De Sexo a Ballet

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Tom y yo habíamos cumplido un mes de novios y era maravilloso, claro que a veces teníamos problemas y algunas veces no podíamos vernos mucho, pero siempre disfrutábamos de nuestra compañía; aunque al comienzo de nuestro segundo mes de novios estuve un poco... Ansioso.

-¿Sexo?

-Sí. Digo, ya tenemos un mes de novios y me gustaría que... Nosotros... E-Ehm, tu sabes... -No podía terminar la oración por la vergüenza que me daba hacerlo y eso le causaba mucha gracia mi novio.

-Quieres que tengamos sexo. -Terminó la oración intentando no soltar ninguna risita burlona.

-S-Sí, eso. -Contesté, tenía el rostro como un jitomate y eso hacía que la burla que Tom sentía hacia mi persona aumentara.

-Eres tan tierno. -Alargó la última sílaba de la última palabra mientras acariciaba mi rostro y yo me molestaba por su comentario. -Oye, yo también quiero que tengamos sexo y hacer más cosas de adultos, pero aún es muy pronto. Sólo tenemos un mes de noviazgo y en ése terreno eres algo parecido a un virgen.

-¡No soy virgen! -Contesté con más energía de la que hubiera deseado.

-Lo sé, pero piénsalo de ésta forma: ¿Dónde puedes encontrar el punto erógeno de un hombre? -No sabía qué contestar pues no estaba muy informado sobre eso por lo que terminé dándole un punto a favor a Tom. -¿Lo ves?, lo mejor será esperar y conocernos un poco mejor para después hacer cosas de adultos, ¿okey?

-Pero sólo tengo que informarme un poco más y...

-Hey, ya llegaremos a eso. Lo prometo. -Besó mi mejilla y se dirigió a la cocina para prepararnos algo.





-Creo que es el primer hombre que se niega al sexo. -Dijo Wade. Les había contado a los chicos sobre la charla que había tenido con Tom y sabía muy bien que no debía hablar de cosas íntimas con los demás, pero necesitaba un consejo y mi madre no estaba disponible en ese momento.

-Tiene un buen punto, Lenny no sabe nada de eso y tan sólo tienen un mes de novios, aunque me sorprende que tú seas él que quiera iniciar todo. -Comentó Sander con seriedad.

-¿Por qué te sorprende?, él era él que me prestaba las revistas para adultos en secundaria. -Declaró Wade por lo que lo golpeé con una almohada y un sonrojo furioso se esparcía en mis mejillas.

-Rosie dice que jamás te mostrabas interesado en ella.

-¿"Rosie dice"? -Repetí; Sander se mostró totalmente nervioso, balbuceaba incoherencias e intentaba decir algo que lo hiciera parecer un "buen amigo" y que no me estuviera apuñalando por la espada, pero TODO el mundo ya se había dado cuenta de que él sentía algo por Rosie, excepto claro: Rosie.
Cuando supe sobre su enamoramiento hacia ella me sentí muy mal por él, como si lo estuviera traicionando, pero ahora que salgo con alguien más, ya no me siento de esa forma y él puede cortejarla si quiere.

-¡E-Es que el día que tuve que consolarla, ella me contó cosas!, ¡Eso fue! -¿En serio?, ¿Es lo mejor que se te ocurre?, pensé.

-Si, claro. -Contestó Wade con sarcasmo.

-¡E-Es verdad!

-Lo que tu digas. -Susurré. Seguimos hablando de trivialidades y de los proyectos de la universidad, que gracias a Wade, seguían en retraso. Cerca de las seis de la tarde, me llegó un mensaje de Tom, diciendo que quería verme en su casa; les dije a los chicos que tenía que irme y nos despedimos.





Llegué a la puerta de su casa media hora después de viaje en taxi; toqué la puerta un par de veces y me abrieron la puerta, grade fue la sorpresa de darme cuenta de que había sido Shannon quien lo había hecho.

-Hola.

-Hola. -Contestó dudosa.

-¿Está Tom? -Pregunté mientras intentaba mirarlo por detrás de ella pero no lo veía por ningún lado.

-¿Para qué lo quieres? -Cruzó sus brazos y alzó su mentón para verse temeraria pero sólo logró verse adorable.

-Me dijo que lo viera aquí. -Contesté con simpleza, ella me dejó pasar y me invitó a sentarme en uno de los sillones de la sala, luego ella imitó mi acción y me miró con severidad.

