Capítulo XVII

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10 de septiembre de 1926

Continúo encerrado en esta cárcel y no sé que van a hacer conmigo, me duele todo el cuerpo, pero ya no sé si es por los golpes o por el sable que Emma esta con el idiota y no tengo forma de defensor: - Emma ¿a​ ​dónde estás? - me pongo a llorar desconsolado hasta que caigo en un sueño profundo. Volvió a perder la noción del tiempo; ya no sé si es de día o de noche, lo único que quiero en este momento es que este suplicio termine y me digan de verdad que Emma volverá conmigo y podremos irnos a América como siempre lo hemos soñamos.

Escucho que abre la puerta de mi celda y unos pasos acercarse a mí, apenas puedo abrir los ojos que tengo muy hinchados, entre luces y sombras puedo distinguir un cuerpo masculino que se me aproxima; bruscamente me jala del cabello y cuando me habla, después de cuatro años vuelvo a escuchar al desdichado de Phillip: - Buenos días, mi querido Padre Thomas Hiddleston, cuanto tiempo sin vernos. -

Me cuesta hilar las palabras, para poder responderle, pero de todas las formas saco fuerzas de flaqueza y lo hago: - ¿A dónde esta Emma? ¿ A dónde tienes a mi mujer? - Al levantarse deja caer mi cabeza y casi me golpeo contra el suelo frío.

- ¿Mi mujer, tienes el descaro de llamarla mi mujer? si ni siquiera a pesar de estar con ella por dos años .... - me toma desde el cuello y me levanta. Por Dios si no estuviera tan golpeado podría responderle con un buen golpe, pero la realidad es que apenas puedo mantenerme en pie así es que estoy a su merced: -... durante cuatro años la has usado como tu puta y eso porque no ha sido capaz de casarte con ella. -

Levanto mi cabeza para mirarlo a los ojos y decir las palabras que pueden ser mis últimas palabras: - Emma ha sido mi mujer desde mucho antes que te dejara abandonado en el altar y lo será por siempre - Siento un fuerte puñetazo sobre mi rostro que me tumba al suelo.

Tendido en el suelo y vulnerable, Phillip coloca su pierna sobre mi espalda y vuelve a jalar de mi cabello: - ¡No vuelvas a hablar así de ella maldito! Lo que le hiciste, ... eres un vil perro que sacio todos sus deseos sobre ella! -

- Puedo dar fe que ella me amaba tanto como yo a ella y lo seguiremos haciendo, porque si no es en esta vida. - No vi cuando se levantó y me lanzo un puntapié a la cabeza. Lo escucho gritar incoherencias, pero no distingo lo que dice porque siento un ruido horrible en los oídos.

Ahora lo escucho que se aleja, no sin antes volver a gritarme: - No sueñes que volverás a verla, ¡porque nunca saldrás vivo de esta celda querido Padre Hiddleston! -

En la habitación del hotel.

Estoy tendida, de estómago sobre cama; me duele todo el cuerpo y siento un ardor en mi parte baja. Necesito levantarme para ir al baño, pero no creo que pueda moverme. Mis piernas tiritan y los músculos no me respondieron. Respiro hondo y me doy vuelta, puedo ver el porqué de mi dolor; tengo moretones en mis brazos, al parecer en algún momento me amarró y las sogas dejaron marcas en mis muñecas, de a poco me voy sentando y: - OH, Dios Santo. ¡AYUDA! - Necesito ayuda porque entre mis piernas corre un río de sangre: - ¡POR FAVOR, AYUDA! - Las llaves de la puerta se escuchan desde el otro lado, sigo gritando y siento que pasan los segundos tan lentamente que podría morir aquí. Por fin una joven del servicio entra y me mira horrorizada, no hace nada y solo corre por el pasillo.

- ¡POR FAVOR NO ME DEJES ...! - Siento que me desvaneceré mi vista se comienza un nublar creo que ya no hay mucho que hacer. Siento pasos correr hacia la habitación.

- ¡EMMA, EMMA! - una voz masculina me habla, pero la siento tan lejana que no puedo reconocerla: - ¡Traigan un doctor, rápido! - siento muchos pasos que entran y salen de la habitación, pero en realidad no puedo hacer mucha más.

- ¡Emma, despierta! - Siento unas manos acariciar mi cabello, siente como si fueran las dulces caricias de Tom, trato de abrir mis ojos para verlo y duras penas lo logro: - ¿Thomas? -

- Estuviste a punto de morir por su culpa y ¿aun así lo sigues amando? - lamentablemente no era mi Thomas, era el maldito de Phillip; quien después de abusar de mí se atreve a culpar a Tom de mi suerte.

- ¿Cómo ...? - Ahora puedo identificar esa voz y al abrir mis ojos lo contemplo mientras esta hecho un energúmeno y rompiendo todo lo que encuentra su paso: -... te daño, daño a tu familia, tu reputación y me hizo ver como un estúpido delante de todo el pueblo. -

- Phillip, lo amo. Por favor déjalo, donde quiera que lo tengas, déjalo en paz y yo me iré contigo ..., nos casaremos haremos todo lo que tu digas, ¡pero déjalo en paz por favor! -

- ¿Y tú crees que pretendería casarme contigo después que ha pasado años siendo la puta del PADRE Thomas Hiddleston? ¿En serio creíste que te desposaría? - Se acomoda el cabello, mientras busca una silla para acomodarse a mi lado: - No estás en condiciones de pedir nada Emma, además si quisiera volver contigo al pueblo de Adare sería bajo mis condiciones...: - Me acaricia las mejillas y luego sus manos bajan hasta mis pechos: - Aunque tendremos algo de dificultad en ocultar al bastardo que esperas. -

Un hijo, después de todos estos años por fin estoy esperando un hijo de Thomas. Lo que debería ser una bendición, en realidad no sé cómo tomarlo ahora. Necesito más que nunca verlo, estar con él y que escuche de mis propios labios que por fin vamos a tener un hijo.

Pecado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora