Había despertado más temprano de lo habitual por la culpa de un fuerte ruido proveniente de mi cocina; así que decidí levantarme e investigar.
Tom estaba cocinando mientras escuchaba alegremente la música que sonaba en el tocadiscos. Me acerqué a él con cautela para después tomarlo de la cintura y atraerlo hacia mí, él se sorprendió por lo que me golpeó en el estómago con su codo por inercia y yo sentí cómo el dolor comenzaba a brotar en mi abdomen por lo que lo tomé entre mis manos.
—¡Leonard! ¿Estás bien? —Me preguntó preocupado.
—Estoy bien. —Articulé con dificultad.
—No hagas eso, pensé que eras algún ladrón o algo así. —Me ayudó a sentarme en una silla junto a la mesa y volvió a su tarea inicial.
—¿Qué cocinas? —Le pregunté.
—Huevos con tocino. Por cierto, espero no te moleste que haya tomado prestado este vejestorio. —Señaló el tocadiscos que aún seguía sonando. —No sabía que tenías algo así en tu departamento.
—Era de mi padre, —comenté —su padre se lo dio cuando tenía quince y le compró muchos discos de vinilo de música clásica. —Me gustaba recordar los tiempos en que mi padre la usaba en su oficina y me enseñaba a usarlo. Eran buenos tiempos.
—No sé si a tu padre le guste que lo profane con rock 'n' roll. —Dijo divertido.
—Descuida, yo ya lo hice y no me dijo nada. —Tom comenzó a bailar al ritmo de la música y se fue acercando a mí de a poco, luego tomó mis manos y me levantó.
—¿Bailamos? —Preguntó mientras seguía moviéndose.
—No sé bailar, sólo vals. —Dije apenado.
—Pues hoy aprenderás. —Tomó mis manos con fuerza y comenzamos a bailar, más bien, él bailaba y yo hacía un pobre intento de baile pero no me importaba, me encantaba estar junto a él y que me hiciera hacer tonterías que jamás pensaría en hacer. Dejamos de bailar cuando el olor de algo quemado llegó a nuestras fosas nasales y después de salvar la poca comida que quedaba, la consumimos y fuimos a los lugares que nos correspondían; nos veríamos después, en las clases de piano y después iríamos al club, pero por el momento debía ir a la escuela.
—¿Entonces? —Preguntó Wade emocionado por mi respuesta; cada vez que nos veíamos quería que le dijera si ya había tenido sexo con Tom, pero la respuesta siempre era la misma.
—No, Wade. Aún no.
—Pobre de tí, es como volver a ser virgen. —Comentó Sander dándome sus condolencias. —De seguro tienes las bolas azules. —Pensó en voz alta.
—Y las va a tener más. —Wade señaló hacia en frente de nosotros y ahí mismo se encontraba Rosie quien caminaba con ferocidad.
—Leonard, tenemos que hablar. —Habló demandante; rodé los ojos y seguí mi camino, pero ella me estaba siguiendo e intentando convencerme de hablar con ella. —Lenny, ése chico es una mala influencia para tí, sin contar con que es una prostituta. —Volteé a verla de inmediato y con mucho enojo.
—Él no es una prostituta, es un bailarín exótico. Hay una gran diferencia, así que no te atrevas a hablar así de él. —Le exigí entre dientes.
—Como sea, pero tú viste las fotos de él besando a ése otro chico, aún cuando ustedes salían. —Me arrepentí de haberla engañado aquella vez pues ahora me lo restregaba cada que podía. Sí, no era la primera vez que me seguía por toda la escuela para "hablar".
—Lo dijo porque quería que dejaras de fastidiarme. —Repliqué.
—¡Mientes!
—¡No lo hago! —Todos voltearon a mirarnos confundidos, algunas personas comenzaron a murmurar por lo que intenté guardar la calma nuevamente. —Rosie... Sólo... Déjame en paz, aléjate de mí. —Y me fui, ya estaba harto de que siempre intentara volver conmigo cuando sabía muy bien que estaba con Tom; ¿no podía tomarse un tiempo y pensar nuevamente en las cosas?, pensaba, por mi cabeza pasó la idea de que ella podría salir con Sander para olvidarse de mí. No, Sander no merece a alguien que le haga mal por estar dolida.
Wade, Sander y yo estábamos en Haughty Queen viendo cómo Tom terminaba su número que había sido magnífico, como siempre, y viendo cómo Nora entraba en su lugar. Llamé a una camarera que también era una bailarina para que llamara a Tom y pudiéramos ir a una de las habitaciones del club.
—¿Y si mejor nos divertimos solo nosotros dos? —Me preguntó, acarició mi mejilla e intenté alejarla torpemente pero Ava salió a mi rescate.
—Jasmine, unos hombres de por allá no han recibido sus bebidas. Señaló a los hombres y Jasmine la miró con desagrado.
—¡"Putita"!, ¿cierto? —Le preguntó con poca y nada de gracia.
—Es "Putain", "Putain de Ducheese". —Le corrigió molesta.
—Oh, es que siempre lo olvido. —Ava la miró molesta para después voltearme a ver a mí, y claramente estaba algo asustado.
—Ven, te llevaré con "Queen". —Tomó mi brazo izquierdo y me llevó a la habitación de siempre, minutos después llegó mi querido novio.
—Hola, amor. —Le saludé y él me besó rápidamente.
—Hola, ¿estás bien?. Supe que Jasmine te estuvo molestando. —Parecía preocupado y eso me dio ternura.
—Sí, estoy bien. Me encantó tu baile, fue magnífico. —Le alagué con una sonrisa.
—Siempre dices eso. —Contestó con una risa inocente.
—Es porque es verdad. —Él comenzó a reír más y yo le seguí, luego nos dimos un beso en los labios y nos miramos por unos segundos.
—Oye, ¿qué te pareció la clase de hoy? —Me preguntó.
—Muy buena. Debiste de ser un músico muy importante en tu vida pasada. —Respondí sonriente.
—Tal vez... Pude haber sido Mozart. —Me reí por su comentario y él sonrió. —Hablando de música, el domingo habrá un concierto en el parque de por aquí y quería saber si querías ir conmigo. —Sus gestos al decir cada una de esas palabras eran de un niño pequeño pidiéndole a su madre un dulce y me encantaban así que iba a aceptar, sólo había un problema...
—Jamás he ido a un concierto, sólo los veo por televisión o internet. —Contesté apenado.
—¿Qué dices?, pero si eres rico. —Contestó con asombro.
—Mis padres son ricos; yo no tengo dinero para eso, además de que está la escuela y... —Tom puso una de sus manos en mis labios y me miró con una sonrisa de oreja a oreja.
—No se diga más, grandulón. Te llevaré a tu primer concierto. —Y le sonreí.
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Haughty Queen
RomansaCaminando por los barrios bajos con luces de neón lo vas a encontrar, riendo, charlando y siendo un narcisista sin igual. Canta y baila por la acera sin temor, ríe y da consejos como un sabio sin dejar de ser un soñador... Eras un bailarín exótico r...