-¿Qué intenciones tienes con mi hermano? -Me preguntó mientras cruzaba sus piernas.

-¿Q-Qué intenciones- -Pregunté nervioso.

-Sé que tú y mi hermano tienen sus "cosas" -remarcó la última palabra con fuerza y eso me hizo sentirme más nervioso -y entiendo que ustedes tengan esos "gustos" y es por eso que no me voy a interponer en lo que sea que tengan, pero te advierto, si mi madre se entera yo no los defenderé.

-¿Por qué no?

-Porque a mi madre no lo gustaría enterarse de que su hijo se besa con su "amigo" a escondidas y que yo no dije nada. -Su voz sonaba preocupada y quise preguntar por qué sonaba así pero en ese momento Tom llegó.

-¿Qué carajos le estás diciendo al "grandulón"? -Preguntó molesto mientras se situaba a un lado de mí y ponía su mano derecha en su cadera.

-Sobre los riesgos de ser tu noviecito. -Tom abrió los ojos de par en par y balbuceó algunas incoherencias, Shannon suspiró y le lanzó una billetera que estaba en la mesa de centro en la cara. -Tranquilo, no le diré a mamá y lleva dinero, el viaje al salón de ballet de Charlotte es largo y muy costoso.

-Descuida, no gastaremos mucho. Vámonos. -Me despedí de Shannon y seguí a Tom hasta la acera, llamó la atención de un taxista que iba de paso y le pidió que nos llevara a una dirección que tenía escrita en un papel. Subimos al taxi y después de un trayecto de casi cuarenta minutos, logramos llegar a nuestro destino: El salón de ballet. -¡Chalotte!, ¡Que gusto verte! -Le exclamó a la señora de unos cuarenta años de edad, de cabellos rubios y canosos y que vestía un uniforme de ballet para entrenar de color negro; ella estaba calentando cerca de las barras que estaban pegadas a las paredes.

-¡Tom!, me alegra tanto verte. ¿Cómo está tu madre? -Le preguntó con una dulce voz que enamoraría a cualquiera mientras lo abrazaba.

-Bien. Sigue creyendo que arruinaste su matrimonio. -¿Y lo dices como si nada?, pensé inmediatamente y con una alta vergüenza en todo mi sistema.

-Oh, tu madre nunca va a cambiar. -Soltó a Tom y comenzó nuevamente a estirarse y él la imitó. -¿Y quién es tu amigo? -Le preguntó.

-¿Recuerdas que te hable de un chico que conocí por el trabajo y con él que comencé a tomar café todas las mañanas y que se volvió mi novio? -Ella asintió. -Es él.

-Vaya, es igual de guapo a como lo describiste. ¿Sabes? En un principio creí que la historia del chico lindo y que se avergüenza rápido era mentira. Y también que eras un pícaro. -Tom gritó su nombre eufóricamente y yo me avergoncé, ella guardó silencio y luego comenzó a dar vueltas, o como se le llama: Fouetté en Tournant , Tom le siguió y comenzaron a bailar a la par, luego acoplándose en sus papeles y luego sólo quedó él. -Recuerdo que cuando era niño, su padre lo traía junto con su hermana. -Dijo sin pensar -Ella ensayaba junto con las demás niñas y él las observaba detenidamente y después intentaba emular sus pasos. A su madre no le parecía, puesto que eran "mariconadas", pero increíblemente a su padre no le molestaba, de hecho, le gustaba verlo intentarlo y a mi también; su madre se dio cuenta de que teníamos algo en común y le dijo "es ella o yo" y los niños tuvieron que dejar de venir, aunque él se escabullía para venir a verme... -Todas y cada una de sus palabras llevaban nostalgia y una saciedad de volver a esos viejos tiempos, como si fuean tan lejanos que no los pudiera tomar.

-Se nota que usted se preocupa por ellos. -Comenté con admiración.

-Sí, más por él. Sólo espero que algún día deje de trabajar en ese club. -Comentó con una muy notable preocupación.

-A él le gusta trabajar ahí.

-Lo sé, y también sé que le encantaría hacer algo con su vida, ser aclamado por lo que él es y no por lo que muestra a esos hombres que lo comen con la mirada... Sin ofender. -Nos reímos por eso y volvimos nuestra vista a Tom quien hacía hermosos pasos de baile. Él es tan hermoso, no sólo por su cuerpo, también por su corazón, pensé.

Haughty QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora