Parte 23

233 14 8
                                    

Jabu continuo entrenando, dispuesto ahora más que nunca a ganarse la armadura dorada de Escorpión. Sus esfuerzos eran alentadores para los demás nuevos aprendices, pero Shiryu y Hyoga poco a poco perdían las esperanzas de que lo lograra. La armadura simplemente no resonaba para el.

Shiryu: Deberías decirle algo.

Seiya: No lo haré. No le veo lo malo a sus esfuerzos.

Hyoga: Entre más entrene más será su decepción cuando la armadura no lo acepte...

Seiya: Jabu es el que decidirá su propios sentimientos, no nosotros.

Shiryu y Hyoga se miraron entre ellos, desde cuando Seiya era tan paciente y sabia!?

Hyoga: Oye, la armadura de Sagitario viene con madurez integrada o que? Suenas como si tuvieras muchos años de experiencia.

Seiya solo les sonrió, sonrojándose un poco: No es eso, es solo que yo quiero...apoyarlo en su sueño.

Shiryu: Un sueño eh.....no puedo negar que tener un sueño es una buena fuente de estímulo para mejorar.

Hyoga: Shiryu tu también!?

Los tres rieron juntos. Como caballeros dorados eran los de más alto rango justo debajo de Athena, al menos hasta que escogiera un Patriarca pero era demasiado pronto para eso. Por ahora sus únicas responsabilidades eran las de reconstruir los doce templos y ayudar a entrenar a los nuevos reclutas.

Hasta ahora el género de Seiya no les había dado ningún problema. Todos en el Santuario le tenían el debido respeto, después de todo ser un caballero dorado significaba que no solo estaba por sobre ellos en ramgo, si no que también era capaz de matarlos de un solo golpe si Seiya sentía que le habían faltado el respeto, ni hablar de que los otros dos caballeros dorados también estaban de su lado. No no no, lo mejor era ahorrarse el tener problemas.

A Jabu eso le caía de maravilla, no solo no había quien se le acercara a Seiya para ofenderla, ningún admirador se atrevía a acercársele tampoco, dejándole el camino libre al unicornio para hablar con ella casualmente. Y aprovechaba todas las oportunidades que se le presentaban, que no eran muchas ya que Shaina lo mantenía ocupado o desmayado con el entrenamiento...

Fue en una de esas pocas ocasiones libres que subió por los doce templos, según para intentar otra vez convencer a la armadura de Escorpión pero en su verdadera intención era solo ver a Seiya un momento. Venia subiendo los escalones hacia el templo de Sagitario cuando la vio, ataviada en su sagrada armadura dorada. Por un momento Jabu pensó que lo que veía era un ángel dorado, sus finas facciones con su cabello corto y la varonil armadura le daban un aspecto algo andrógino que hizo que su corazón latiera más rápido, especialmente cuando aquel ángel le sonrió.

Seiya: Jabu! Viniste hoy!! Que bueno~

Jabu: S-si....vine por lo de la armadura otra vez....

Seiya: Ay...lo siento Jabu, Kiki se la llevo para repararla...

Jabu: A-Ah...vaya....

Seiya: Pero igual sube! Ya que hiciste el recorrido hasta acá, platiquemos un poco!

Jabu trato de disimular la gran sonrisa que se formó en su rostro. Si! Pasar tiempo a solas con Seiya! No había mejor recompensa después del tortuoso entrenamiento con Shaina.

Entraron juntos al templo y se dirigieron al área donde Seiya vivía, tenía una pequeña sala, una cocina con un diminuto comedor y una habitación y un pequeño cuarto de baño.

Jabu: Es....acogedor.

Seiya: Es diminuto. Pero no me quejo, algunos de los otros templos no tienen absolutamente nada. Siéntate, voy a quitarme al armadura y ya regreso. Sírvete lo que gustes!

Tu eres mi caballeroWhere stories live. Discover now