Tóxico(s) • MewGulf

Ocho

-¡¿Quién rayos me...?!- Comencé al lograr salir del agarre de las personas que me habían sujetado pero al voltear vi a la tercera rueda, Bright junto a Krist. Fruncí el ceño.

-¿Se conocen?

-Ah no. Él iba yendo para acá, nos encontramos en la puerta y...- Bright suspira con una sonrisa mientras mira a Krist. Bright mira mi teléfono para respingar.

-¿Estás haciendo porno en vivo?- Bright pregunta.

-¿Qué haces aquí?

-Oh. Sí. Les. Devuelvo. La. Llave~.- Bright canta me da la copia de la llave de casa.

-Gracias.- Le digo con pesadez poniendo la llave en la estantería de la izquierda para caminar hacia el frente (dónde está mi teléfono) y al doblarme, veo que los usuarios están ofreciendo mucho dinero a por un trío.

-Eso es mucho dinero.- Bright se inclina a mi derecha para ver el teléfono.

Yo ruedo mis ojos.

-Lo siento chicos,- Le sonrío a la cámara. -pero mi novio no está así que no puedo hacer eso.

Aún así mantengo el ángulo de la cámara de forma en que se vea la mitad de mi rostro solamente.

Un usuario comenta: $2,000 por nalgadas.

-Eso no suena nada mal.- Bright sonríe. Lo quiero callar.

Krist saca el cuchillo del mueble con el ceño fruncido.

-¿Por qué hay un cuchillo aquí?- Él cuestiona.

-De hecho,- me doy la media vuelta para mirarlo mientras me rascó el mentón con incómodo sin dejar de sostener el teléfono. -no tengo idea tampoco.

Bright arrebata el teléfono de mi mano izquierda.

-¡Hijo de...!- Yo susurro ahora volteando hacia él alzando un puño.

-Woah. Un enfermito está ofreciendo $15,000 si tenemos sexo con el cuchillo.

Bright informa con una sonrisa.

-¿Quince...? Debes haber leído mal. No puede ser.- Yo tomo el teléfono y lo acercó a mis ojos para leerlo. Eran quince mil. Habría que estar muy excitado para gastarse ese dineral. Este dineral es muy bueno. Demasiado.

Miré nerviosamente sobre mi hombro viendo al hermano de Mew ojeando el cuchillo como si fuese la primera vez que ve uno. Luego mire a mi izquierda para mirar a Bright quién se jalaba los cabellos de su flequillo como todo un loco hasta que se quito algo. Una caspa. Eso me provoco asco así que no pude evitar poner un rostro de disgusto antes de mirar a la cámara.

-De acuerdo.- Puse el teléfono en el suelo lejos de nosotros.

-Woah. ¿Por qué lo pones allá?

Bright pregunta. Yo tan sólo suspiro y lo tomo del cuello de la chaqueta para besarlo apasionadamente. Bright me devuelve el beso ahora tomando mis caderas.

-Mm... Creo que me voy a ir.- Krist dice.

-No.- Me separé de Bright para mirar a Krist con una suplica.

-...¿Qué?- Krist pregunta.

-Ven.

-No puedo. Sabes mis sentimientos por ti.- Krist dice con los ojos cristalinos.

-¿Aún me quieres?

-¿Tu qué crees?

-Estás casado.