Hace un tiempo el gobierno había tenido la grandiosa idea de crear mutantes para utilizarlos de "defensa" hacia otros países que quisieran guerra. Pero... ¿qué pasaría si todo sale de control? ¿qué pasaría si después de tanto tiempo lo que la poblac...
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Y sí, la guerra estaba por comenzar. Los mutantes están cobrando venganza hacia el maldito gobierno, como siempre, típico de ellos. Intentaron mentir pero el destino les hizo una mala jugada, una muy mala jugada que nos afectaría a todos lo cuál era una mierda porque nosotros ya estábamos lo suficientemente rotos.
Ya había pasado una semana desde aquel anuncio, todos estábamos muy preocupados. La comida se estaba terminando puesto que Catalina, la mamá de Haddei solo había contado con comida para dos semanas y eso sin contar a Tiana, Karenina y Yerik, es por eso que la comida escaseó muy rápido.
—Oye, Alik... Observa a Tiana y Nina.—me dice Haddei.
—Si ¿qué tiene?—pregunto.
—Están hablando, y por lo que se puede observar, Nina no le está poniendo nada de atención.—responde él riéndose pues Tiana nunca le cayó bien a Haddei.
—Es cierto, está pensando...
—¿En qué?
—¿Tal vez en su primo?
—¡Cierto! Debe estar preocupada. Háblale.
—¿A quién?
—Pues a Karenina, imbécil. —dice Haddei más que obvio.
—Ahhh, sí.—respondo rascando mi nuca.—. ¡Karenina! Ven un momento.
—¿Qué pasa?—pregunta llegando a nosotros.
—¿Sabes algo de tu primo? ¿qué es lo que pasa por tu mente?—pregunto rápidamente.
—No, es que estoy preocupada. He intentado llamarle pero ya no hay señal... No sé si la cortaron o estar aquí interfiera en algo.—responde ella apretando sus labios.
—Mira, tú tranquila, él debe estar a salvo, no te hagas ideas en esa cabezota.—le dice Haddei tomando sus cachetes para apretarlos.
—Esta bien, Haddeicito.—dice abrazándolo.
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