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El club de teatro había comenzado sus actividades minutos antes de que ___ llegará.

Ella seguía hablando con uno de los maestros sobre un tema que no entendía de su materia.

Mientras tanto Legoshi estaba acostado en el piso del club sin nadie a su alrededor, había llegado temprano. Miraba sus garras, aquellas que lastimaron la piel de la chica que le gustaba, se lamentaba por ello, pero también una duda surgía en su mente desde el día anterior. El panda le había dicho que el olor de los humanos del tipo que ___ emanaba era cuando ya no eran vírgenes, eso le intrigaba gracias a que ella le había recalcado en algún momento que lo era. Pero no quería preguntarle, ¿y si ella se enojaba? ¿Cómo podría siquiera hablar de eso con ella? Era un lobo extraño, apenas unos días antes parecía todo un seductor y ahora no podía hablar del tema con ella. Pero quería hacer algo, él veía como los demás machos la observaban, quería que todo fuera a su favor con ella, y lo intentaría.

-Si que tengo mentalidad de lobo -mencionó en voz baja para si mismo.

De pronto unas manos aparecieron junto a él. Se asustó por lo que se movió de su lugar quedando sentado.

Una bella loba lo observaba curiosa, sus rasgos eran finos y su figura bastante bonita para una chica de primero, lo cual supo por su uniforme, su pelaje tenía un todo marrón con algo de vino, era hermosa pensaba él pero no sentía nada al notarlo.

-Perdón por asustarte -su rostro mostraba una enorme sonrisa de oreja a oreja como si la acción del lobo le hubiera causado gracia-. Eres Legoshi ¿cierto?

-¿Eh? Ah si.

-Mucho gusto soy Juno, algunos otros integrantes del club me dijeron que había otro lobo en el club y que era muy amable, me comentaron que me podría ser más cómodo si te pedía ayuda.

-¿Qué necesitas?

-Me eligieron para uno de los papeles del festival. Uno de los dinosaurio, seguro les debió parecer gracioso -era tan notable la tristeza que emanaba de ese comentario. Legoshi estaba realmente sorprendido con la facilidad que la chica tenía para expresarse -. Pero eso es pasado por lo que daré todo de mi para que salga lo mejor posible.

-En ese caso, claro que te ayudare aunque yo no participe el año pasado pero te puedo dar unos consejos.

-Muchas gracias -mencionó ella con emoción.

Juno práctico frente a Legoshi pero se detuvo en una parte que la confundía, sin embargo si cualquiera los miraba desde lejos parecía como si ella le coquetear a un poco, pero era inevitable cuando si te acercabas a ese lobo. Era perfecto, guapo, alto y extremadamente amable, el hecho de ser un carnívoro y un chico no tan sociable era lo único que impedía que tuviera tantas fanáticas como Louis.

De pronto mientras Legoshi ayudaba a Juno ambos quedaron en una posición romántica, el detrás de ella abrazándola con sus fuertes brazos. El corazón de Juno palpitaba al cien, ella lo sabía, lo sabía desde que veía a Legoshi de lejos en los pasillos, lo sabía desde que lo vio ayudar a una de sus compañeras ardilla a abrir una de sus nueces. Era sorprendente que él nunca la hubiera notado, aunque desde lejos se veía que estaba constantemente aislado de sus compañeros hundido en su propios pensamientos.

Una de sus compañeras del club los interrumpió al entrar al salón lo que causó que se separarán.

-Muchas gracias por ayudarme Legoshi -dijo Juno con un sonrojo que se disimulaba con su pelaje.

-No hay de que Juno. Ahora me voy a mi puesto -Legoshi no comprendía porque con ella, porque incluso con la cercanía que había tenido con aquella loba no sentía nada, su corazón no palpitaba con todas sus fuerzas, su rostro no se sonrojaba. Sin duda para él eso era muestra suficiente para darse cuenta que ___ realmente le gustaba.

Paso el tiempo en el club y Legoshi comenzaba a preocuparse pues ___ no aparecía.

Ella no apareció durante toda la hora del club. Y no la vio regresar a su edificio cuando Legoshi paso por el.

¿Dónde estaba?

Él temía que algo la hubiera lastimado, ¿y si la atacaron como el lo había hecho? Legoshi temía por ella.

No dudo dos veces y cuando ya no había nadie cerca del edificio entró a el. Era solo para chicas por lo que debía tener cuidado si alguien lo veía ahí.

Él no sabia cual era su habitación ¿Cómo había sido tan tonto? No tenía ni idea de a donde ir pero fue su olor el que lo guió, era sorprendente podía sentir su olor entre tantos otros olores.

Llegó a donde lo sentía más fuerte, la habitación B133.

Tocó la puerta, no obtuvo respuesta, toco otra vez y nada, estaba comenzando a asustarse.

Tocó una tercera vez y la puerta de la chica comenzó a abrirse.

UN POCO DE NOSOTROS (Legoshi  X Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora