━━𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 ┊ ❝Malia Murphy no sabía lo que era una verdadera y eterna amistad hasta que conoció al club de perdedores.❞
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(𝟏) Sempiterno. It chapter one /✓
(𝟐) Serendipia. It /✓
(𝟑) Saudade. It chapter two / en proces...
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Stanley Uris no estaba listo para convertirse en un hombre.
¿Cómo podría? Sus pensamientos y sus sentimientos atentaban con todo lo que se le había enseñado desde la niñez y en tan sólo unas pocas horas se supone que sería un hombre adulto que tendría que acatar todas las leyes y mandamientos de la Torá.
Se había preparado por tanto tiempo para este momento pero ahora... Stan no sabía si estaba preparado para dejar de ser un niño. No, definitivamente no lo estaba. El quería disfrutar de su niñez y solo divertirse aún que claro, desde hace mucho no lo hacía gracias a todos los pensamientos que lo carcomian por dentro.
Pero ahora quería hacerlo.
¿Es muy tarde para eso?
Si, claro que lo era. Sabía que había desperdiado aquellos años tan preciados en la vida de cualquier niño torturandose con lo que es considero uno de los peores pecados para Dios.
Amar a alguien de su mismo sexo.
La Torá era muy clara con ello, es considerado una abominación.
Entonces, Stan lo había comenzado a creer. El era una abominación y se odiaba por eso, se odiaba por no ser el hijo que sus padres siempre quisieron tener, se odiaba por amar a su mejor amigo, se odiaba por no poder cumplir con las leyes de Dios, se odiaba por no ser normal.
Se odiaba por no ser un hombre de verdad.
Pero ya era muy tarde y ahora tendría que fingir convertirse en uno porque tampoco era lo suficiente valiente para decirles a sus padres todo lo que sentía y todo lo que pensaba.
El Bar Mitzvah se celebraría en tan solo unas pocas horas y aún que, toda la celebración era más un gesto simbólico en la comunidad judía, sus padres sí que sólo tomaban en serio.
Sobre todo su padre o bueno, el Rabino Uris.
— Espero no nos decepciones esta vez, Stanley — Habló Donald con su habitual tono de voz frío y estricto cuando Stan había terminado de leer su lectura.
— No lo haré, padre — Murmuró el chico intentando que su voz no flaqueara con la dura mirada que su padre le dirigía.
¿Qué sí le temía? A Stanley siempre le aterro la idea de pasar más de cinco minutos junto a Donald Uris pero desde hace un tiempo, había tenido que comenzar a pasar horas junto al hombre preparándose para su —No tan esperado— Bar Mitzvah y lo único que podía hacer era intentar no mirarlo por mucho tiempo y hablar lo menos posible.
— No me sorprendería que lo hicieras— Donald suspiró mirando a su hijo con decepción mientras que este solo bajó la mirada ante aquellas palabras — ¿Tus amigos vendrán?
