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—Está reaccionando — Habló Dulce. —Any — Susurró su amiga. —Gracias a Dios — Agradeció. Alfonso largó el aire contenido, aliviado.

—Mi amor — Suspiró y le besó la frente.

—¿Qué...? ¿Qué pasó? Yo no... no estaba... — Fluctuó.

—Te desmayaste — Habló Alfonso —¿Te sientes bien? — Anahí se incorporó un poco en la cama y asintió.

—¿Cuánto...? ¿Cuánto tiempo estuve así? — Preguntó desorientada.

—Diez minutos — Señaló Dulce María —Dios, nos asustamos. Ahora vendrá un obstetra a revisarte — Pero Any se negó rotundamente.

—No Dul, estoy bien. Mi obstetra me revisará mañana.

—Pero Any... — Se quejaron Dulce y Alfonso.

—Estoy bien, en serio — Sonrió para tranquilizarlos. —Quiero ver a mi hija— Pidió ahora sentándose en la camilla.

—Aysha está bien. Está con Chris — Dijo Dulce —Descansa un poco, luego regreso con Aysha — Dicho esto se retiró con el médico dejando a los A's solos.

—¿Estás bien? — Preguntó con cuidado Alfonso. Any se puso seria y asintió. —Fue por lo que te dije — Se culpó, pero Anahí negó. Ella sabía que no era culpa de Alfonso.

—No. Me he desmayado porque estuve alterada y no he comido, además los mareos del embarazo y eso. No te preocupes — Alfonso se acercó y le besó la frente.

—Me asusté mucho, estuviste mucho tiempo desmayada — Any lo tranquilizó.

—Pero ya estoy bien — Estuvo en silencio unos largos segundos con la mirada en sus manos mientras sentía la penetrante mirada de Alfonso sobre ella. —Ven, siéntate — Le pidió con una voz suave y Alfonso sorprendido lo hizo. —Algo me ha hecho razonar, o recapacitar... o pensar... es lo de menos. Pero, te había dicho que te iba a dar una oportunidad pero que no la tendrías fácil — Alfonso asintió algo apenado  —Alfonso ¿Qué pasará si Jessica está también embarazada de ti? — Poncho frunció el ceño y comenzó a hablar.

—Me haré cargo, porque fue en parte mi culpa también. Pero la que me importa aquí eres tú, y el bebé que más me interesa es el que llevas aquí — Le acarició el vientre —Si Jessica está embarazada no dejaré a mi hijo a la deriva, le daré mi apellido y todo lo que necesite, pero quiero que nosotros estemos bien — La abrazó —¿Te dije lo feliz que me hace tener un hijo contigo? No solo ser padre, sino que es nuestro hijo; de los dos — Any negó con lágrimas en los ojos —No he podido decírtelo, pero te lo digo; me haces muy feliz con esta noticia. Es la mejor en mucho tiempo, y te amo Any. Perdóname por lo que te hice, no lo hice porque quise, porque lo que menos quiero es lastimarte. Sé que te lastimé pero no fue con intención — Anahí asintió, sabía que Alfonso no la lastimaría adrede.

—Prométeme que no me harás más daño, que pase lo que pase hablaras las cosas conmigo y no me ocultarás más nada. Por favor prométemelo y haremos como si nada hubiese pasado — Alfonso asintió alegre y la abrazó.

—No volveré a hacerte daño mi amor. Te lo prometo — Any lo abrazó como hace dos días venía deseándolo. —Te amo, y gracias por este regalo maravilloso — Le tocó el vientre. —Mi hijo—  Susurró contra el cabello de su novia, mientras la sostenía en sus brazos.

—¿Qué crees que será? — Preguntó Any, pero obvio ella ya sabía que sería y que nombre llevaría.

—No sé, pero tengo el presentimiento que después de tantas niñas en la familia, este será niño. ¿Y sabes que nombre me gusta? — Any sonrió y negó, pero no lo dejó hablar.

—Yo ya tengo un nombre, y no hay cambios — Alfonso levantó las cejas. —Mateo — Éste sonrió y la abrazó con más fuerzas.

—¿Eres adivina? — Anahí lo miró sorprendida —Cuando veas a mi mamá le preguntas cuál es el nombre que siempre me gustó. Te dirá Mateo — Y Anahí sonrió, era increíble cómo estaban tan conectados y como su madre había acertado.

—Es el nombre perfecto para nuestro niño — Dijo apoyando su cara sobre el pecho de su novio.

—¿Y si es niña? — Any negó con la cabeza.

—Será varón. Eso te lo aseguro — Respondió —¿Sabes su significado?— Poncho asintió.

—Lo busqué hace un tiempo, es hebreo y significa 'Dios da' o 'Hombre de Dios' —

—Ahora entiendo por qué a mi madre le gustaba — Susurró pero Alfonso llegó a oir, pues estaban muy cerca.

—¿A tu madre le gustaba ese nombre? — Preguntó sorprendido.

—Por ella se lo pondré — Confesó.

—Estamos conectados desde donde sea con mi suegra — Dijo el empresario. Anahí le dejó un beso en la comisura de los labios. —Es un nombre precioso... y nuestro hijo será más que precioso — Aseguró.

—Sabes que este niño no lo buscamos, y te confieso que tuve miedo, pero algo me hizo darme cuenta que Mateo no vino de casualidad, ni tampoco vino solamente para salvarle la vida a Aysha... Ahora lo veo distinto y es algo tan maravilloso saber que aquí dentro crece un pedacito nuestro, creado con amor — Expresó con un tono cariñoso.

—Es un milagro, y llega en el momento justo — Añadió Poncho. —¿Ya de plano será Mateo? ¿No hay chance de que sea una niña? — Preguntó divertido. Any le pegó suavemente en el pecho.

—No. Es niño y se llama Mateo — Aseguró firme.

Por otro lado Jessica tomaba una copa de vino con un 'amigo' en su casa.

—¿Entonces? ¿Es seguro? ¿Estás embarazada? — Preguntó el hombre a su amiga. Jessica sonrió sagaz.

—Embarazadísima — Aseguró sonriente.

—Mis felicitaciones Jess, serás mamá — Ésta bufó.

—Felicitaciones a ti también, serás padre — Este rió y negó.

—No no, yo te hice el favor pero te dije que mañana mismo me vuelvo a Europa y no me volverás a ver. Ese niño no lo quiero, fue un favor que te hice — Jessica hizo un gesto de que no le importaba.

—Bueno, este hijo será de Alfonso, solo que tú lo engendraste... Tiene tu sangre pero su padre será Alfonso. Nunca se dará cuenta — Rió con cinismo. —No te preocupes, no me interesas como pareja ni como padre de mi hijo. El único padre aquí es Alfonso, y será mejor que no te aparezcas más — Terminó —Pero gracias por hacerme ese favor.

—De nada. ¿Sabes a cuántas le hice el favor? De eso vivo — Tomó el dinero que Jessica le había dado —Ya me voy. Hasta nunca — La saludó con un beso en la mejilla y se fue dejando a Jessica feliz, ahora podría atrapar a Alfonso... aunque no sabía que eso iba a ser más difícil de lo que pensaba.



Alrededor de las cinco de la tarde Any llegó al edificio de Victoria y Soraya, pero esta vez para visitar a su amiga.
La pelirroja la recibió con un efusivo abrazo al ingresar a su departamento.

—¡Hasta que te apareces! — Any sonrió correspondiéndole el abrazo.

—Hoy estuve con Vicky pero me fui muy rápido, pero mírame aquí vine a verte. ¿Cómo estás? — Preguntó mientras iban a la cocina por algo de tomar.

—Yo perfecta, ya sabes. Hoy tuve mi día libre de trabajo y Vicky estuvo aquí. Me contó que andabas triste pero no me quiso decir más. ¿Qué sucedió Any? — Le sirvió un poco de café y Any negó.

—Mejor un té — Soraya frunció el ceño.


—¿Mi amiga no quiere café? — Preguntó sorprendida en un grito —Algo está pasando — Dijo en broma. Any rió.

—Tengo una noticia — Sus ojos brillaron y Soraya lo notó. —No tomo café porque me da náuseas — Soraya abrió los ojos y la boca sorprendida y gritó de felicidad.

—¡No lo puedo creer! ¿Voy a ser tía? — Any asintió feliz —¡Ay caray! ¡¿Neta?! No, no. ¿Es en serio? — Su amiga no podía creerlo, jamás se había imaginado a Any como madre.

—Mateo crece aquí dentro — Sori se le acercó, olvidando el té, el café y cualquier otra cosa, y la abrazó. Luego le tocó el vientre.

—¿Mateo? — Preguntó con ternura —Any ¿No estás un poco apresurada? Deberían decirle "bebé" hasta saber el sexo, sino pobre si es niña y la llamaron siempre Mateo — Expresó sonriente.

—Es niño y se llama Mateo — Soraya rodó los ojos.

—Como sea, es mi sobrino o sobrina — Le levantó la blusa —Ay ya quiero que te crezca la barriga. No tienes nada.

—Ya. Falta para eso. Tengo algo que contarte — Soraya volvió a su sitio y sirvió café para ella y té para Any. —Prométeme que me entenderás y que sobretodo me creerás— Soraya rodó los ojos y suspiró.

—¡Eso ni dudarlo! Siempre te he creído Any.

—Bueno pero esto es un poco difícil de entender y también de explicar — Añadió.

—A ver... vamos a la sala y me explicas — Se sentaron en el sofá cada una con su taza.

—¿Y Mayra? — Preguntó la castaña, a lo que la pelirroja le dijo que no se preocupara, que había salido con Victoria. —Bueno verás, hoy me desmayé en el hospital...

—¡¿Qué?! ¿Cómo te desmayaste? Any ¡tú nunca te desmayaste! — Dijo preocupada, luego le miró el vientre y recordó —Ah, ya, el embarazo. Es que es increíble, aún no caigo.

—Bueno, el caso es que mientras estuve desmayada vi a mi madre — Sori asintió comprendiéndola.

—Ya. Un sueño — Y Any negó.

—No, no fue un sueño. Bueno, tal vez si pero... fue real. Es... difícil de explicar.  La vi, en sueños pero la vi, me habló, me adelantó cosas que pasarán — Su amiga la miró seria.

—¿Cómo es eso?

—Sé que es difícil de entender, pero la vi y me habló. Estoy embarazada de un niño, al que llamaré Mateo por su significado, pero también es el nombre favorito de Alfonso. ¿Casualidad? No lo creo, porque mi nombre preferido siempre fue ese ¿Te acuerdas? — Soraya se sorprendió y confirmó. —También me dijo que este bebé le salvará la vida a Aysha, pero que también pasaremos por muchas cosas que deberemos afrontar con fe. Me dijo que se nos viene una marea de problemas encima y que debía advertirme. Me dijo muchas cosas Sori, y fue real. Bueno, fue en un sueño porque fue durante el tiempo que estuve desmayada pero... te juro que la sentí. Estuve en un lugar hermoso y si cierro los ojos y aún siento la paz que se respiraba allí. No lo soñé, estuve con ella... mi alma estuvo con ella — Soraya no supo que decir. —Ya. No me crees. Lo sabía, van a pensar que estoy loca por eso no lo cuento. Pero creí que tú ibas a entenderme.

—Bueno es difícil de entender, parece como de película pero... te creo, solo que es... increíble en el modo de maravilloso. No digo que estés loca. Yo te creo — Se sinceró.

—Y si no me crees solo espera a que este niño nazca y veas que es varón, que se llamará Mateo, que salvará a Aysha y que no sé cuándo tendremos muchos problemas — Expresó sin ánimos. —¿Qué tipos de problemas crees que serán? — Su amiga solo la miró. —Ah, espérate, me olvidé de contarte que Alfonso me puso el cuerno, que fue con Jessica, que estuvimos peleados, que casi lo dejo, que al parecer Jessica está embarazada y que nos arreglamos por todo lo que viví/soñé con mi madre — Contó sin parar.

—Espera que ya me hice bolas. Despacio ¿Cómo es eso que Alfonso te puso los cuernos? — Any tomó su taza de té y le contó todo a su amiga, de principio a fin.

Que el cielo no se tiña de duelo |Anahi & Alfonso Herrera |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora