Once

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Mew acostó a Gulf en la cama y le desabrochó los pantalones mediante besos suaves. Gulf le ayudo a bajar los pantalones en conjunto con los boxers. Ambas prendas fueron tiradas a un lado. Mew atacó sus pezones con su boca utilizando su lengua de por medio.

—Ah.— Una mano escurridiza se escabulle entre el cabello de Mew antes de apretar su agarre con firmeza. Por arte de magia, el azabache desaparece dos dedos más abajo de la entrepierna del moreno.

Las piernas de Gulf tiemblan un poco al sentir los dos dedos entrar. Se puede denotar como la mano del azabache se mueve de enfrente hacia atrás mientras ataca el otro pezón.

El moreno arquea su espalda. Mew mueve unos besos húmedos por todo su abdomen hasta la entrepierna. Va a engullirla de no ser porque Gulf lo detiene y él se ve obligado a mirar los ojos de su novio moreno.

—Tranquilo, no es necesario. Te quiero dentro.

Le digo en una voz rasposa con mucho deseo.

Él me hace caso y saca sus dedos cuidadosamente ya que esa área aún está adolorida. Pero no importaba.

Se delineó y entró en mí de a poco robándome la respiración. Erizando mi piel.

Él puso sus brazos bajo los míos para tomar mis hombros con mucho amor. Como si me abrazara. Yo me abrace a su cuello para besar su hombro derecho durante las suaves embestidas que poco a poco me sacaban de los cabales.

Esto.

Este toque.

Este abrazo...

Era lo que siempre quería... Lo que siempre anhele. Hacerlo suave en una cama. No pensar en nada más que el amor que nos estamos otorgando junto a la satisfacción mutua.

💫

Estábamos acostados después de hacer el amor, yo acurrucado en su pecho mientras que Mew duerme cubriéndose los ojos como siempre pero esta vez con su brazo izquierdo para mantenerme abrazado con su brazo derecho.

Me siento en la cama todo feliz con una sonrisita de labios en mi rostro cubriéndome el pecho con la sábana. No me había sentido tan feliz en mucho: fuera de dolores con los juguetes, fuera de-- creo que he hecho mi punto claro.

Aburrido como una alma desamparada, lleve mi trasero a la recepción una vez me pongo unos jeans que Mew me empaco, con una camiseta negra de tiras bajo una chaqueta blanca transparentes con los zapatos que he llevado en todo este viaje.

Cargo las llaves del auto para comprar desayuno cuando a mitad del pasillo escucho la voz del cajero:

—¡Sí! Dos hombres. ¿Puedes creerlo? No he visto esto en mucho tiempo. Y compraron hasta el cuadro del pez parlante. Uno de ellos se veía demacrado.

El cajero. Hablando mal de nosotros. Cuán típico.

—¡Hola!— Decidí saludarlo todo eufórico ahora pasando por la barra donde trabaja. Pasmado e incómodo bajo el teléfono tras la barra.

—H--Hola.— Hasta desde la otra calle se le puede notar su nerviosismo.

—Adivinare: no hay desayuno aquí. ¿No?— Pose frente a la barra con una sonrisa amable.

—No. No hay desayuno aquí. ¿Acaso ves una cocina?

Él ríe burlándose de mí. Poco se esperaba que yo le siguiese el juego con una risa más exagerada. Es como la pregunta: «Si alguien salta de un acantilado ¿Lo sigues?» Únicamente que a veces al seguirlo, tienes un propósito negativo para la otra persona.

El cajero deja de reír en unísono conmigo.

—Por cierto, evita burlarte de una pareja homosexual yendo a un motel. Apuesto a que no te burlas de las parejas heterosexuales como con nosotros, ¿Mm? Sólo fue un consejito. ¡Adiosito!

Le guiñe un ojo antes de salir rapidito del motel para comprar desayuno.

💫

Al volver al motel con la bolsa de desayuno en mano, veo al cajero golpeado y de rodillas frente a un hombre muy alto y fornido.

El cajero tenía sus muñecas atadas tras su espalda. Mew estaba atado por igual pero no había sido golpeado.

—¡Oh, carajo!— No pude evitar gritar al ver tal escena. El hombre voltea hacia mi.

—Lindas cicatrices.— Yo le digo. —Son muy lindas. Por todo tu... Rostro.

Le doy una sonrisa de lo más amable.

—Gulf, ¡sal! ¡Sal ahora!

Mew grita con espanto.

—No sé quiénes son ustedes,— El hombre fornido iba diciendo cuando yo le digo:

—Somos Mew y Gulf, huéspedes en el motel.

—No me interesa.— El hombre réplica.

—Ya gasté saliva.— Yo le digo todo cabizbajo moviendo la bolsa de desayuno de adelante a atrás suavemente.

—Lo único que me importa aquí es darle una buena paliza a este maldito. Ni ha pagado lo que me debe--

—¡¿Drogas?!— Yo le pregunto todo emocionado. Mew traga hondo antes de negar con la cabeza en una sonrisa.

—Es que eres de otro mundo...— Mew murmura.

—¿Cómo puedes preguntar eso así porque sí?— El hombre robusto me pregunta.

—Oh,— Yo brinco mis hombros ahora sujetando la bolsa con dos manos frente mis piernas. —es que... Las palabras sólo... Brotan. ¿Cuánto es el dinero? Te lo puedo pagar. En cambio, dame unas drogas muy buenas. ¿Qué te parece?

—¿Además de ser un encanto? No te considero normal.

El hombre dice. Entonces ambos reímos. Mew alza sus cejas sin creerse lo que está sucediendo.

—No tienes que... Gracias.— El cajero dice con sus labios hinchados. Todo su rostro tiene moretones. Yo lo miro con toda honestidad antes de asentir la cabeza.

💫

—¿Por qué compraste drogas?— Mew pregunta cuando hemos vuelto a nuestro viaje en auto con nuestros sándwiches de Subway.

—Porque... Tengo una idea para el funeral de tu hermano. Cuando todos sepan que está muerto, claro.

Yo le digo.

—Si debes estar en el funeral... ¿Hacemos lo del plan con tu madre hoy?

—Exacto.

*N/A: Quería actualizar así que hice esto jiji💖 Lamento que no sea mucho, es que mi batería se agota y posss para horita haré lo demás que se viene intenso y, como siempre, inesperado. Gulf tiene muchos planes, ¿Eh? Espero les guste😘💖

Tóxico(s) • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora