Tóxico(s) • MewGulf

Diecisiete

Llegamos a casa y ate los globos a la ventana al lado de la puerta.

—¿Tienes hambre, belleza mía?— Mew pregunta.

—Tú sientate. Yo cocino.

Yo le ordeno.

—Pero belleza mía~.— Mew insiste por lo que yo lo empujo de la espalda llevándolo al mueble frente al televisor para sentarlo ahí.

—Yo cocino.— Yo le repetí acorralándolo en el mueble con una cercanía de rostros intensa e una sonrisa de labios que aliviaba el nivel de tensión.

—Mi hombre es tan fuerte. Incluso después de salir de un lugar como ese...

Mew dice ahora mordiéndose el labio inferior.

Yo camino a la cocina entre pequeñas risas. Abro la nevera.

—Ah~. Ya extrañaba la mejor comida.

Exclamé al ver todas las ricuras de la nevera.

El teléfono de Mew suena. Él lo saca de su bolsillo para mirar sus notificaciones.

Mamá: Tu hermano ha fallecido. Contesta.

Mamá: Hijo, ¿todo bien? Tú no eres así. Siempre me contestas. Por favor, contesta.

Mamá: Haremos el funeral mañana por si quieres ir.

Mamá: No te atrevas a traer a Gulf.

Mew lee todos los mensajes con mucha preocupación. Muchos más mensajes entran pero Mew me mira en consternación.

Yo solo estoy silbando, dando vueltas en la cocina para colocar todo lo que necesito en la mesa.

—Amor, estás muy solicitado.— Yo bromeo al escuchar el sonido del teléfono de Mew sin dejar de dar vueltas. Mew no habla.

—¿Amor?— Pregunté.

Sus ojos estaban en mí pero su cabeza no.

—Amor.

Ninguna respuesta.

—Mew.

Con ese último llamado, él parpadea varias veces.

—¿Qué? Belleza mía perdón no te escuche.

—Tranquilo. ¿Todo está bien?

Mew agarra fuertemente el teléfono a un nivel que pareciese lo va a romper para soló apretar el botón dónde se apaga la pantalla del teléfono.

—Todo está bien, belleza mía. No te preocupes.

Él me dice. Quiero seguirle insistiendo en que me diga que ocurría pero simplemente me resigne a no decirle nada. De nuevo, sonreí.

—De acuerdo. Mm, haré ensalada con pollo. ¿Te parece?

—¡Ñam!

Mew dice.

💫

Después de una larga tarde juntos, para la noche nos estamos besando en la cama.

Yo desnudo mientras que él viste su ropa estando encima de mí. Empinando mis manos contra la cama. Teniendo la total dominación de mi cuello.

—Te extrañe tanto...— El susurra contra mi piel.

—También te extrañe.— Yo le susurro. —Pero no es justo que aún tengas ropa y yo no...