Hace un tiempo el gobierno había tenido la grandiosa idea de crear mutantes para utilizarlos de "defensa" hacia otros países que quisieran guerra. Pero... ¿qué pasaría si todo sale de control? ¿qué pasaría si después de tanto tiempo lo que la poblac...
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Ya se había dado la noche de aquel día, la noche en la que le diría a Yerik mi plan porque por más lindo y seguro que pareciera este lugar no podíamos estar más aquí, habían personas esperando por nosotros o tal vez no pero quería creer que sí.
A lo lejos miro a Yerik trotando hasta llegar a donde me encuentro, no hay nadie por aquí cerca, todos ya deben de estar dormidos, es de madrugada.
—¿Por qué tanto misterio, Tiana? Esto está de locos, parece que somos unos jóvenes en una película de terror, de esos que se van de vacaciones a un pueblo en el que misteriosamente no hay ningún alma rondado.—dice Yerik fantasioso.
—Ya cállate, Yerik. Tú y tus cosas.—digo rodando los ojos.
—Seguro me quieres matar, por eso el misterio. Fuera demonio.—dice Yerik haciendo una cruz con sus dedos a lo que yo ruedo los ojos.
—Como que hoy andas muy estúpido ¿No? ¿De cuándo acá tienes ese humor para bromitas? Te pareces al trío de amigos.—digo haciendo una mueca de disgusto.
—Dime porqué estamos aquí.—dice Yerik sin más.
—¿No extrañas a tu familia o algo? No los hemos visto por más de un mes. No sabemos nada de ellos.—digo bastante curiosa.
—Un poco, sí, pero sé que al decirles sobre ellos irán a buscarlos.—responde intentando sonreír con ánimo.—. ¿Por qué? No me digas que extrañas a tu padre porque eso a ti no te queda.—dice Yerik con burla.
—Claro que no lo extraño pero tengo la necesidad de hablar con él y también la necesidad de buscarla a ella...
—Quieres irte.—afirma Yerik con decepción.—. No lo entiendo, aquí lo tenemos todo, estamos a salvo, esto hoy en día es un privilegio, Tiana. Muchos desearían poder estar aquí, ella lo querría.—dice negando con la cabeza repetidas veces.
—Lo sé, pero ella debe estar necesitándome, sé que a ella le encantaría que me quedara aquí pero yo no puedo estar más aquí sin ella, cada día más que pasa es cuando más culpable me siento, quisiera que todo se repitiera y fuese yo a quien se llevaron o a papá ¿Por qué no se lo llevaron a él? Él estaba más cerca.—digo entre lágrimas a lo que rápidamente mi mejor amigo, Yerik me abraza mientras acaricia mi cabello.
—Estás queriendo encontrar a una persona que ya no existe... Su esencia no está, no es la misma niña que fue en el pasado y lo sabes, esa gente ya nos lo explicó. Lo que nos hacía feliz de ella no está, su inocencia no está, su bondad tampoco...—dice Yerik acariciando mis mejillas, limpiando mis lágrimas como solía hacerlo cuando éramos pequeños.
