EPÍLOGO

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—Taehyung...

Se desorientó. La mirada de Taehyung le decía cuánto daño le ocasionó, y no supo que hacer, fueron los segundos más aterradores de su vida.

Mirándolo fijamente se acercó lentamente sin asustarlo, mientras explicaba.

—No creas lo que dije, estaba confundido —negó con miedo—. Te quiero a ti y a nuestro cachorro.

Taehyung sollozaba dando pasos atrás para evitar la cercanía de Yoongi.

—Déjame explicarte —su marca estaba siendo rechazada.

—N-no lo hagas —ahogó un sollozo.

—Sé que no quieres escucharme, por favor no te lastimes.

—Fui un tonto... al pensar que me querías... Qué querías una familia conmigo.

La situación empeoraba y el dolor no ayudaba. El que no quisiera escucharlo tampoco. Yoongi apretó sus manos pensando que de esa forma reprimir el dolor... Él era un alfa orgulloso, hace años que no demostraba alguna aflicción, ni alguna característica expresión de tristeza frente a su familia.

No obstante, eso ahora no importaba, lo único que necesitaba era que Taehyung comprendiera que se reacción no es un juego, ni una tontería que sucedió de lo inesperado.

Sí, las cosas al principio parecieron suceder de tal forma, pero todo cambio. Cambio con la presencia de Taehyung. La vida le sonrió una vez más, la vida le brindo una nueva oportunidad de amar.

Se convirtió en un amor inmenso y no existía un muro que los separara. Es un amor extraño y a la vez complicado, por eso deseaba decirle que nunca le haría daño. Lo de su confusión, era una tontera, una estupidez, él tenía en claro que solo amaba a Taehyung.

—De haber sabido esto... —respiró con dificultad al sentir su corazón destrozado. Era una lástima que hayan perdido el tiempo en una relación que no tenía futuro —Yo nunca...

—No Taehyung

—No me quieres Yoongi, tampoco a nuestro cachorro —Chilló adolorido.

Yoongi negó, en su corazón emanaba un fuego intenso que crecía e iba armando un camino por medio de las venas, hasta instalarse en su pecho.

—Si no tuviera al cachorro...

Si no estuviera en espera, Yoongi sería libre, y hubiese huido con Jihoon en el primer momento. Estaba seguro de eso. Acababa de escuchar a su pareja decir que sus sentimientos por Jihoon seguían plenos. Sintió una rabia recorrer su cuerpo, fue tan inocente e iluso para caer en el juego de un alfa que fingía todo este tiempo quererlo. Se decepcionó de sí mismo al estar ciego de un amor no correspondido.

—No quise darte a entender —frustrado se acercó sosteniéndolo—. Estaría a tu lado, a pesar de no tenerlos —Explicó sin saber que más hacer.

—¡Obligado! —Exclamó alejándose—. Jamás me quisiste, si no hubiese tenido mi celo aquel día, no estarías aquí. Todo fue mi culpa —Lloró de impotencia, sintiendo la desesperación y culpa estremecer su cuerpo.

—Nada es tu culpa, ¿recuerdas lo que dije ese día? —sonrió al recordarlo—. Yo había tomado interés en ti mucho antes, busque información sobre ti para saber quién era ese chico, a quien no le importaba los malditos estereotipos y prejuicios que impuso está sociedad... —dijo volviendo a traer recuerdos del pasado.

Las fuertes declaraciones asombraron a más de uno de los presentes en la gran sala de la mansión. Los familiares estaban perplejos al escuchar las explicaciones de su sobrino, nieto, primo u otro parentesco, para con el omega. Ningún min daba explicación de sus acciones a ningún otro debajo rango. Además, se sorprendían por ver las expresiones entre tristeza, dolor y... La sonrisa de Yoongi les hizo exclamar de sorpresa.

1. Amando A Un Lobito Gruñón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora