Tu eres mi caballero

Parte 28

Para nada tardó en correr la noticia de que Ikki de Fénix había regresado y que temporalmente se están quedando en el Templo de Leo. Muchos se preguntaban se venía de paso o si venía a reclamar lo que era suyo, pero a Jabu todo eso se le resbalaba, le importaba en lo más mínimo que Ikki estuviera en el Santuario y si venía por la armadura de Leo o por Seiya, el tenía la confianza de que su novia no lo traicionaría.

Shaina: "Me sorprende que estes tan tranquilo. Hace un par de meses te estarías mordiendo las uñas de los nervios."

Jabu sonrió un poco ante esas palabras, sacudiéndose el polvo de su ropa después de entrenar.

Jabu: "Que te diré. Ikki es el pasado y yo el presente, y Seiya siempre ha sido alguien que vive en el presente. Además dudo que regrese con alguien que quiere mandar sobre su futuro."

Shaina: ".....te la cogiste ¿verdad?"

Esas palabras agarraron al unicornio desprevenido y por poco se ahoga con su propia saliva tratando de salir de su sorpresa y explicar las cosas. Shaina solo sonrió detrás de su máscara. Jabu tenía razón, Seiya jamás se iría con alguien que no la dejaba ser libre.

Eso no significaba que Ikki no lo intentaba, seguía al caballero de Sagitario a todos lados, Hyoga lo había amenazado sobre hacerle algo a Seiya y casi se habían molido a golpes pero la presencia de Athena los había detenido y advertido que no iba a tolerar peleas entre caballeros.

Igual Hyoga le recordó a Seiya que solo tenía que pedirle el favor y el de inmediato le congelaría las bolas al fénix hasta que se le cayeran. Seiya solo rió y le agradeció que se preocupara. Las cosas que tenía que hablar con Ikki tenían que hablarlas en privado.

Ikki: "¿Ya me vas a decir cuando vas a estar lista para irnos de aquí?"

El moreno comentó mientras caminaban por una colina, hacia el cementerio de caballeros. De día no era un lugar tan tétrico, al contrario era tranquilo ya que casi nadie iba por ahí más que alguno que otro caballero o aprendiz a dejar flores a las tumbas. Como Seiya, que llevaba en sus brazos un ramo de flores, del que fue tomando pequeños puñados para decorar las lápidas de los caballeros dorados anteriores a ella, dejando hasta el final la tumba de Aioros, su predecesor.

Seiya: "Ya te dije antes mi respuesta."

Ikki: "Pensé que volverías a pensar las cosas."

Seiya: "Si lo pense. Y la respuesta fue siempre la misma. No dejare de ser caballero."

El Fénix suspiró, dejando que la brisa le revolviera el cabello.

Ikki: "Bueno. Si eso quieres entonces yo me quedaré contigo. Y si me quedo deberíamos de regresar, ¿no crees?"

Seiya lo volteó a ver con una mirada compleja, entre fastidio y tristeza.

Seiya: "No Ikki. Lo nuestro ya paso. No voy a volver a ser tu novia."

Ikki: "No me digas que te enamoraste del otro pony. Seiya por favor."

Seiya: "¿Y que si así es? No eres el único hombre en el mundo Ikki. Y siendo honesta si me lastimo mucho que me hayas querido controlar y chantajear para no venir. Por eso es que aunque no estuviera con Jabu no regresaría contigo."

El Fénix se vio dolido ante estas palabras. El no lo veía de esa manera, ser un caballero era peligroso, nunca sabían cuando algún ser divino o mortal decidiera hacerle daño al mundo y ellos tuvieran que intervenir en el nombre de Athena. Para Ikki era injusto, su niñez y juventud había sido perdida completamente por estas guerras incesantes.

Ikki: "¿No estas cansada ya?" Pregunto con voz baja, más tranquilo y algo nostálgico.

Seiya dejó salir algo de aire por su nariz, todavía mirándolo fijamente.

Seiya: "Si. A veces quisiera vivir sola como antes, en aquella casita junto al puerto. Pero luego pienso '¿que pasará si no estoy?' y eso me da ánimos para seguir adelante."

Ikki suspiró de nuevo, dejando salir una sonrisa pequeña. Claro, así era Seiya de Pegaso, nunca se rendía, nunca daba un paso atrás, ni en batalla ni en su vida.

Ikki: "Supongo que....este es el final, para ti y para mi."

Seiya: "Todavía podemos ser amigos..." Ella respondió con una expresión dolida. Por supuesto que todavía quería a Ikki, aunque ya no fuera su pareja era su hermano de armas, le había salvado la vida varías veces y ni hablar de todos los años de conocerse. Todas sus experiencias juntos no serían tan fácilmente borradas de las mentes de ambos.

Ikki se acercó lentamente, quedando cerca de la mujer de su vida e inclinándose para darle un suave beso en la frente.

Ikki: "Tu sabes que no puedo.....no por ahora."

Seiya: "Pero....¿después?"

Ikki: "Después......quizá."

Continuará....