Tomioka Giyuu vive atrapado en los recuerdos de una vida pasada que despertaron en su niñez, trayéndole verdades amargas y difíciles de creer, los cuales inconscientemente se esfuerza por comprender y hallarles una respuesta
Kocho Shinobu es una es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día del examen había llegado, hoy enfrentaría a Tomioka Giyuu y le haría morder el polvo de lo contrario se bebería un frasco entero de veneno, aunque de seguro sus hermanas ya adivinaban sus intenciones. Dejando de lado el lado protector de su familia Shinobu se concentró en sus actividades del día siendo la última su clase de Educación física.
Su jornada transcurrió muy tranquila y sin ningún percance, desde el incidente de las quejas Shinobu se encargó de investigar a fondo y efectivamente se trataba solo de un grupo menor de estudiantes que se habían reunido para enviar una gran cantidad de quejas, por eso eran anónimas en su mayoría sin contar la de Agatsuma Zenitsu que era totalmente verdadera.
Este último si le dio unos cuantos problemas a los miembros del consejo, pues el chico se negaba a retirar o reconsiderar su petición, por suerte y con ayuda de sus amigos más cercanos —quienes llevaron a Shinobu para que hiciera reflexionar a su amigo— Zenitsu retiró su solicitud y volvió a sus deberes con gran alegría, mientras Shinobu se prometió hablar con Giyuu para que moderara su trato con el pobre chico.
— Bien, eso sería todo —suspiró Shinobu al ver que había por fin terminado de revisar algunos informes pendientes
— Buen trabajo, Kocho-senpai
— Gracias, Senjuro-kun —recibir un elogio del más joven del consejo incluso para ella era una pequeña alegría— ¿tenemos algo más pendiente por revisar?
— No, hoy ya terminamos con todo y también ya es el cierre de las pruebas —le recordó Senjuro al ver que habían finalizado la semana con éxito— todo terminó bien
¿Terminar? no, para Shinobu su semana aún no había terminado con éxito pues en solo unos veinte minutos debía rendir su última prueba con el profesor de puntos menos. Lo que más le irritaba en esos momentos era esa sonrisa confiada que él le había dado ¿acaso ya la daba por perdida? Definitivamente debía hacerlo morder el polvo o no sería capaz de enfrentarlo.
— ¿Kocho-senpai?
— ¿Ara? Oh, Aoi —soltó al ver a la joven frente a ella con una expresión preocupada, ni siquiera la sintió llegar— ¿sucede algo?
— Eso es lo que yo desearía saber, Kocho-senpai
— ¿Oh? ¿qué quieres decir? —no esperaba tal respuesta de un Kohai
— ¿Se encuentra bien? —le cuestionó sin quitarle la mirada de encima logrando que Senjuro también se enfocara en ella
— Pues, creo que si...
— ¿Es así? Solo preguntaba porque Kocho-senpai siempre se esfuerza de más en estas épocas cuando estamos con las manos llenas
— Ara, ¿estabas preocupada por mi? —inquirió Shinobu divertida al ver el ligero sonrojo que surcaba el rostro de su Kohai— gracias, Aoi
