Final

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Mew despierta en nuestra cama y yo estoy acostado a su lado con la cabeza en su pecho leyendo un libro. Sentí su respirar alterarse por lo que baje mi libro ahora sentándome.

—Mew.— Lo llame. Él me mira con una sonrisa. Sus ojos aún entrecerrados con sueño.

—Belleza mía.

Su voz ronca en su inhalar me causan escalofríos. Escalofríos de los buenos.

—Incluso herido me llamas así. Las mariposas revolotean en mi estómago.

Yo me cubro la boca con el libro mirándolo divertido.

—No son mariposas lo que sientes en tu estómago. Es un insaciable calentón que me dicen que estás caliente.

Él sonríe. Yo pongo mi mano en su moretón ejerciendo presión por un segundo.

—¡AUCH!— Él grita antes de que yo remueva la mano.

—Belleza mía~.— Él pone carita de perrito.

—Eso obtienes porque aún así me fuiste infiel.

—Aunque... Puedes apretarme ahí otra vez. Me gusto.

—¿Te dio placer? Loco enfermo.

—Bebe.— Mew me llama todo impresionado.

—¿Qué, qué?— Yo le pregunto todo serio. Sus manos rozan mis cachetes. Tiene una gran sonrisa en el rostro.

—Ahí tienes tu frase para llamarme.

—¿Qué?

Yo toco suavemente sus manos.

"Loco enfermo".

Él dice. Yo rio.

—Mientras sea sólo de diversión. Todo bien.

Yo le digo. Él espera a por mí que lo vuelva a llamar así porque se muerde el labio inferior.

—... Loco enfermo.

Yo le digo y él se vuelve loco entre chillidos haciendo un berrinche en la cama por la emoción hasta que vuelve a jadear cuando le duele el feo moretón que tiene en una esquina del abdomen.

—Lo siento, bebe.— Yo me vuelvo a disculpar besando su moretón. —Oye, ¿Qué quieres de comer?

—Te quiero a ti.

—¿Qué quieres beber?

—Tu leche.

—¡Mew, es en serio!

Yo rio ante todas sus ocurrencias. Él ríe.

—Quiero lo que sea que me traigas... Aún sigo queriendo tu leche.

—Le voy a conseguir algo, loco enfermo.

Yo le digo antes de poner el libro sobre su rostro e salir por la puerta.

Camine a la cocina viendo los platos incompletos de nosotros dos excepto el de Wild. Para cuando habíamos llegado él no estaba. Pero dejo una notita:

¡Hermanito! No quiero fregar. Por eso me voy. La comida estuvo deliciosa. ¡Adiós~!
—Wild

Tomé los platos para descargar todo el contenido de estos en la basura e ponerlos en el fregadero. Saque unos mozzarella de la nevera para ponerlos en un plato. Para la bebida, saque un refresco.

Volví a nuestra habitación con el plato.

—Mm. Huele muy bien.

Tóxico(s) • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora