30. No puede ser

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Narra Samantha

Un nuevo día había comenzado, era viernes, y probablemente tendría que hacer el reto de educación física, ya que ya no necesitaba las muletas.

Como un día normal fui al Instituto con mis amigas y en la entrada me encontré a Flavio.

- Hola Sam - me dijo mientras me daba un abrazo

- Hola Fla

- Me he enterado de porque tu hermana no estaba en la comida, y no era porque estaba trabajando

- Enserio, ¿y donde estaba?

- ¿No lo sabías? - le pregunté extrañada

- No, no tenía ni idea

Pues igual no era una estrategia suya.

- Yo le pregunté a mi hermana que de que se conocían ella y Beatriz y me dijo que de cuando me acompañó al médico, también me dijo que ayer habían quedado para comer y me dijo que tu hermana había invitado a una amiga de su hermano a comer para que pasarán tiempo los dos solos

-A sido una estrategia por parte de mi hermana - pensó en voz alta

Los dos entramos a clase.

Teníamos matemáticas, esa clase era la única en la que seguía sentada al lado de Flavio.

Después teníamos educación física, así que bajamos al gimnasio.

- Sam, ¿ya puedes hacer educación física? - me preguntó

- No, pero el reto seguramente lo tengamos que hacer, porque simplemente me tienes que coger como un koala y poco más

Llegamos al gimnasio y fui a hablar con Cesc.

- Samantha, ¿qué tal va? - me preguntó refiriéndose al tobillo

- Bien, ya no me duele al andar

- Te he preparado unos ejercicios específicos para que puedas hacer algo, aunque si te duele me lo dices y paras

- Vale, ¿y el reto?

- Eso lo harás cuando estés recuperada al cien por cien, tranquila, seguirá contando

- Vale

Los demás salieron fuera a practicar baloncesto, ya que estábamos dando ese deporte, y yo me quedé en el gimnasio haciendo los ejercicios que me había mandado realizar.

Después de esa clase sonó la sirena anunciando el comienzo del recreo.

Los recreos los solía pasar con Anaju, Ari y Anne, pero me apetecía pasarlo con Flavio.

- Fla - le llamé

- Dime preciosa

- Ay no me llames así con gente delante - le dije - ¿puedo pasar el recreo contigo?

- Por supuesto que sí

- Bien

Los dos fuimos al mismo banco apartado en el que habíamos estado una de las primeras veces que nos habíamos visto.

Él se sentó en el banco y yo me senté encima suyo mirando para él.

- Ay que cosa más bonita - me dijo cogiéndome los mofletes

- Bonito tú - dije dándole un beso en la nariz

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Ya me la estas haciendo - dijo riéndose

- Esa no cuenta tonto - dije cruzando los brazos

- Si, si puedes

- ¡Samantha! - gritó alguien me gire y era Nia - ¡¿puedes venir un momento?!

- ¡Si! - dije levantándome - ahora vuelvo bebé - le dije dándole un beso en la mano

- ¿Qué pasa? - le pregunté

- Ven, tienes que ver esto - me dijo mientras tiraba de mi

La seguí sin preguntar nada más y me llevó al porche.

- Mira - me dijo enseñándome un video en su móvil - lo acaban de mandar por el grupo de clase

- No puede ser - dije con la mano en la boca - pero si...

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Hola,
Bueno no me matéis por dejar así el capitulo.

Diferentes Pero Iguales - Flamantha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora