1. Amando A Un Lobito Gruñón

CAPÍTULO 10

Días después, Jimin y Jin charlaban tranquilamente. Estaban tratando de llevarse mejor que antes de las disputas, ya que toda situación mal interpretada estaba siendo dispersados por disculpas y arrepentimientos.

Arreglar las cosas entre ellos fue la mejor decisión que hicieron, ahora conversaban como personas civilizadas sin ningún tipo de rencor. Pero hubo algo que mantuvo a Jimin preocupado, por esa razón busco la ayuda de Jin.

—Yo creo que deberías darle una oportunidad, sí ambos se gustan porque no intentarlo, no pierdes nada con ello —Explicó el mayor dando su punto de vista.

—Sí —Suspiró y dijo apenado lo siguiente—. La cosa es que... se esparcieron muchos rumores sobre mí. Y no quiero que Jungkook pase vergüenza por mi culpa.

—Jimin escúchame con atención -Colocó ambas manos en su cintura viéndolo seriamente—. Si a Jungkook le hubiese importado todos eso, no te hubiera pedido que seas su omega.

—Pero...

—¡Ah! no es posible que dudes, reacciona o vas a perder la oportunidad de estar con un buen chico, como lo es Jungkook —Habló desesperadamente al querer ayudarlo a entrar en razón. Calmándose le dio un pequeño empujón para que saliera a buscarlo—. Ahora ve y dile lo mucho que te gustaría ser su pareja.

Jimin dudo, pero asintió. Salió corriendo por los pasillos de la universidad en busca de Jungkook. A quien encontró apoyado en un muro junto a una rubia que estaba pegada a él como si fuera un chicle y ese tonto no se la quitaba de encima.

—Jungkook deberíamos divertirnos esta noche no crees —Mencionó la rubia de nombre Lisa apegándose más alfa.

El mencionado no dijo nada, estuvo ignorándola toda la mañana, sin embargo, a ella no le importo. Suspirando quiso irse de allí, así que revolvió sus cabellos por lo frustrado que se sentía. Pero su mirada cayó en Jimin, el omega estaba medio escondido para que no lo viera o eso creyó.

—Vamos te gustará pasar la tarde conmigo —Insinuándose, la joven coló su mano bajo la camisa de Jungkook acariciando el duro abdomen.

—Está bien —Dijo mirando como Jimin se acerba a ellos.

—Jungkook, ¿puedo hablar contigo?, por favor —Pidió amablemente reteniendo las ganas de golpear al alfa por dejar que esa tipa lo tocara demás.

—Habla —Respondió en tono serio.
Ahora era su turno de actuar con desinterés hacia el omega. Se confesó varias veces y este le rechazó en varias oportunidades. Estaba resentido.

—Pero a solas —Su mirada se rabia se volvió triste al ver como Lisa empezó a dejar besos en el cuello de Jungkook.

—Lo siento Jimin, pero Jungkook está ocupado ahora.

—Quiero hablar con Jungkook —Casi pareció hacer berrinche.

—Deberías irte, Jungkook ya dejó de ser tu perrito faldero... ahora él y yo vamos a divertirnos. No es así Jungkook —Ella sonrió al ver como el alfa asentía.

—Jungkook, no dirás nada... —Su voz fue tenue.

—Será mejor que te vayas.

A Jimin se le achicó el corazón y las ganas de llorar estaban a punto de salir a la luz.

Jungkook tragó saliva al ver el semblante de Jimin. Sus ojitos se destellaban por querer llorar y lo miraba con decepción.

—Imbécil —Gritó—. Eres igual a todos los alfas que conozco.

Dicho esto, salió huyendo o sería nuevamente humillado. No se reprimió a soltar sus lágrimas, a fin de cuenta estaba solo, siempre lo estuvo.

Llorando en medio camino fue detenido por el fuerte agarre en su brazo. Jungkook lo observaba furioso.