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Gouhin era un hombre, o más bien un panda, de palabra, tan pronto como el día avanzó después de la inesperada visita del lobo a su casa pudo mover sus contactos y arreglar todas las cosas tal y como le había dicho a los chicos minutos antes.

No fue tan difícil para alguien con tanta experiencia como él, pero ___ no sabe al día de hoy como es que logro todo eso.

Era un panda muy misterioso, y más por el hecho de estar dispuesto a hacerse cargo de una chica embarazada.

Él sabía la carga que se había puesto sobre los hombros, sin embargo estaba dispuesto a hacerlo con tal de tener a Legoshi bajo su brazo, lo necesitaba para poder lograr lo que se proponía.

Pero para ___ era muy extraño vivir bajo el cuidado de un desconocido sin embargo no podía quejarse, eso no era correcto dada la situación en la que estaba. Necesitaba de la ayuda de Gouhin, y sin que ella lo supiera él necesitaba ayudarla para obtener al lobo.

Tenía una media hora que Legoshi se había despedido para volver a la escuela, no podía quedarse tan noche en ese lugar.
Por lo mismo la casa del panda parecía haber perdido una gran cantidad de su calor.

La chica estaba sentada en el sofá, pero casi no se movía de ahí. Gouhin había dicho que acomodaría la habitación en la que se quedaría, esas habían sido las únicas palabras que habían cruzado.

Era una casa bonita aunque algo fría y solitaria aún con todas las macetas con plantas que se alcanzaban a ver desdé ahí en gran parte de la misma.

Unos pasos se escucharon en dirección hacia donde ella estaba y a los pocos segundos el dueño de estos se dejó divisar por la chica.

-Creo que no nos hemos presentado correctamente -habló el panda -. Mi nombre es Gouhin, como ya has visto soy un panda y un amigo de Legoshi, o algo así. Es un placer conocerte.

-Yo soy ___ -contestó la humana levantándose del sofá y extendiendo su mano -. Y también es un placer conocerlo. Aunque lamento que haya sido en estás circunstancias, pero de verdad le agradezco el que nos ayude a Legoshi y a mi.

El panda estrecho su mano, pero al momento de separarse y mirarla por completo no pudo evitar lanzar un comentario al aire.

-Eres más pequeña de lo que imaginé.

___ quiso decirle algo por su comentario, pero prefirió no causar problemas.

-Soy algo baja, pero no todos los humanos somos así -___ recordó que parte de las razones por las que él los ayudaría era para aprender de los humanos.

-Justo te iba a preguntar eso. Bueno -comenzó a caminar e hizo un ademán para que la chica lo siguiera -. Te mostraré tu cuarto la casa.

-Muchas gracias.

El tapizado viejo y el olor a tierra mojada causado por las macetas eran parte de lo que conformaba la casa de dos pisos.

La entrada al segundo piso podía ser a través de unas escaleras internas y unas externas, pero a la chica se el indicó no salir porque el lugar era muy peligroso para ella.

La parte superior constaba de una cocina, un baño en dos de las tres habitaciones y una pequeña sala de estar, todas las paredes tenían un amarillo opaco que, por alguna razón, combinaba muy bien con el panda.

No se le dejo volver a la parte inferior después de que subieran las escaleras internas. Ella solo pudo ver el baño y la sala que tenía abajo cuando estuvo ahi, pero eso solo era la mitad. Gouhin le explicó que su trabajo en ese lugar era peligroso para ella, por lo que lo mejor sería que se quedará en la parte de arriba.

Cuando llegaron a la habitación que el panda le arregló un ligero olor a polvo se hizo presente en el ambiente, pero todo lo demás se veía bien y cómodo.

___ le agradeció una vez más y cuando planeaba despedirse de él esté la detuvo y le indico que se sentará en la cama para poder revisarla en lo que se podía, él era un doctor al fin y al cabo y ella su paciente.

Terminando esto solo le dijo que podía agarrar lo que quisiera de la cocina y se despidió de ella.

El día fue agitado y ___ necesitaba descansar, por lo que se quedó dormida muy rápido.

Pero para Legoshi la noche no iba tan bien, tenía que arreglar un asunto o más bien hablar sobre algo con alguien.

Antes de ir a la escuela paso por la casa en la que había crecido y a la que se había negado volver en el verano.

Tocó la puerta suavemente. Solo espero unos segundos para que la puerta se abriera.

Un reptil grande e intimidante, aunque visiblemente viejo, sus ojos eran admirables y feroces.

Pero esos ojos que causarían miedo a cualquiera se vieron tan frágiles y llenos de lágrimas en el momento en que Legoshi le comento la situación.

Mantenían cierta distancia uno del otro y el ambiente estaba frio aún cuando estaban dentro de la casa.

—Ya se que soy una decepción como lobo y... Cómo hombre —habló Legoshi—. Pero de verdad espero que me comprendas, y no te preocupes por los gastos o la carga, yo me haré cargo de todo. Pero por favor, quiero que mi hijo o hija tenga un abuelo, aún cuando ya no quieras hablarme o...

—Legoshi —su abuelo lo interrumpió—. Jamás me has decepcionado, eres de las personas más fuertes que conozco por lo que estoy eternamente orgulloso de ti —lo abrazo a lo que el lobo se sintió muy sorprendido y, por primera vez desdé que su madre murió, se sintió amado por su familia—. Eres mi orgullo y siempre lo serás. Y estoy esperando conocer a la afortunada ganadora de tu corazón.

—Sobre eso...

—¿Si?

—Es la humana que llegó hace unos meses.

—¿Qué? Oh Legoshi, saliste igualito a mi —comezo a reír mientras abrazaba a su nieto—. Espera ¿Cómo le harán? Puede quedarse aquí si así quieres.

—Gracias abuelo, pero está con un doctor en este momento, se quedará con él porque no sabemos que pasara. Estoy muy preocupado, ¿Y si por mi culpa algo malo le pasa? Esta en peligro constantemente solo por que no pude contener mis hormonas.

—Calma Legoshi, todo estará bien, ya lo verás. Ahora vete a la escuela antes de que oscurezca. Las calles son más peligrosas en estos tiempos. Y recuerda traerme a la chica para que la conozca en tu próximo descansó.

Legoshi abrazo nuevamente a su abuelo, estaba más tranquilo ahora.

—Gracias abuelo.

Parecía que las cosas mejorarían pronto para estos adolescentes, pero lastimosamente Legoshi tenía todavía otra misión, misión de la que se acordó en el momento en que, como todos los días, pasó a ver a su amigo Tem.

Pero ni Legoshi ni ___ se esperaban las temibles cosas que se aproximaban...

UN POCO DE NOSOTROS (Legoshi  X Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora