Que el cielo no se tiña de duelo |Anahi & Alfonso Herrera |

26

Mientras Maite revisaba a Anahí, Alfonso tuvo que esperar afuera ya que ese día no harían ni ecografías ni nada por el estilo, era solo un chequeo que se realizaba antes de los tres meses.
Alfonso recibió un llamado de la oficina, y cuando colgó al voltearse se encontró con una cara conocida.

—Hola Alfonso — Dijo la mujer golpeando su zapato en el piso. Alfonso rodó los ojos y miró hacia la puerta donde dentro se encontraba Anahí.

—Jessica. ¿Qué haces aquí? ¿Nos estás siguiendo? — Preguntó enojado.

—No — Respondió seca —Me atiendo aquí ¿Mucha casualidad no? — Alfonso no respondió —¿Te dijo tu noviecita que tengo que hablar urgente contigo? Es muy importante.

—Mi mujer — Corrigió —¿Qué es lo que tienes que decirme? — Preguntó cruzándose de brazos.

—¿Podemos ir a tomar algo a la cafetería y hablar mas tranquilos? Por favor — Pidió.

—No puedo, Any está aquí conmigo y no quiero dejarla sola.

—¿Aquí? ¿En una clínica maternal? — Preguntó.

—Es una clínica para las mujeres en general, no solo maternal así que... — Frenó de golpe —No tengo por qué darte explicaciones. ¿Me vas a decir?

—¿Por qué crees que estoy aquí? Estoy embarazada Alfonso, y tú eres el padre obviamente — Alfonso suspiró.

—¿Estás segura? — Preguntó rascándose el mentón.

—Si, y tendré mi primer chequeo en unos minutos. Ya que estás aquí podrías acompañarme, dentro de todo es tu hijo también — Exclamó la abogada. Alfonso se tomó la cabeza, no podía dejar sola a Any... pero tampoco a Jessica. Tenía que elegir. —Alfonso — Lo llamó la abogada —¿Qué tanto piensas? ¿Te importa más tu novia que tu hijo? — Alfonso la miró mal.

—Lo siento. Mira Jessica, me haré cargo de los gastos y todo lo que tenga que ver con el niño, pero en este momento no puedo. Mi mujer está allí dentro y no puedo dejarla sola — Explicó.

—Entonces si prefieres a tu novia que a tu propio hijo — Enfocó —Bien. Sigue con tu noviecita y olvídate de nosotros... Para siempre.

—Jessica, no es eso — La tomó del brazo antes de que se fuera. —Quiero, es mi hijo también pero... No voy a dejar sola a Any — Cuando terminó de pronunciar el nombre de su mujer, Any salió de allí con Maite y su cara cambió al ver a Jessica ahí y a Poncho tomándola del brazo. —Any — Pero Anahí siquiera lo dejó hablar.

—Ok, ahora solo dime que esta mujer nos sigue y completamos todo — Dijo la castaña que se encontraba con Maite a su lado.

—A mí no me hace falta seguir a nadie, chiquita — Alfonso le soltó el brazo y miró a Anahí.

—Me la encontré aquí de casualidad, ha venido a atenderse por su... ya sabes, embarazo — Any asintió y rió con cinismo.

—No me digas que te atenderás aquí. Lo que me faltaba — Susurró, cosa que solo Maite pudo oír lo último.

—Si me atenderé aquí fíjate, porque estoy embarazada... de Alfonso — Contó la abogada y Any tuvo ganas de echarla a patadas de al lado de su novio.

—Lástima tener que cruzarte aquí — Dijo con un tono frío —Alfonso, no sé que hago aquí hablando con esta mujer. Me voy con Maite, tengo que sacarme sangre. Tú si quieres quédate con la madre de tu segundo hijo... digo, tercer hijo — Le guiñó el ojo a Jessica con ironía y se retiró con Maite.

—¿Tercer hijo? — Preguntó la abogada.

—Any está embarazada — a Jessica le cambió la cara completamente, como si le hubiesen tirado un balde de agua fría.