Quiero estar contigo

2- un nuevo comienzo

Mina y Serena despertaron en el departamento de Mina, después de desayunar a medio día decidieron ir de compras, Mina condujo por el centro y entraron a ver ropa, zapatos y accesorios, todo lo que una chica necesitaría en su nuevo trabajo, llegaron al departamento de Serena cargadas de cosas de ella, las miraron otra vez y comenzaron a guardar cada cosa en su lugar, después lavaron su ropa recién adquirida y descansaron un poco comiendo una deliciosa comida china. Más tarde Mina regresó a su departamento con sus cosas, subió por el ascensor y rogó por que nadie subiera ya que todas las bolsas ocupaban el lugar. Tubo suerte, al entrar a su departamento dejó las cosas de lado y se derrumbó en la cama. Se dejó llevar por el cansancio que sentía y se quedó dormida hasta el día siguiente.
Serena tocaba su timbre hasta que por fin abrió.
-hay Mina, ¿aún soñabas? -Serena entra emocionada y linda como siempre. -Haa! Aún no has guardado las cosas que compramos ayer.
-No, tenía demasiado sueño y solo me dormí.
-me imaginé, igual yo, pero aquí estoy para ayudarte. Anda ve a ducharte y yo iré sacando tus compras ok... -Mina se fue a duchar, Serena se dedicó a sacar y a quitarle las etiquetas a la ropa, las separo por color y por como debían de ser lavadas y algunas las puso en la lavadora. Las demás cosas espero a que Mina saliera y entre las dos las guardaron, y como anteriormente lo hicieron admiraron el maletín que compraron igual, de piel café con detalles más obscuros y su dije: el de Mina un corazón morado con naranja y el de Serena uno rosa con azul...

El Lunes por la mañana, se llamaron por teléfono y se desearon lo mejor en esta nueva etapa, higual recibieron llamadas de sus amigas Rei y Lita y de sus padres al igual que de la anciana Sirconia.

Feliz, nerviosa y deseosa salió de su apartamento con su maletín con documentos, su bolso y se dirigió a la constructora. Allí fue recibida por el Sr. Diamante Black, que la acompañó hasta su oficina que compartiría con otros 3 arquitectos. Fue bien recibida y alagada por los proyectos presentados para ser admitida en la constructora...
La oficina era muy amplia, pero se reducía en espacio por planos e indumentaria necesaria para los planos. En cada esquina estaba un escritorio, tres de ellos abarrotados de papeles, folders, reglas, lápices, una computadora en cada una y la personal de cada arquitecto. En el centro estaba una mesa redonda blanca, allí se juntaban y examinaban los planos que necesitaban revisar entre todos, por sugerencia por qué trabajaban juntos. Algo que le pareció alusivo a la mesa redonda del Rey Arturo.
Pero lo que más le llamo la atención era que de esa misma mesa podían realizar maquetas 3D a través de proyectores holograficos, podían reducir, aumentar, girar, alargar, voltear y modificar los planos en el aire así podían ver cada detalle de las construcciones...

-querida eres muy joven ¿cuantos años tienes? -pregunta una chica un poco más alta que ella.
-tengo 20...
-wow! Eres recién egresada de la facultad... carne fresca he. -oye Pez déjala tranquila, la asustaras igual que a la anterior. -la regaña un chico de cabellera rojiza y alocada. -
-hay Alcon, tu siempre tan protector...
-Bienvenida. Ven, este será tu escritorio, instálate y siéntete cómoda. -le dice Alcon.
-hay ya no comiencen, mejor hay que terminar esto o el jefe se molestará. -le dice otro chico desde su escritorio.
-si Tigre, ya... solo que no se nos ocurre nada para poder avanzar en este paso y mi cabeza ya no da para más... -se queja Pez frotándose la cien. -querida, ven aquí, dime, ¿tu qué piensas de esto? -le muestra la maqueta 3D señalándole el problema. -hay pero que digo, seguro no Sabrás. Pero bueno escucha. el cliente no quiere esos horribles pináculos. Y le explicamos cientos de veces que es necesario los pináculos para contrarrestar el... haa tu sabes. dame tu opinión. -Mina mira detenidamente, analizando lo que acababa de escuchar.
-¿hay algo en particular que le guste al cliente? -pregunta Mina con algunas ideas en la cabeza.
-algo en particular... mmmm! ...
-las aves... -contesta Alcon acercándose a ellas.
-si es verdad. Le fascinan las aves. -contesta Tigre burlonamente mientras hacía girar un lápiz en sus manos.
-entonces porque no colocan unas gárgolas o estatuas en forma de aves como pináculos, o bien las masetas pueden ser una opción pero en vez de masetas con plantas se pueden transformar en un bebedero para aves con un dispositivo que esté proporcionando agua fresca y limpia todas las mañanas. Algo así como una fuente o bien, combinar ambas...
-o por Dios niñaa! Esa es una magnífica idea! Aver deja realizar los cambios en estaaa cosaaa- le contesta Pez sorprendida.
-yo are los cambios en el papel. Pondré las tres opciones para que mire la diferencia y a medio día estaremos listos con el cliente para poder presentarle los cambios... -dice Alcon que rápido se puso a trabajar con los bocetos en su mesa de trabajo. Mina se instala en su escritorio y encendió su laptop justo en eso el Sr. Diamante entró y después de escuchar las sugerencias de los cambios le ofreció un proyecto sencillo a Mina, esto para que se familiarizará con el trabajo, ya que por el momento solo estaría de aprendiz. Con el tiempo y su esfuerzo ocuparía un lugar en la constructora. Trabajaría de la mano de la ingeniera Setsuna. Una señora de carácter serio pero muy soñadora y comprometida con su trabajo.
-solo será una renovación del interior de un departamento. Te mandaré los datos y las especificaciones del cliente. Una vez revisados tendrás que ir al departamento para que lo observes y comiences a hacer magia. Mina emocionada acepto, algo sencillo para comenzar a agarrar ritmo y que la conocieran en él área de trabajo, esta bien.
-(poco a poco Mina poco a poco) -se dice a si misma.
Después de revisar los datos dados por el Sr. Diamante que en si no le daban mucha información salió con su portátil su cámara e instrumentaría hacía el departamento. Por suerte estaba en el mismo edificio de Serena, lo malo, era hasta el piso 11. El último.
Al entrar se quedó maravillada de la vista que ofrecía ese lugar, aunque no era nada extravagante, era genial ver todo desde esa altura.