009

10K 1.8K 1K
                                    

Comenten por fis.


















Jungkook no me ha hablado desde el viernes de pijamada. Hoy es domingo, y lo entiendo, creo.

No lo culpo, quiero decir, quizá fui muy atrevido pero hey, ¿qué tal si moría hoy y no tuve el honor de sentir el falo de mi vecino.

Siempre he pensado que es sumamente atractivo, desde que entré a aquella preparatoria, hace no mucho en realidad.

Y es bastante lindo, y amable, quizá abuso de eso.
.

Pero no me arrepiento de nada. En fin, este fin de semana iré con Namjoon a aquel lugar clandestino, justo donde conocí a Jimin.

Es como un Diner, sólo que escondido, ya que ahí vamos las personas homosexuales.

Iría a ahogar mis penas en malteadas de chocolate con algún tipo de alcohol.

Mi más grande pena, querer brincar sobre el regazo de un hetero.

Sonreí ante mis ocurrencias. Y lo hice aún más cuando escuché mi puerta ser tocada.

Metí mi paleta de caramelo en mi boca nuevamente mientras me acerqué a la puerta.

La abrí con una sonrisa y luego la volví a cerrar.

Qué horrible, a veces esperas que tu bonito vecino pelinegro este tocando tu puerta, pero sólo te encuentras con un pelinaranja.

-¡Vete! - dije caminando de vuelta a mi cocina.

-¡no! ¡Taehyung! Hablemos. - me pidió tocando la puerta de nuevo.

Hice un mohín, recargandome en la puerta.

El hizo lo mismo. - Anda. Sólo hablemos, vengo en paz. - prometió.

Rodé los ojos abriendo la puerta. Por mi, no le dejaría entrar, pero no puedo tener una conversación afuera donde podrían escucharnos.

O vernos, como el vecino.

Cerré la puerta una vez que estuvo dentro. Y me miró.

Crucé mis brazos tras sacar la paleta de caramelo, mirándole expectante.

-Aún no me has respondido. - dijo el.

-Jimin, no hay nada que deba decirte. - le dije sincero.

El suspiró. - Es que no entiendo por qué te molestas. -

Le veía desesperado. Se le notaba. Quería una respuesta.

Rodé los ojos. - Sólo lo hice y ya, no quiero verte. - pedí.

-¿Hay alguien más? - preguntó.

-¿Y si lo hubiera qué? Lo nuestro fue casual. - dije.

-¡Exacto! Se suponía que lo nuestro era casual, sólo sexo ¿no? ¿Entonces por qué te molestas? - dijo acercándose un poco.

Negué. - ya te dije que no importa. ¿Qué tal si te vas? -

El suspiró. -Sólo... Solo quiero saber Tae. -

Yo negué. - ya te dije, fue algo casual, superalo-

-Es que entonces no entiendo tu repentino odio, desde aquel día en Rainbow. - dijo molesto.

-Yah, vete con esa chica de pecho grandes. - dije cruzando sus brazos.

-¡¿ves?! ¡Estás molesto con eso! ¿Qué te sucede? - dije cerca de mi, estaba casi en la puerta y bajé la mirada.

-¡Dime Taehyung! -

-¡Mal interpreté las cosas! ¿¡Bien!? - dije molesto.

El se quedó callado, mirándome confundido. - ¿Qué? -

-Y-yo... No sé sólo, las últimas pláticas, las citas en Rainbow sin alcohol o sexo... Salió mal. - expliqué avergonzado.

El seguía sin entender.

Rodé los ojos molesto de decirle la verdad.

-Sólo... Tu trato tan amable conmigo, tu atención, los besos sin compromiso, me confundió, se que fui yo quien dijo la condición de sólo casual pero, de pronto mi corazón se aceleraba cuando estabas cerca. - admití.

El suspiró. - Ay, Tae... -

-Y luego, tratabas igual de lindo a esa chica, y no te culpo, además fue en un Diner, no tienes que esconderte con ella. - dije bajito.

Sentí una de sus manos en mi mejilla, levantando mi rostro y juntó sus labios con los míos.

Apreté mis ojos correspondiendo sin muchas ganas, algo que supongo que notó al dejar de besarme.

Yo negué. - fue temporal. Un enamoramiento casual. - murmuré.

-Podemos... -

-No, Jimin, no podemos. Está claro que yo sólo confundí las cosas, y queremos cosas distintas. Ahora prefiero estar solo.- declaré mirándole.

Jimin sonrió. - Lamento decepcionarte. -

Yo negué. - sólo olvidemoslo, dame mi espacio para que lo supere del todo y pueda follar cada fin de semana. - bromeé pero aún mi pecho estaba apretado.

El asintió. - bien, irás el viernes al rainbow ¿no? - sugirió

Yo asentí sin mucha emoción.

-Bien espero verte ahí, quizá podamos bailar. No lo sé. - invitó.

Yo apreté mis labios en una sonrisa forzada. - bien. -

El parecía con la intención de volver a besarme los labios, pero no lo hizo, sólo pegó su boca a mi frente y salió.

Yo suspiré. Aún me dolía, pero no me iba a morir por eso.

Sólo me enamoré una vez. Estaba más joven, en Daegu.

Fue de un precioso chico de cabellos negros, una relación que terminó mal y con mi estabilidad.

Y desde luego, acabando con mi seguridad en mi mismo.

Desde allí, hace un par de años, empecé a asistir a fiestas, conociendo lugares secretos y clandestinos a los que alguna vez Min me había llevado.

Lugares donde no tenía que esconderme porque todos éramos iguales.

Gracias a todo lo divino, conocí a Namjoon en una fiesta cuando llegamos a Seoul. Y el me mostró Rainbow.

Sinceramente, si fuera una mujer, sería tachado de fácil y prostituta sólo porque no quiero nada serio. No aún.

Aún no estoy listo.

Creí que lo estaba con Jimin, ya que en estos últimos meses había salido con el. Pero mi ilusión fue en vano nuevamente.

Mejor así. Mejor para no terminar tan lastimado

Aunque ahora estoy poniéndole el ojo a cierto pelinegro de muslos grandes para pasar un buen rato.

Miré la ventana, observando a Jungkook llegar en su moto. Seguro había ido con sus amigos al Roll and Shake.

A veces me sentía terriblemente mal conmigo mismo, y más de una vez a la semana me lamento porque me gusten los hombres.

Pero podría divertirme con Jungkook, mucho más ahora que le había masturbado, tenía la escusa perfecta para ser sin filtros con el.

Quizá le amenazaría con abrir mi bocota diciendo lo que hice. Jamás lo haría, pero debíamos asustar a cierto pelinegro.

El cual venía hacia mí casa. Seguro ahora sí a amenazarme.

Aunque caminaba extraño. Oh Dios. Viene ebrio.






















Cortito.

Les amo. Uwu.

T.O.W.I.L. Desire Of Freedom.    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora