Tomioka Giyuu vive atrapado en los recuerdos de una vida pasada que despertaron en su niñez, trayéndole verdades amargas y difíciles de creer, los cuales inconscientemente se esfuerza por comprender y hallarles una respuesta
Kocho Shinobu es una es...
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Luego del Tanabata los días continuaron transcurriendo con total normalidad para Shinobu, y ya que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, añadiendo el trabajo del consejo estudiantil su tiempo estaba en su mayoría cronometrado, por lo que no tuvo mucho tiempo para pensar en otras cosas y eso incluía a Tomioka Giyuu, quien luego de su llamado de atención se había tranquilizado podría decirse, sin embargo hoy miércoles parecía que le habían tirado una maldición encima.
— Tranquila Shinobu, respira —se decía a si misma inhalando y exhalando a pesar de tener en sus manos totalmente arrugado uno de los folletos que Aoi le había entregado— por más que quieras matarlos no puedes...
Muchos se preguntarán, ¿qué fue lo que ocurrió para que Shinobu esté de esta manera? pues al parecer no se trataba de un solo problema lo que atormentaba la jornada estudiantil de la joven, siendo minutos después que Aoi volvió con una botella de agua fría para tranquilizarla.
— ¿Se encuentra bien? —cuestionó Aoi algo nerviosa al ver como había terminado uno de los folletos en manos de Shinobu
— Si, muy bien —declaró con una sonrisa que distaba de ser amigable.
Rengoku Senjuro que ocupaba el cargo de secretario entornó sus ojos nerviosos hacia Aoi quien negó en respuesta, ambos sabían que esto se había escapado completamente de las manos de todos, por lo que no les sorprendería que Shinobu saliera a matar a los involucrados en cualquier momento
¡Actividades del club! ¡Presupuesto! ¡Exámenes! ¡Festival escolar!
Shinobu enumeró en su mente todos los pequeños problemas y pendientes que debía resolver junto a los demás miembros, y viéndolo con calma eran cosas que podía arreglarlas en una o dos reuniones sin ningún problema, sin embargo... no esperaba que otro gran problema se añadiera a la lista y que encima tuviera nombre y apellido
¡Tomioka Giyuu! ¡definitivamente te envenenaré y torturaré lanzando tu querido Daikon con salmon al retrete!
— Por ahora evaluemos la situación —declaró Shinobu al sentir que su pensamiento anterior era un mini consuelo en ese momento o quizás un hecho que se cumpliría muy pronto
— Pues... todas las quejas involucran a Tomioka-sensei... —soltó Senjuro con una sonrisa nerviosa
"¿Será posible crear una droga que te produzca alergia al Daikon con salmón?"
— ¿Puedes exponer las quejas Aoi? —pidió Shinobu mientras le daba vueltas a su última idea
— Pues, a ver tenemos en total cerca de cincuenta quejas de diferentes estudiantes aunque su nombre permanece en anonimato, pero la mayoría relatan que el profesor de educación Física, Tomioka Giyuu es muy estricto controlando todos sus pasos durante su jornada de clases
