Capítulo XXV

114 15 11
                                    

17 de agosto de 1924

Hoy después de la misa dominical la Hermana Bernardette me ha entregado un par de cartas, para mí gran sorpresa es de Emma y de mi madre.

Creo que jamás se me había hecho tan largo el momento del desayuno. Al terminar me apuro y corro hacia mi habitación, creo que mi sonrisa era demasiado evidente porque incluso mis alumnos bromean al verme así. Al llegar hecho llave a la puerta y corro hacia mi escritorio primero leeré la de mi madre:

Mi querido Thomas:

Espero estés bien, como yo he tratado de estarlo también. Siento no poder estar a tu lado para poder decirte a la cara las palabras que tengo atoradas en mi garganta desde hace un tiempo.

Tu sabes que siempre estaré contigo y apoyaré tus decisiones; aunque ellas vayan completamente en contra de mis creencias. Pero como tu madre no puedo seguir ocultando lo que esta mujer, la misma a la que llamas tu esposa, desde hace un tiempo a la fecha se esta viendo con un señor, bastante adinerado, que ha llegado al pueblo.

Se que las palabras que te he escrito romperán tu corazón, pero no puedo permitir que después del sacrificio que tu has hecho por ella, se ría de ti y de nuestra familia.

Esperando tener prontamente noticas tuyas, para saber cómo proceder, quien te amará por siempre y sin condiciones tu madre

Diana Hiddleston

No puedo creer lo que mi madre ha escrito, yo sé que mi Emma jamás me haría eso, nosotros nos juramos amor frente a Dios; no solamente con nuestros cuerpos, sino también con nuestros corazones. Pero no entiendo que saca mi madre con enviarme esta carta, así que con mucho apuro tomo la carta de Emma y comienzo a leerla:

Querido Thomas:

Han sucedido tantas cosas durante tu ausencia, que en realidad no tengo la valentía de esperarte para decírtelo a la cara y es por eso que te envío esta carta.

Se que nos prometimos ante Dios desde la primera vez que estuvimos juntos, pero tu ausencia, la soledad y la indiferencia de tu madre me han sobrepasado.

Hasta el pueblo ha llegado un hombre; un hombre muy bueno, que estoy segura en otras condiciones se convertiría en alguien muy cercano a ti, este hombre promete ayudar a todos con su dinero y sus empresas a todos de la pobreza, que tú sabes en este pueblo abunda. Comenzamos a trabajar juntos para el desarrollo de algunas cosas, luego de un tiempo las cosas fueron cambiando y a pesar de que sabe de tu existencia y nuestra historia, me ha dicho que desea formar una familia conmigo y por lo mismo me ha propuesto matrimonio.

Siento no ser la mujer que creíste que sería, pero creo que por fin podré volver a ser completa, tranquila y feliz.

Lo siento y espero algún día puedas perdonarme,

Emma O'Brien.

Esto debe ser una broma de muy mal gusto. Comienza a faltarme el aire y siento una rabia enorme destruyo todo lo que encuentro a mi paso, tiro los crucifijos, los libros que me acompañaban, la mesa que funciona como mi escritorio vuela sobre mi cama, tomo la biblia y lanzo a través de la ventana. No sé cómo, pero siento un par de personas que saltan sobre mí y tratan de calmarme, pero con una fuerza superior los lanzo a todos lejos. De repente siento un fuerte golpe por detrás de mi cabeza y luego veo todo negro.

Despierto y siento un dolor muy fuerte en mi cabeza; trato de levantarme, pero estoy un poco aturdido aún por el golpe; miro el reloj que tengo en frente y por lo que veo han pasado un par de horas desde mi ataque de furia.

Pecado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora