Capítulo XV

193 24 4
                                    

12 de septiembre 1926

Me despierto totalmente aturdida. Mi cama es suave y mullida, tengo sábanas de seda y suaves almohadones debajo de mi cabeza. Huelo un dulce olor a canela y manzanas mientras que unos tímidos rayitos de sol se asoman por entre las cortinas de la habitación. Siento como si hubiera dormido por días, pero aún, así me siento demasiado cansada y adolorida.

Me recuesto nuevamente sobre la cama y lleno aire mis pulmones, cierro mis ojos y es el instante preciso cuando me llegan los recuerdos a mi cabeza.

- Qué diablos hago aquí ¡THOMAS, THOMAS! - Me levanto tan rápido como puedo, me coloco la bata porque y corro hacia la puerta gritando.

- ¡Thomas, Thomas...! - alguien entra, pero sus movimientos son tan bruscos y rápidos que logra empujarme y me lanza hacia la cama.

- ¡Veo que por fin despertaste! -

- Phillip ¿ qué hago aquí? ¿ qué haces tu aquí? - trato de levantarme, pero ante de obtener respuestas me vuelve a empujar sobre la cama: - ¿Dónde está Thomas? -

Desdeñosamente me contesta: - En la cárcel obviamente ¿o que te creías que lo iba a sacar? - lleva un cigarro a la boca y lo prende, mientras lo hace me acomodó la bata que casi había salido volando por los tirones.

- ¡Necesito verlo, necesito ver a mi esposo...! -

Una fría carcajada resuena en la habitación: - ¿Esposo? - Se me acerca en forma violenta y posa todo el peso de su cuerpo sobre mí:- Ese maldito jamás fue capaz de desposarte. ¿O crees que ya no he averiguado por todas las Iglesias de Irlanda donde pudieron haber contraído matrimonio? - se levanta rápido y se voltea.

Me reincorporo rápido para apelar a sus dichos: - Sí, es mi esposo ante los ojos de Dios y eso mucho antes de haber escapado juntos. -

Con toda tranquilidad Phillip se voltea hacia mi: - ...Y seguro Dios estaba muy complacido cada vez que los vio fornicar. -

- Pero debe de haber estado más complacido que cuando me vio hacerlo contigo solamente porque me quedé con las ganas de coger a Thomas. - en ese momento la rabia lo invadió y volteo tan rápido y fuerte que no alcance a ver cuándo su mano golpeó mi mejilla y me envió al suelo.

- ¡Thomas jamás me ha puesto una mano encima idiota! - me abalanzo sobre él para golpearlo.

- ¡Emma, lo siento...! - se acerca a mi nervioso, pero reacciono y comienzo a buscar mi ropa.

- ¿A dónde está mi ropa? tengo que ir a buscarlo, tengo que sacarlo de la cárcel. -

- Queme toda esa basura que llevabas puesta... realmente era indigna de ti. -

No entiendo cómo puede hablar así, tomo mi cabeza para enfrentarlo: - No puedo creer lo que estoy escuchando... entiendo que pude haber herido tu amor propio al dejarte en el altar, pero jamás hubiésemos sido felices... entiende, me enamoré del Abad que llegó a nuestro pueblo hace años atrás, tanto así que no dudé en sacrificar todo lo que tenía hasta ese momento por seguirlo. -

Phillip baja la cabeza respira hondo y me replica: - Tu supuesto marido está a punto de pagar con su vida por lo que hizo. Te ofrezco ahora que eso no sea así, vuelve conmigo a Adare, se mi mujer y quitaré todos los cargos en su contra. -

- Phillip entiende al único hombre que amo es a THOMAS HIDDLESTON - Termino gritándole tan fuerte que creo el mismo Thomas ha llegado a escuchar. Vuelvo a tomar aire para proseguir: - A él lo amo más que a nada en este mundo y no puedo imaginar pasar mi vida sin él y si alguien se atreve a intentar separarnos ¡soy capaz quitarme la vida! -

- Como puedes decir eso Emma, recuerda el tiempo en que nosotros éramos felices. - se acerca y toma mis manos: - te juro que podemos retomarlo todo, tal como quedó el día que decidiste marcharte con este tipo. - luego solo puedo recordar la violencia con que tomo mi cuello y me llevo hacia la pared.

Cuando comprendí sus intenciones empecé a dar una dura pelea: -¡Suéltame Phillip, entiende que nunca volveré a ser tuya! - Lo golpeo con mis puños sin siquiera ver a donde caían los golpes.

Coloca sus labios sobre los míos mientras que yo más fuerte lo golpeo con mis manos. Pero con la misma fuerza que me llevó hacia la pared ahora me tiró sobre la cama y se tumbó sobre mí, metió una de sus manos entre mis piernas mientras que con la otra apretaba mi garganta. Puedo jurar por Dios que di toda la pelea posible, pero llego un momento en que mis ojos se cerraron y se puede decir que me liberé, sentí mi alma levantarse y desde el cielo de la habitación pude ver toda la escena.

Pude ver como de mis ojos cerrados caían lágrimas que rodaban por mis mejillas. Phillip me penetró sin ningún cuidado y comenzó a gruñir como un animal, entraba y salía como loco en un momento se recuerda de sacar su mano de mi garganta automáticamente mi alma vuelve al cuerpo y doy un respiro. Fue horrible porque sentí demasiado dolor no tan solo en mi entrada, sino que en mi vientre. El animal que tenía encima de repente levantó su torso y comió tan fuerte que comprendí que había acabado. Terminó agotado y se lanzó a mi costado de la cama yo sin poder moverme lo único que pude hacer fue llorar, llevé mi mano izquierda a mi entrepierna y cuando la levante pude ver que estaba llena de sangre. Traté de levantarme, pero en realidad ya estaba deshecha física y mentalmente.

Pecado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora