T.O.W.I.L. Desire Of Freedom.

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Comenten o no subo nada uwu.

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Un poco antes...

Estoy harto de ésta bola de inútiles.

No los soporto. Cada vez sus comentarios me parecen más idiotas y molestos. Ni siquiera sé por qué vine.

Debería estar con Taehyung, abrazados en su cama. Escuchando algo en la radio.

Por eso me largué lo antes posible.

Ya me daba igual si sospechaban. O me seguían, sólo quiero ir a casa.

Pero al llegar. Pude mirar a Sana y a Tzuyu tocando desesperadas la puerta de Taehyung. Sin respuesta.

-Wow. ¿Que sucede señoritas? - pregunté estacionandome.

Sana me miró y estaba llorando.

-E-es que... Ken... Y Tae... Y... - decía entre hipidos.

Tzuyu me miró. - Tenemos un amigo el cual trabaja en Rainbow. - me explicó. - Taehyung fue a por un collar de Sana que dejamos allí. -

-el fue por mi collar. - dijo Sana. - P-pero Ken nos llamó, dice que alguien le estaba molestando fuera de Rainbow. - dijo ella sollozando.

-¿¡qué!? ¡¿Lo enviaste sólo?! - dije molesto. Acercándome a ellas y de inmediato Tzuyu se colocó frente a Sana.

-Hey, no es culpa de Sana, idiota - dijo entre dientes y me sorprendí.

-Mierda... - murmuré. Seguro los idiotas de su equipo habían ido a Rainbow a vigilar que yo no fuera allí.

Rápidamente corrí de vuelta a mi moto. Subiendome y manejando hacia rainbow.

No importaba si debía partirle la cara a Daniel, mientras Taehyung estuviera bien.

Manejé sin mucho cuidado, yendo a alta velocidad. Sin saber si Taehyung ya venía de regreso.

Pero entonces miré una bonita chaqueta rosada, perteneciente a un chico que corría por la baqueta.

Casi suspiré aliviado al verle. Rápidamente giré hacia el, no importame la bocina del auto al cual le estorbé el camino.

Ante el escándalo que hice, Taehyung se detuvo mirándome mientras me estacionaba a su lado.

El tenía los ojos lagrimosos, y estaba hipando, con un enorme mohín, tal como un bebé.

-¿qué mierda estabas pensando? - le dije molesto. - ¿Por qué no llamaste a alguien?-

El se exaltó ante la mala palabra y bajó su cabeza, limpiando con sus dedos sus propias mejillas.

Suspiré -Sube. - dije sin más, . El accedió de inmediato, abrazándome y manejé rápido a casa. No quiero más problemas con nadie.

Una vez ahí. Sana y Tzuyu estaban sentadas en el suelo de la entrada del castaño rebelde. El cual sollozaba en mi espalda.

Me sentí terrible, nunca lo había visto tan mal.

El bajó mientras yo apagaba la moto. Sacando algo de su chaqueta. Pude observar que era un collar.

A Sana le brillaron los ojitos. Pero en lugar de tomar el collar, se lanzó a los brazos de mi pequeño.

Ambos sollozaban como los bebés que eran. Y yo sólo mire a Tzuyu quien asintió con la cabeza en agradecimiento.

-Tonto, tonto, ¿cómo se te ocurre irte sólo? - le reclamó la de cabellos naranjas.

-No quería que fueras tu, o Tzuyu. - explicó el castaño.