La mujer se le queda mirando al rostro asustada por su advertencia. Ella traga hondo.
—¿Qué es lo que quieres?
—Que te disculpes con tu hijo,— Mew le dice yendo a agarrarle de la frente para ponerla cabizbaja. —con la cabeza en bajo y de rodillas. ¿Sabes cuántas lágrimas ha echado a perder ayer sólo por ti? Lo puedo ver de todo menos triste. No toleraré que este así por una basura como tu.
Mew deja de agarrar su frente pero la señora permanece cabizbaja con los dientes agrietados. Su expresión es de enojo mezclado con miedo por la amenaza del más alto.
—¿También quieres dinero por disculparte?
Mew pregunta.
—No quiero de tu dinero.— La mujer le dice, ahora alzando una mirada de odio. —Me disculparé con él... Pero ya sabes que no será una disculpa honesta.
—Lo único que me importa es que te avergüences mientras te disculpes.
Mew responde con orgullo.
—Ya no quiero ordenar aquí.
La mujer se retira toda angustiada porque su mañana se ha arruinado con la amenazadora visita de Mew.
💫
La madre fue a la casa de Mew para tocar en la puerta toda avergonzada y angustiada.
—¡¿Quién es?!— Pregunté en mi usual humilde voz tras la puerta.
—¡Soy tu madre, abre ya!
Ella grita sin mirar a la puerta en ningún momento.
Abrí la puerta suavemente así mismo como me asomé de ella con un rostro serio pero no podía ocultar algo de mi dolor en mis ojos. Recién me había bañado por lo que mi cabello estaba mojado, vestía una camiseta blanca y pantalones de dormir azules, descalzo.
—¿Qué pasa, mam...?— Estoy apenas preguntando con desánimo cuando ella me calla de manera cruda:
—¡CÁLLATE! ¡TÚ CÁLLATE!
Hago como ella dice, mirándola todo serio tratando de no sentirme afligido. Ella se pone de rodillas frente a mí.
—P--Perdóname por haberte casado sin tu permiso. Estabas borracho. Me aproveche de ti. Perdóname.
Ella agarra uno de mis tobillos pero yo lo retiró con un leve respingo. Su toque me es desagradable. A tal nivel en el que me abrazo a mí mismo retrocediendo un paso para que ella no me toque. Ella alza la mirada.
—Aún sigues recordando esa noche. ¿No es así? Por eso no te agrada que yo te toque.
—Me vendiste a unos hombres por dinero.— Le recalco. Las imágenes de una noche llena de terror a mis quince años azotan mi mente.
—Eres tan dramático. No te hicieron nada.
—¡Pero observaron!
—Solamente les hiciste un baile sexy. Eso era todo.
—Estaba aterrado. Mientras que tu sólo estabas detrás de mí ayudándome a quitarme la ropa.
—Eres un dramático.
—No quiero tu puta disculpa. No sé porque pierdo mi tiempo contigo.
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Tóxico(s) • MewGulf
Romance•Advertencia de tríos, sadomasoquismo• Gulf Kanawut es un transvesti que sale y vive con Mew Suppasit, un codiciado hombre de buen trabajo. Superficialmente, la pareja luce perfecta pero dentro de su relación hay muchos juegos perversos pero sobre t...