Capítulo 5: La rivalidad de dos corazones, no termina en la guerra.

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Manipular un corazón es tan fácil como manejar un títere, solo necesitas aprender a emplear bien el uso de las cuerdas que sujetan cada parte del muñeco para que éste haga lo que tú quieras. Hay personas en el mundo que se autoeducan para esta práctica, por lo general, son difíciles de distinguir. Caer en las manos de un manipulador depende mucho de los movimientos que realice esta persona, es como jugar al ajedrez, no podemos vivir solamente a la defensiva o sino, tarde que temprano vamos a perder. Ser ofensivos tampoco es una opción fácil de llevar a cabo, ya que los manipuladores siempre tienen un plan B, por lo general, nunca terminan perdiendo. Si esperas un consejo de mi parte, lo siento, así como un mago nunca revela sus secretos, un manipulador tampoco hace.

Hoy es el gran día, la competencia que tanto estuvimos esperando aquellos aspirantes a bailarines. De la emoción había llegado un poco temprano, y para mi sorpresa, Amit se encontraba haciendo tomas extra y paneos en el sitio. Decidí acercarme y atravesarme en su camino para arruinarle la toma que en ese momento estaba haciendo.

—Amigo, ¿Qué te pasa? —dijo un poco molesto—, sabes lo difícil que es hacer un buen paneo y lo arruinaste.

—Lo siento Amit —respondí con una risa burlona—, ¿grabaras el evento?

—Así es. —Tomó la cámara y comenzó a graduarle el ISO—. Este evento es muy importante para todo aquel bailarín que quiere ser famoso, por lo que atraerá muchos interesados que quieran ver el desarrollo del evento si no pudieron ser partícipes.

—Entonces será mejor que tengas buenas tomas mías cuando gane.

—Seguro. —Amit tomó la cámara y la enfocó en mí—. Ahora dime ¿Qué opinas del evento de baile?

—Pienso que... —En ese momento, perdí la concentración al voltear la mirada y ver a Danny y Louis junto a mi lado—. Hola chicos.

—Que tal Michael —dijo Louis—, ¿dormiste aquí?

—Ja-Ja-ja que gracioso —respondí sarcásticamente.

—Te vimos desde lejos y quisimos acercarnos a saludar —dijo Danny—, y ¿Quién es tu amigo?

—¡Oh! Un gusto, me llamo Amit —contestó, estirando su brazo.

—Me llamo Danny. —estrechó la mano de Amit.

En ese momento, volteé la mirada, y entrando venían Jessie y Gianela. Las ganas de querer acercarme y saludar eran fuertes e incontrolables.

—Nos vemos luego chicos —me despedí.

—Michael —me llamó Amit—, ¿y la entrevista?

—Entrevista a Louis y Danny, son igual de buenos —respondí y me alejé.

Al acercarme, pude notar el rostro de Gianela furiosa y el rostro de Jessie preocupada, no es frecuente ver a Gianela con ese tipo de mirada, puedo deducir el porque lo tiene sin hacer un mayor esfuerzo, pero lo mejor es no ser egocéntrico en este momento.

—Hola chicas, iba a preguntar cómo están, pero por sus rostros veo que no muy bien.

—Los hombres son unos hipócritas —replicó Gianela—, ¿acaso no existe uno que valga la pena?

—Bueno, yo valgo la pena, pero no estoy disponible —respondí a la pregunta de Gianela.

—Has otro chiste y te despido —dijo Gianela, enojada por mi comentario.

—¡Oye, cálmate! Pueden decirme ¿Qué ocurrió? —pregunté.

—Es por su cita de ayer —respondió Jessie.

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