Alucinaciones táctiles 1

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Lo siento, el domingo no puedo actualizar.
Me da mucho gusto ver que les gusta mi historia.
Sus comentarios y estrellas son bienvenidos, siempre que nos tratemos con respeto.
Naruto ni las imágenes me pertenecen. Sólo busco entretener
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Malditos rayos de sol...larguense....No quiero pararme...No puedo dar la cara después de humillarme tanto hace unas horas.

No había visto a padre tan decepcionado, ni siquiera cuándo me presenté.
Anoche, cuándo por fin mi cuerpo respondió, salí corriendo en busca de algún guardia, gritando por todo el campamento cómo una niñita asustada.
Ni siquiera entiendo el porqué reaccioné así.
Obviamente los "caballerosos" guardianes les pareció sumamente gracioso que el  "lindo e indefenso príncipe" estuviera despertando a medio mundo muerto de pánico.

Lo que ya no causó gracia es que cuándo mi padre logró tranquilizarme ,con la peor mirada que me ha dirigido y una cachetada para recobrar el sentido, me interrogó. No estaba contento con la idea de que saliera de noche sin supervisión y menos que alguien me hubiera acosado.
Por desgracia, o tal vez no. Los guardias encontraron cerca del pozo rastros de un chackra extremadamente poderoso.

Padre determinó que nuestro refugio y ubicación estaban comprometidos. Tuvimos que empacar, buscar un nuevo refugio y montar de nuevo el campamento durante la madrugada y el alba.

El número de guardias se duplicó, se nombraron a dos nuevos celadores. Los niños y omegas fuimos encerrados en una choza para nuestra seguridad.
Seis de nuestros heridos no soportaron el traslado. Fueron cremados (para evitar el robo de sus ojos) y sus restos de tiraron en la fosa común.

Padre no me dejó con los demás omegas. La gente no estaba segura de cómo tomar mi actuación en la noche, ni lo que desencadenó.
Padre no iba a arriesgarse a que decidieran saltarme al cuello. Así que me dejó al cuidado de Izuna.
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No me siento bien, tengo náuseas, mis miembros están entumidos y mi cabeza va a explotar en cualquier momento.

Izuna lleva 15 minutos tratando de bajarme la fiebre. Pero debido al traslado no contamos con suficiente agua para el clan. Los exploradores han salido para encontrar las mejores fuentes de comida y agua para nosotros.
Ya llevan más de tres horas fuera. Lo más probable es que tengamos que mudarnos pronto. El terreno no parece ser favorable sí ellos tardan tanto.
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Mi malestar pareció calmarse a media tarde. Probablemente pesqué un resfriado.
Un médico ya me atendió, me ha dejado un brebaje amargo que debo tomar cada 8 horas y unos tes que ayudarán a mis doloridos miembros.
No he visto a padre en todo el día. Solo quiero disculparme y que me abrace...No quiero que se enoje conmigo...no quería causar todo esto.
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Ayer fue terrible. Por suerte los informes de los exploradores fueron  favorables.
El terreno semihúmedo de la zona, la hace perfecta para cazar y recolectar granos junto con frutas de temporada. La primera es muy generosa, pero parece tener predile por este terreno.

Izuna oyó de nuestro padre que hay un río de agua fresca por aquí. Está ansioso por ir. Quiso llevarme pero tuve que declinar.
No quiero agravar mi estado a una pulmonía por el agua fría. Además mis miembros se sienten como si estuvieran rellenos de algodón.
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Después de tres días, ya no me siento miserable.
Salvo un ligero cansancio, me puedo decir completamente recuperado.
El clan se encuentra contento con su nuevo domicilio y han retomado su rutina. En conclusión, ya puedo salir sin temor a ser asesinado por una turba furiosa.

Padre está cansado, la migración y mi estado delicado lo han hecho pedazos. Se está haciendo el fuerte.
No quiere que nos preocupamos. Así que decidí pedirle permiso para llevar a Zuzu a nadar. El pudo ver mis verdaderas intenciones.
Antes de retirarme me acerque a desearle una siesta tranquila, él me abrazó.
Después de tanto tiempo, sentía que mis lágrimas iban a salir en cualquier momento. Si no fuera porque Izuna literalmente me arrancó de sus brazos me hubiera quedado toda la tarde ahí.
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El río está a 15 minutos del campamento y efectivamente el.agua es tan clara que aún con todos los infantes chapoteando en sus aguas, puedo ver mi reflejo.

Zuzu está jugando con nuestros primos más pequeños. Los muy ingratos han empe a llamarme gallina por no unirme con ellos.
No me importaría sí no estuvieran tratando de mojarme.

Toshiaki tiene el descaro de usar un jutsu de agua. Hubiera esquivado esa ola de no ser porque mi muñeca se atascó en una rama. ¿Cuándo paso? ¿Cómo no la ví?

Jale y jale, pero mi mano no se liberaba. Juró que sentí que con cada tirón se iba enroscando más y más. Después de dos minutos mis primos dejaron de reírse y me fueron a ayudar. Fue infructuoso.

A pesar de tener a un adulto y tres niños jalando la raíz no cedía. Takanori empezó a escarbar y encontró que era parte de un Manglar. La raíz estaba casi un metro alejada de su árbol, es como si se hubiera estirado para atraparme. Pero eso es una tontería.

Diez minutos después y tres niños tratando de derribar un árbol, Izuna lanzó un katon que pudo separar la raíz. Estaba apunto de felicitarlo, ya que nunca le salía bien cuándo vi su mirada colérica.
Fue la primera vez que lo ví con esa mirada. Me arrancó de el pedacito de planta que aún tenía enredada y la carbonizó.
Su mirada estaba perdida, su mandíbula tensa y sus puños estaban empezando a sangrar.

Mis primos y yo nos estremecimos. Izuna nunca se había comportado así. Y no podíamos ver lo que estaba buscando, lo que lo había enojado tanto.

Me jalo de la muñeca y le arrastró hasta nuestra casa. Sin decir nada. Me empujo a mi habitación, me cerró la puerta en la cara y fue a despertar a papá.

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Izuna no me dejó salir en toda la tarde. No hasta que padre despertó. Estaba tan cansado que nada que hiciera mi hermano lo levantaba.

Tuve que rogarle que regresará por los niños. No quiso hacerme caso, cada vez que le hablaba me miraba como si acabará de ofenderlo y me llevaba a mi cuarto.

Mí tía llegó poco después a regañarnos por abandonar a sus hijos. Pero mi hermano con su mirada la hizo irse cabiszbaja y en silencio.

El celo del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora