Quince

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Con un poco más de felicidad, fui al área de almuerzo. En fila, con bandejas en mano, las cocineras ponían comida en nuestras bandejas. Les agredecí por servir la comida por lo que me miraron raro pero yo sólo camine a buscar una mesa en la que me pudiese sentar.

Lindo no era la palabra perfecta para llamar a la monstruosidad de arroz que me sirvieron. El arroz era horrible. Tenía un pelo enredado entre los granos de arroz. La manzana que me pusieron parecía podrida. Para agregar a la catástrofe de mi almuerzo: el sándwich se veía horrible.

Miré mi bandeja con algo de asco pero brinque mis hombros.

-No te quejes, Gulf. Al menos es comida.- Yo me digo para ir a buscar una mesa.

El azabache de las bañeras está sentado solitario. Yo me acercó a él.

-¿Puedo... Sentarme contigo?

Yo le preguntó. Los prisioneros a nuestro alrededor ríen por la pregunta que en este lugar suena infantil. Yo los miro a todos con miedo. El azabache ríe.

-La próxima vez que quieras sentarte junto a alguien aquí no preguntes y sólo hazlo.

-Me pueden apuñalar por eso.- Yo le susurro ahora con miedo sentándome a su lado. Él ríe.

-No somos tan animales.

-Exacto. "Tan".- Gulf recalca entre dientes antes de comer. El chico ríe.

A la mesa se unen Marlí y el abusón. El chico los saluda con una sonrisa.

-Hola, chicos.

-¿Qué onda, Ten?

El abusón pregunta. Me voy a levantar de esa mesa cuando el azabache sujeta una de mis muñecas contra la mesa.

-Oye, ellos no son el enemigo aquí.

El azabache dice.

-¿Qué no son qué?- Yo le recalco yendo a mirar al gigantón y al abusón con una mirada de odio.

-Lo que hacen lo hacen para preparar a los novatos para lo peor. Así los novatos pueden aprender a estar en la prisión.

-Pues no me dijeron eso.- Yo digo con disgusto viéndolos al rostro. El abusón sonríe ante la explicación del azabache.

-Seremos tus amigos, novato. Eso sí quieres.- El azabache ofrece ahora poniendo su mano en mi espalda. Asentí mi cabeza aún sin perdonar lo que me hicieron ayer esos dos.

💫

Mew fue a la casa de Tonliu. Uno tres toques exactos bastaron para que ella le abriese la puerta. -¡Hola!- Ella sonríe.

-¡Hola, Mejor Amiga de Gulf que conoce par de secretos de mi novio y no me los dice!

Mew dice con una sonrisa gigante e una voz sarcástica antes de abrazar a la pequeña de estatura Tonliu. La chica cambio su rostro a uno serio cuando él dijo su comentario pero se dejo abrazar.

-¿Puedo pasar?- Mew bromea ya caminando por la sala.

-Ya estás adentro.-Ella le dice con irritación.

-¿Puedo tomar algo de la nevera?

Mew pregunta ya abriendo la nevera para sacar una lata cerveza todo gustoso.

-¿Puedes dejar de preguntar las cosas que exactamente haces?

-¿Cómo dices?- Mew pregunta, haciéndose el loco al cerrar la puerta de la nevera. Una sonrisa gigante se dibuja en el rostro del chico al ver la cara irritada de la pelinegra.

Tóxico(s) • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora