándolo y en la cual habían pasado varios días hasta que él se recuperó del todo de sus heridas de batalla.

Cuando llegó de nuevo a la isla, el mono y la joven corrieron en su dirección visiblemente emocionados, habían pasado más de veinticuatro horas solos en aquella isla y agradecían notoriamente el tan deseado rescate.

Pusieron rumbo a Motunui y Vaiana extrañamente se sintió triste. Aquel viaje le recordaba a cuando Maui se despidió de ella hacía dos años.

¿Se volvería a ir tan abruptamente? ¿Ya no regresaría jamás? La joven acarició el pelaje de Kujo distraídamente mientras el animal dormitaba en su regazo, estaba totalmente sumida en sus pensamientos.

Maui, que navegaba el barco, se percató de ello.

– ¿En qué piensas, princesa?
– ¿Cuántas veces te tengo que decir que no soy ninguna princesa?
– Pues claro que lo eres, a pesar de que lo niegues eres la hija del que gobierna en una isla, es decir, que eres la hija de un especie de rey, y eso Vaiana inevitablemente te convierte a ti en princesa.

Vaiana le sacó la lengua, divertida. En cierta manera el semidiós tenía razón, por lo que a la muchacha no le quedaban argumentos para rebatirlo.

–Pienso en si te volverás a ir de repente, y si en ese caso regresarás en unos meses, en años o puede que nunca. O Quizás sí, en otra ocasión en la que esté al borde de un abismo- Murmuró Vaiana con ojos tristes y una mueca de lástima respondiendo a la primera pregunta de Maui.

Aquella actitud de Vaiana consiguió que a ojos del semidiós se pareciera de nuevo a esa niña de dieciséis años que dejó atrás hace dos años y eso lo hizo retroceder en el tiempo a través de sus recuerdos, pues ella tenía el mismo semblante que entonces. La dejó destrozada aquel día y para su desgracia fue consciente de ello.

Como el semidiós, poco después de despedirse de la pequeña jefa, se dio cuenta de que había olvidado en la alcoba que le habían asignado los jefes una reliquia que robó en sus años de rebeldía y que se disponía a devolver a su lugar de origen tuvo que sobrevolar en su forma de búho la fiesta en conmemoración a él y a Vaiana. Así fue como pudo observarla, tan ausente y tan triste, sonreía en ocasiones de forma forzada y clavaba la mirada en su plato de comida, ni siquiera quiso bailar después de la comida. Maui estuvo tentado a aparecer allí en su forma humana y animarla pero no lo hizo porque era consciente de que aquel era el primer paso para que ella lo olvidase: alejarse definitivamente de ella.
A pesar de eso no pudo evitar que le dolores en el alma verla de esa manera, a punto de desplomarse allí delante de su propia gente.

Maui regresó a la realidad cuando Vaiana lo pellizcó con malicia en uno de sus brazos, consiguió que el semidiós se sobresaltara y la empujara al océano sin querer. Al ver que éste no la devolvía de nuevo a la embarcación el semidiós se lanzó a por ella sin pensarlo dos veces. La devolvió a la barca y dejó que la muchacha escupiese el agua que se había tragado en la inmersión.

– Lo siento, Vaiana. Me asustaste y por eso reaccioné así y te tiré del barco, no pretendía hacerlo. - se explicó Maui.

Vaiana no parecía enfadada, sin embargo, a pesar de haber estado a punto de hundirse en las profundidades marinas.

– Es que tú expresión angustiada me hizo pensar que no estabas bien y por eso quise que tu mente regresase de nuevo a este precioso soleado día. Lo siento por el pellizco, por cierto. - comentó Vaiana.

Ambos se rieron ante lo que acababa de pasar, evitando a toda costa la pregunta de Vaiana sobre si Maui regresaría o se esfumaría para siempre.

– Creo que no me iré en un tiempo, porque veo que me sigues necesitando, eres como una niña pequeña a la cual hay que vigilar para que no se meta en problemas - Dijo Maui finalmente, de la nada, cuando estaban llegando finalmente a Motunui. " Y porqué te he echado mucho de menos, por qué sin ti siento que me falta algo".

El Semidiós Y La Princesa (Maui y Vaiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora