Nos estábamos quedando en un búnker, es sencillo pero muy cómodo, parecía ser que la madre de Haddei tenía todo controlado. Hay varias colchonetas (una para cada uno exactamente.) En las cuales dormimos y cobijas de tela tweed, lo sé porque a mamá le gustaba mucho la costura, de hecho estaba muy obsesionada con eso. La extraño mucho, desearía que nunca me la hubieran quitado. También desearía haberla valorado y respetado cuando la tenía conmigo. Pero desear no importa porque por más que lo haga no cambiará nada y te hace débil.
La madre de Haddei y todos los demás saldremos a buscar cosas necesarias, ya que sabe que no habrán suficientes cosas para tantos y menos porque llegamos dos personas más que no contaban, Yerik y yo.
—Bien, chicos. Primero iremos a buscar al primo de Karenina, entre más seamos, mejor. Después iremos a el aeropuerto Sheremetyevo para robar armas, no creo que haya alguien por ahí. Sabemos que estas armas no son suficientes y mucho menos la balas, deben ser rápidos. Por último iremos a algún centro comercial. ¿Entendido?—pregunta y todos asentimos.
Era cierto, solo contábamos con cinco armas, a la madre de Haddei le falta y supongo que al primo de Karenina igual, tampoco tenemos mucha munición que digamos. ¿Por qué la familia de Haddei tiene armas? ¿Debería eso preocuparme?
Según mi reloj ya son las 12:00 p.m llevamos al rededor de 3 horas caminando, más los descansos, por lo que he escuchado ya casi llegamos. Y bueno, eso alegra muchísimo a mis pies cansados. Está todo deteriorado aquí afuera, las casas e incluso los autos. Hemos visto sangre, mucha, pero pocos cuerpos y en su mayoría son ancianos. ¿Dónde están todos? ¿Están escondidos como nosotros lo estábamos hace un par de horas? ¿Realmente esto lo hicieron las personas? O los mutantes, como sea que les llame el gobierno, me gustaría ver uno, me gustaría verla a ella...
—Nina, ¿lista?—le pregunta Catalina.
—Creo, lo estoy.—afirma después de un suspiro.
—Tranquila.—dice tocando su hombro, dándole una tierna sonrisa.—. Alik, acompáñala.—ordena.
—No quiero.
Wow, Alik está molesto con ella ¿de qué me he perdido?
—Puedo ir sola, mamá. Es mi casa. No me hace falta su compañía.—dice Karenina lo último igual de molesta.
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EN GUERRA.
Science FictionHace un tiempo el gobierno había tenido la grandiosa idea de crear mutantes para utilizarlos de "defensa" hacia otros países que quisieran guerra. Pero... ¿qué pasaría si todo sale de control? ¿qué pasaría si después de tanto tiempo lo que la poblac...